Espin¨¤s recorre la Galicia m¨¢s desconocida en su 14? viaje a pie

Afirma el profesor Basilio Losada que 'en Galicia se dice que algo puede ser verdadero y no haber ocurrido nunca'. Es una manera de ilustrar un car¨¢cter, el de sus gentes, que asegura impregnado de 'un gran relativismo'. Esto, adem¨¢s de un paisaje desconocido, la Galicia rural, escasamente industrializada y alejada del circuito trillado del Camino de Santiago, de las r¨ªas y el mar, aparece en la 14? entrega de los viajes a pie de Josep Maria Espin¨¤s, que ayer presentaron ambos en Barcelona.

A peu per Gal¨ªcia. De la Ulloa a Val de Camba (La Campana) se abre con un alto un tanto esperp¨¦ntico en el concurrido Camino de Santiago: 'Haciendo el Camino con 500 personas m¨¢s lo ¨²nico que puedes ver en realidad es a ti mismo', dijo ayer Espin¨¤s (Barcelona, 1927). A partir de aqu¨ª, y como contraste, el autor encontr¨® 'la sensaci¨®n de libertad' cuando empez¨® a caminar por los caminos interiores de Galicia.

El libro es el resultado de un 'equilibrio entre la observaci¨®n y la reflexi¨®n', seg¨²n el autor. Sobre todo, a partir de las conversaciones con las gentes de esta regi¨®n gallega, que han conseguido atrapar al veterano viajero hasta el punto de hacerle decir -algo que no suele hacer, recuerda- que ¨¦sta es 'una de las mejores' de sus narraciones de recorridos a pie. 'En Galicia he podido hacer una inmersi¨®n m¨¢s honda de la que he podido hacer en otros lugares', explic¨®.

All¨ª se ha acercado, afirm¨®, a una Galicia 'que se conserva de milagro'. A juicio de Losada, el escritor ha 'recuperado' el mundo en que ¨¦l creci¨®: 'Un mundo en el que yo pod¨ªa trepar a un ciruelo y saltar directamente a mi cama sin tener que pasar por la puerta; un mundo en el que ten¨ªamos que recorrer 16 kil¨®metros diarios para ir y volver de la escuela'.

'Fui a buscar un lugar sin ciudades, sin turismo, sin industrializaci¨®n y lejos de los t¨®picos. All¨ª ¨¦ramos los ¨²nicos forasteros', explic¨® Espin¨¤s. Esto le permiti¨® palpar mejor la vida cotidiana en las peque?as aldeas, donde se da, asegur¨® 'una convivencia que no se encuentra en otros sitios'. Tambi¨¦n, un contraste entre 'el realismo m¨¢s vivo, el de las vacas y los pastores, una cierta magia y reacciones chocantes' entre los vecinos. Todo ello narrado con sobriedad y 'sin nostalgia': 'Me molestan mucho las frases bonitas porque lo que hace que un texto sea bello son los personajes. Las cosas, por ellas mismas, ya son literatura y vida', concluy¨®. La pr¨®xima parada de estos viajes a pie, avanz¨®, ser¨¢ Andaluc¨ªa.