El alguacil alguacilado

El t¨ªtulo es de Quevedo, la acci¨®n sal¨ªa ayer en las un¨¢nimes primeras p¨¢ginas: los antidisturbios pegaban brutalmente -redundancia: pegan como les ense?an, seg¨²n contrato- a los municipales de Madrid. Otras veces he visto pegar a los municipales, los antiguos 'guardias de la porra', y no son menos blandos. Pero lo hacen contra ciudadanos blandos: inmigrantes, estudiantes, putillas o antiglobalizadores. De paisano son otra cosa: protestan como trabajadores, por sus sueldos, sus horas extraordinarias. Entre las im¨¢genes, uno de los apaleados lloraba de rabia y golpeaba con el pu?o cerrado una reja de alcantarilla.

Estoy lejos de alegrarme de este desorden, pero tampoco comparto la indignaci¨®n de quienes creen en el reino de la autoridad. Hace mucho tiempo que veo c¨®mo los antidisturbios, o los guardias de cualquier categor¨ªa, se exceden en las represiones. Tengo siempre presente un cuadro de Ram¨®n Casas con la Guardia Civil a caballo atacando con el sable a los obreros en huelga. Recuerdo bien los gritos de los obreros que llamaban compa?eros a los guardias. Y las chicas que pon¨ªan claveles en las bocas de los fusiles; no s¨®lo en Portugal, sino en Estados Unidos, cuando se gritaba '?Haz el amor y no la guerra!'. Es molesto el recuerdo de lo que se ha perdido. Treinta o cuarenta a?os de baja continua en ciertos aspectos de la libertad. Cuando Vietnam, era todo Occidente el que protestaba: ahora destrozan impunes Palestina y Afganist¨¢n, y se afilan para Corea o Irak, y nadie se mueve. No s¨¦ si le ense?ar¨¢n a la Reina a los ni?os que nacen deformes todav¨ªa por el agente naranja que lanzaron los hombres de Kissinger, premio Nobel de la Paz: el fot¨®grafo Manolo Navarro tiene una amplia colecci¨®n que pretende publicar con pr¨®logo m¨ªo si encuentra editorial.

Me voy lejos: pero es que ahora todo est¨¢ cerca, y se pueden o¨ªr los bombardeos de Colombia. Es la ventaja de la globalizaci¨®n. Y la oficina de mentiras que va a instalar el presidente Bush para aplicarlas a la guerra llega aqu¨ª mismo; y este Gobierno va a dar un cursillo para que los periodistas titulen bien las noticias referidas a inmigrantes, que pueden resultar equ¨ªvocas. Periodistas periodistizados, alguaciles alguacilados.