Un coraz¨®n andaluz dentro de los l¨ªmites constitucionales
Hace unos a?os, en compa?¨ªa de una de sus numerosos nietos ('dieciocho', especifica con orgullo) volvi¨® Manuel Jim¨¦nez de Parga a la ciudad donde naci¨® hace 72 a?os y visit¨® de nuevo los monumentos y recorri¨® las calles. 'Abuelo', le dijo, 'por aqu¨ª tambi¨¦n ha pasado la historia'. Se qued¨® sorprendido. 'Tristemente es as¨ª. En algunos sitios se desborda lo que ha sido la historia de Espa?a y no se tiene en cuenta la presencia de Andaluc¨ªa', dice hoy, una tarde de finales de febrero, en su despacho de la presidencia del Tribunal Constitucional, en v¨ªspera de ser nombrado hijo predilecto de Andaluc¨ªa.
Jim¨¦nez de Parga guarda de los a?os vividos en Granada, hasta 1951, cuando concluy¨® los estudios universitarios, un suave acento granadino que recuerda al de otro paisano, el poeta Luis Rosales. A pesar del tiempo transcurrido fuera de Andaluc¨ªa -como catedr¨¢tico de Derecho Pol¨ªtico o Constitucional, en Barcelona y Madrid, o como ministro de la monarqu¨ªa con Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) o embajador en Suiza- Jim¨¦nez de Parga luce gozosamente su origen
'En algunos sitios no se tiene en cuenta la presencia de Andaluc¨ªa en la historia'
'El 28-F estaba de embajador en Ginebra y hab¨ªamos preparado una gran fiesta'
Del periodo de formaci¨®n mantiene vivas muchas im¨¢genes, pero quiz¨¢ la que aparece con m¨¢s frecuencia en el recuerdo es la panor¨¢mica que contemplaba cotidianamente desde su casa familiar, con la Alhambra, el Albaic¨ªn y la ciudad nueva. 'Eran las vistas que conforman la personalidad de la ciudad', dice con los ojos entornados..
Su ¨²ltima visita a Granada, hace pocas semanas, con motivo de la entrega de la condecoraci¨®n de Alfonso X El Sabio, fue, m¨¢s que cualquier cosa, una vuelta sentimental a su universidad y a sus maestros. 'Volv¨ª a mi casa. Entr¨¦ en la Universidad de Granada en 1946 para hacer lo que se llamaba el examen de estado. Evoqu¨¦ a todos quienes fueron mis grandes catedr¨¢ticos y maestros. Record¨¦ a Enrique G¨®mez Arboleya, pero tambi¨¦n a Joaqu¨ªn Garc¨ªa Labella, catedr¨¢tico de Derecho Pol¨ªtico que fue asesinado en los d¨ªas terribles de la guerra civil', dice mientras una sombra cruza su mirada. 'En Granada la guerra fue terrible y en la Universidad dej¨® una huella indeleble'.
'Yo me siento andaluz, en contra de las opiniones de otros que al salir de su ciudad de origen se olvidan de ella. Yo que vivo fuera de mi tierra desde 1951, siempre me he identificado como andaluz, Incluso en cuando estuve en Catalu?a como catedr¨¢tico, entre 1957 y 1977, me identifiqu¨¦ como tal. ?ramos muchos los andaluces que h¨¢c¨ªamos all¨ª nuestras vidas', precisa.
Comunidad hist¨®rica
Dice que es andaluz pero a continuaci¨®n no puede evitar que surja el catedr¨¢tico de Derecho Constitucional para, en cierto modo, ordenar el sentimiento y someterlo a al conf¨ªn de la norma. 'Andaluc¨ªa es una comunidad hist¨®rica pero nunca ha pretendido ser un Estado aparte de Espa?a, y este es un dato muy importante en su historia. Posee la cultura m¨¢s antigua de todo el Mediterr¨¢neo pero nunca ha pretendido ser un Estado', recalca.
'A m¨ª no me gusta que se intente rompe el espa?ol como lengua en matices como el habla andaluz', dice refiri¨¦ndose al empe?o de la Consejer¨ªa de Relacionales Institucionales en fomentar el acento de la tierra. 'En Andaluc¨ªa se habla la lengua m¨¢s extendida de Espa?a y no creo que tenga inter¨¦s ninguno de esos pintoresquismo que adem¨¢s ya no se llevan en un mundo homogeneizado', se?ala.
El alejamiento f¨ªsico no ha sido el ¨²nico inconveniente que ha tenido que sortear para mantener inc¨®lume la complacencia por el origen. Los a?os de la transici¨®n fueron confusos y el partido del que hab¨ªa sido ministro, la UCD, caus¨® una grave conmoci¨®n cuando, el 28 de febrero de 1980, convoc¨® a los andaluces para que dicidieran qu¨¦ autonom¨ªa prefer¨ªan, si la de primer grado o la de segundo.
'El d¨ªa del refer¨¦ndum yo estaba en Ginebra y hab¨ªamos organizado una fiesta para celebrar los resultados de la consulta. Nos llevamos un gran disgusto cuando a las doce de la noche arranc¨® el informativo de Radio Nacional de Espa?a con una frase que no olvidar¨¦ nunca: 'Andaluc¨ªa ha dicho no'. La noticia cay¨® como un jarro de agua fr¨ªa aunque a lo largo de la noche supimos que el rechazo no era igual en una zona que en otra y finalmente conocimos que el no se hab¨ªa circunscrito a Almer¨ªa'.
No le cabe duda a Jim¨¦nez de Parga que aquel titular, tan tajante como falso, era una consigna del Gobierno de UCD. 'El Gobierno se equivoc¨® completamente. Fue a mi entender el primer gran patinazo pol¨ªtico de un Gobierno al que yo hab¨ªa pertenecido. Fue un error terrible. Yo estaba en misi¨®n diplom¨¢tica pero recuerdo aquel 'Andaluc¨ªa dijo no'. Est¨¢ claro que Andaluc¨ªa es una comunidad hist¨®rica y por eso no se entendi¨® en algunos sectores pol¨ªticos lo que era en realidad. Basta recordar mi tierra, Granada, para darse cuenta de que all¨ª hay mucha historia', dice.
Hace unas semanas recibi¨® en Madrid la llamada de Manuel Chaves en la que le comunicaba el acuerdo del Consejo de Gobierno para nombrarlo hijo predilecto. 'Yo he recibido muchas distinciones acad¨¦micas, espa?olas y extranjeras, pero esta distinci¨®n de mi tierra es diferente y la m¨¢s importante'.
El sentimiento de la ra¨ªz no obnubila sin embargo la l¨®gica del experto constitucionalista. 'No soy partidario de modificar la Constituci¨®n ni los estatutos de las autonom¨ªas porque la definici¨®n que se hace de ellas es v¨¢lida. Creo que hay que generar entre los ciudadanos un sentimiento de adhesi¨®n hacia sus textos fundamentales, y la manera de conseguirlo es que permanezcan sin cambios. Esto no significa que con aplicaci¨®n flexible se planteen aspectos diferentes. Tambi¨¦n determinados aspectos secundarios se pueden modificar, pero no los principios esenciales'.
Es consciente de que el tribunal que preside debe dictaminar diferentes contenciosos planteados por la Junta de Andaluc¨ªa y le parece l¨®gico que las comunidades quieran acumular poder y competencias. 'Es l¨®gico, pero el marco constitucional y estatutario no se puede desbordar', precisa.
Ha anochecido en Madrid y la conversaci¨®n contin¨²a.Le proponemos al final un dilema: qu¨¦ significa m¨¢s Andaluc¨ªa ?la Alhambra o Blas Infante? 'Son dos cosas distintas y ambas son Andaluc¨ªa. De la Alhambra, como dec¨ªa Garc¨ªa Lorca, la pena fue que los ¨¢rabes entregaran las llaves demasiado pronto. La Alhambra es uno de los ejes de Granada y Andaluc¨ªa. Las aspiraciones de Infante y del movimiento andalucista ayudan a conservar la identidad andaluza en la medida en que que act¨²en conforme a lo que ha sido Andaluc¨ªa, que no ha querido nunca ser un Estado aparte'.
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