La lucha interna en los partidos mexicanos bloquea el Congreso

Las pugnas internas de los tres principales partidos mexicanos, inmersos en la renovaci¨®n de sus jefaturas, redujeron espacio al sentido de Estado durante los primeros 14 meses de la transici¨®n m¨¢s importante en casi un siglo, plantean problemas de gobernaci¨®n. Esa guerra de facciones castig¨® a dos leyes trascendentales: la de derechos ind¨ªgenas y la reforma fiscal. Las reclamaciones indigenistas prosiguen, y la reforma fiscal qued¨® convertida en el Congreso en una miscel¨¢nea que, seg¨²n los analistas, burlar¨¢n los evasores.

La relaci¨®n del oficialista Partido Acci¨®n Nacional (PAN), conservador, con la presidencia de Vicente Fox ha sido err¨¢tica; el Partido Revolucionario Institucional (PRI), elige ma?ana a su presidente y deber¨¢ definir su rumbo, y el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), izquierda, exhibe feudos irreductibles y oscilaciones entre el sectarismo y el pragmatismo. 'Tenemos partidos que necesitan refundarse, una clase pol¨ªtica en busca de nuevos c¨®digos de negociaci¨®n, y unos medios de informaci¨®n sin contrapeso como poder p¨²blico', sostuvo el analista H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn en su libro M¨¦xico, la ceniza y la semilla.

Uno de los dos candidatos a la presidencia del PRI, Roberto Madrazo, ex gobernador de Tabasco, admite que el Gobierno sufri¨® en sus proyectos de ley la ausencia de interlocutores capaces de articular acuerdos de Estado. Los partidos hicieron pol¨ªtica y promulgaron leyes observando de soslayo el humor de sus filas, y las ambiciones de sus dirigentes. 'Es en el Congreso donde estamos viendo la mayor disputa de los partidos por intereses partidistas, y yo me atrever¨ªa a decir que sectarios, que no est¨¢n pensando en el inter¨¦s nacional', dijo el candidato. De hecho, 150 diputados reclaman la revisi¨®n de la ley ind¨ªgena de abril del 2001, y el jefe del Ejecutivo apremia un ajuste en el esquema impositivo aprobado el pasado mes.