Las cargas de un campechano
La dureza policial contra mineros, inmigrantes, estudiantes y algodoneros desata las cr¨ªticas contra Torres Hurtado
Ayer, despu¨¦s de 13 d¨ªas, respir¨® tranquilo. Hasta entonces Jos¨¦ Torres Hurtado (P¨ª?ar, Granada, 1946) vivi¨® enrocado en sentido literal -en la torre Sur, una de las que flanquean la fastuosa plaza de Espa?a, en Sevilla- y figurado por la imperiosa exigencia del ministro de Agricultura, Miguel Arias Ca?ete, de incluir el visto bueno de la organizaci¨®n Asaja para desbloquear el conflicto del algod¨®n. El delegado del Gobierno en Andaluc¨ªa ha pasado esos 13 d¨ªas cercado por un millar de tractores y cosechadoras, que ocuparon la plaza semicircular, donde, entre otras dependencias p¨²blicas, se encuentra su despacho y su residencia oficial desde 1996, cuando le designaron para un cargo que hab¨ªa rechazado en primer lugar Manuel Atencia, a la saz¨®n portavoz parlamentario del PP.
Sin escapatoria, ni posibilidad de hacer o¨ªdos sordos, soport¨® durante ese tiempo una cacerolada ininterrumpida de 10 horas, el soniquete constante del himno andaluz atronando por la megafon¨ªa de los movilizados y virulentas cr¨ªticas, como la del portavoz parlamentario de IU en el Congreso, Felipe Alcaraz, a sus 'pol¨ªticas de orden p¨²blico posfranquistas'. Porque, obviamente, el delegado del Gobierno no permaneci¨® cruzado de brazos tratando de hacer o¨ªdos sordos. En 13 d¨ªas pas¨® de coquetear con los algodoneros, permiti¨¦ndoles sacar tractores a la ciudad y realizar cortes simb¨®licos en la estaci¨®n de Santa Justa, a ordenar una contundente carga policial contra los agricultores el d¨ªa que decidieron cortar el AVE de veras. Ah¨ª se acabaron las bromas y las palabras conciliadoras. 'No van a salir por las buenas otra vez, que est¨¦n en la plaza no me importa porque es del Ayuntamiento, pero no van a salir', dijo al d¨ªa siguiente.
La campa?a algodonera ha concluido, pero es probable que en los pr¨®ximos d¨ªas se planten en Sevilla, donde se est¨¢n concentrando casi todas las protestas, los mineros de la comarca pir¨ªtica de Huelva, aquejada de una profunda crisis econ¨®mica. Torres Hurtado no podr¨¢ disfrutar de una gran tregua, como tampoco lo ha hecho en lo que va de a?o donde se han encadenado casi de forma consecutiva las movilizaciones de los mineros de Boliden, las concentraciones de inmigrantes en Almer¨ªa, las protestas estudiantiles de los desalojados de la acampada contra la LOU y la tractorada algodonera. En todas ha habido cargas o actuaciones policiales muy contestadas por su contundencia, aunque Torres Hurtado utilice el eufemismo de 'ejemplarizantes'.
Parad¨®jicamente, el delegado del Gobierno parece m¨¢s campechano que los antidisturbios que est¨¢n a sus ¨®rdenes. Tiene, en apariencia, m¨¢s similitudes con los algodoneros -es perito agr¨ªcola y ha dirigido varias cooperativas- contra los que orden¨® cargar que con la agresividad de los agentes que se emplean a fondo. Se dir¨ªa que es un personaje sanchopanzesco haciendo un trabajo de dudoso relumbr¨®n.
De su campechan¨ªa han nacido apodos como Pepe el tractorista y de su locuacidad inoportuna la fama de metepatas. Algunas son antol¨®gicas. Durante una visita del pr¨ªncipe Felipe a un empresa hortofrut¨ªcola de Almer¨ªa, dedujo -en voz alta- que las cajas de pimientos donde figuraba la palabra Paprika iban a distribuirse entre los centros de Pryca. En ocasiones sus deslices han sido menos ingenuos y m¨¢s comprometedores, como cuando agarr¨® una de las armas incautadas a un comando de ETA en Andaluc¨ªa ante el horror de los mandos policiales, que estaban presentando el arsenal decomisado a la prensa.
Sobre pifias similares se ha ido alimentado una imagen popular, un pel¨ªn torp¨®n e imprudente. Sobre eso y sobre el relieve pol¨ªtico que adquiri¨® en el 96 la figura del delegado del Gobierno en Andaluc¨ªa como una suerte de contrapoder del PP en una comunidad en manos del PSOE. Hasta entonces, hab¨ªa sido casi un pol¨ªtico an¨®nimo que hab¨ªa ido engarzando esca?os en el Congreso, el Senado y el Parlamento andaluz desde 1982 por Granada, adonde es probable que retorne como aspirante a la alcald¨ªa de la capital.
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