'Estoy limpio', dijo una hora antes

'No tengo ning¨²n miedo. He pasado muchas veces todo tipo de controles y estoy limpio', dijo Johann Muehlegg nada m¨¢s recibir la tercera medalla de oro, de manos de Juan Antonio Samaranch. Eran las ocho y media de la tarde. Apenas una hora despu¨¦s, al llegar al hotel, se enteraba de su positivo. En el podio se mostr¨® contento, pero menos expresivo que las dos veces anteriores. Se achac¨® al esfuerzo tit¨¢nico, que le hab¨ªa dejado sin resuello.

Muehlegg hab¨ªa batido todos los r¨¦cords y estaba convencido de que no ocurrir¨ªa nada en el resultado del an¨¢lisis de orina, obligatorio como medallista de oro: 'He pasado todos los controles y no he tenido problemas', insist¨ªa. Pensaba que, tras superar dos controles, ya estaba salvado.

Y sobre los apuros en las pruebas de hemoglobina previas -en la primera toma dio 17,5, justamente el l¨ªmite permitido, y en las dos siguientes ya baj¨®-, se manten¨ªa seguro: 'Tuve una diarrea. Adem¨¢s, a m¨ª me suele subir a veces el nivel por lo mucho que me entreno en altitud'. Y repet¨ªa: 'Yo estoy limpio. Mi ¨²nica gasolina es diesel y se llama entrenamiento. Todo es fruto del trabajo. Por eso estoy orgulloso'.

En su rostro, demacrado, y en su f¨ªsico, doblado, andando como un aut¨®mata, se notaban las huellas de lo que cuestan glorias de ese calibre.

En 2001 subi¨® del bronce a la plata en los 20 kil¨®metros por la descalificaci¨®n del fin¨¦s Jari Isometsae, uno de los cuatro implicados en el dopaje con hidroextil, otra variante para oxigenar la sangre. Entonces dijo: 'Me da igual la plata. Es una mala noticia para el esqu¨ª. Estoy contra el dopaje. Aparte del enga?o y del peligro que supone para la salud, hace muy mala publicidad al deporte'.