Una exposici¨®n reconstruye en Pamplona la trayectoria cubista de Joaqu¨ªn Peinado
La muestra re¨²ne 45 obras del pintor
La segunda oleada de artistas espa?oles que se instalaron en Par¨ªs en los a?os 20, entonces la capital mundial del arte en plena ebullici¨®n de las vanguardias, llev¨® hasta all¨ª al pintor malague?o Joaqu¨ªn Peinado (1898-1975). La influencia que recibi¨® del cubismo queda patente en la exposici¨®n que hasta el 1 de abril presenta en Pamplona el centro cultural Castillo de Maya, con 45 obras, fundamentalmente naturalezas muertas y paisajes, que abarcan 60 a?os de su vida.
El recorrido temporal de la exposici¨®n se inicia en la segunda mitad de la d¨¦cada de los veinte y llega hasta los a?os 70, incidiendo sobre todo en la ¨²ltima etapa del pintor, la m¨¢s personal de su trayectoria, e incluye los g¨¦neros del bodeg¨®n, retratos y, finalmente, marinas, paisajes y varias escenas urbanas tomadas en distintos puntos de Francia.
La selecci¨®n de obras trata de reflejar la aportaci¨®n de Peinado al arte que se gest¨® en Par¨ªs en las primeras d¨¦cadas del siglo XX. El pintor se traslad¨® a esa ciudad en 1923 y all¨ª se qued¨® hasta su fallecimiento.
En la capital francesa conoci¨® a los artistas que hab¨ªan llegado all¨ª a principios de siglo, como Picasso, Juan Gris, Pablo Gargallo o Julio Gonz¨¢lez y entr¨® en los c¨ªrculos de las vanguardias. Peinado fue uno de los integrantes de la denominada Escuela Espa?ola de Par¨ªs junto a Francisco Bores, Manuel ?ngeles Ortiz, Hernando Vi?es, Pancho Coss¨ªo, Ismael Gonz¨¢lez de la Serna o Alfonso Olivares y particip¨® en las muestras m¨¢s destacadas de los a?os veinte.
Todos ellos tuvieron una trayectoria semejante, si bien Peinado estuvo m¨¢s cerca del cubismo. Su pintura recibi¨® una clara influencia primero de C¨¦zanne y despu¨¦s de Picasso y de Juan Gris, como reflejan sus bodegones, de clara influencia cubista. Seg¨²n el comisario de la muestra, Fernando Franc¨¦s, Peinado hizo una interpretaci¨®n libre del cubismo, en cuanto a su valoraci¨®n del dibujo, la austeridad formal y la utilizaci¨®n del color.
Naturalezas muertas
La exposici¨®n re¨²ne varios ejemplos del g¨¦nero de la naturaleza muerta, el m¨¢s frecuente en su producci¨®n art¨ªstica, entre las que destaca una pintura de 1927 prestada por la Fundaci¨®n Telef¨®nica de Madrid y un bodeg¨®n de 1926 cedido por la Colecci¨®n Valle Ort¨ª. Igual que los pintores cubistas, este g¨¦nero facilit¨® su labor de investigaci¨®n y experimentaci¨®n pict¨®rica, por lo que realiz¨® numerosas escenas con frutas y otros alimentos, utensilios de cocina, recipientes, botellas y composiciones de flores.
Durante estos a?os, Peinado altern¨® su actividad expositiva con colaboraciones en libros y revistas literarias y teatrales. Particip¨® en la ambientaci¨®n y creaci¨®n de decorados de la pel¨ªcula Carmen, de Jacques Feyder (1925), y en la representaci¨®n de El retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla, en Amsterdam (1926). Con el estallido de la Guerra Civil, permaneci¨® en Par¨ªs junto a su familia trabajando en la Delegaci¨®n del Patronato Espa?ol de Turismo. Una vez finalizada la contienda subsisti¨® gracias a sus pinturas y a su trabajo como redactor, locutor y traductor ocasional para la radio.
En 1944, fue nombrado director de la Secci¨®n de Arte de Intelectuales Espa?oles de Par¨ªs. Es precisamente a partir de los a?os 40 cuando su pintura se vuelve m¨¢s personal, buscando lo esencial a trav¨¦s de lo cotidiano y, aunque siempre se encuentra pr¨®xima al cubismo, evoluciona hacia unas composiciones m¨¢s austeras y silenciosas, subrayadas por la geometr¨ªa, pero siempre dentro de los par¨¢metros de una figuraci¨®n muy l¨ªrica, patente en las obras seleccionadas para esta retrospectiva.
Su presencia en exposiciones se ampli¨® considerablemente durante este periodo de madurez, convirti¨¦ndose en un artista reconocido a nivel internacional que mostr¨® su obra en los pa¨ªses m¨¢s importantes del Am¨¦rica y en ciudades de toda Europa.
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