Lecci¨®n de econom¨ªa
De la mano del lobby de Borriana que anida en su seno, el Club Jaume I de Valencia, consecuente con su vocaci¨®n itinerante por las comarcas del pa¨ªs, celebr¨® su reuni¨®n mensual el lunes pasado en el puerto de la citada villa de La Plana Baixa. En esta ocasi¨®n, la excepcionalidad del yantar frente a un mar plateado y terso se acreci¨® con una lecci¨®n no menos luminosa de quien es miembro de este foro c¨ªvico y catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada, Aurelio Mart¨ªnez, quien, con inusual pedagog¨ªa, expuso el diagn¨®stico y prognosis del panorama econ¨®mico mundial previo y posterior al atentado terrorista del 11 de septiembre.
No viene al caso, por impericia propia y falta de espacio, resumir en unas l¨ªneas el din¨¢mico fresco de datos y glosas expuesto por el profesor, si bien, y a modo de corolario general podr¨ªamos decir que, seg¨²n el docente, estamos sumidos en una aton¨ªa econ¨®mica universal y algo m¨¢s que primaveral condicionada por la recuperaci¨®n del tono vital o posibles alifafes de los EE UU. En lo relativo a Espa?a, merece subrayarse que, en opini¨®n del maestro, la crisis nos sorprende bien dotados de defensas debido al beneficio de las empresas. No obstante, habr¨¢ que esperar a que la realidad disipe los inventos y mixtificaciones con que el Gobierno ha manipulado el IPC, a la baja, y las tasas de empleo, al alza.
Pero el cap¨ªtulo mollar de la intervenci¨®n, por lo que m¨¢s nos concierne, fue la serie de reflexiones sobre el declinante pulso actual y perspectivas preocupantes de la Comunidad Valenciana, asunto sobre el que quien fuera consejero de Econom¨ªa de la Generalitat y candidato a la alcald¨ªa del cap i casal por el PSPV -decimos de Aurelio Mart¨ªnez- ha venido escribiendo con dedicaci¨®n y rigor sin suscitar la deseable r¨¦plica o puntualizaci¨®n por parte de nadie, ya fueren gobernantes, colegas o interesados de cualquier laya. Ser¨¢, pues, por el meninfotismo que nos califica o por aquiescencia general, pero lo cierto es que, no trat¨¢ndose de un episodio coyuntural, no sabemos si son m¨¢s alarmantes las fisuras de la econom¨ªa valenciana que la indiferencia con que se conllevan.
Y de todas las fisuras, ninguna m¨¢s condicionante del futuro que la irrisoria inversi¨®n del gobierno auton¨®mico en investigaci¨®n y desarrollo (I+D), lo que se traduce en un constante debilitamiento de nuestra capacidad exportadora debido a la p¨¦rdida de competitividad. Tal cual cantan los n¨²meros, a?o tras a?o se reduce la participaci¨®n comunitaria en los mercados exteriores, por m¨¢s que algunos de los sectores productivos tradicionales aguanten el tipo por el efecto contagioso y renovador que provocan las empresas punteras, como es el cer¨¢mico y el calzado, por ejemplo. Pero la estrategia de los poderes p¨²blicos, sensible o no a este problema, ha optado preferentemente por objetivos m¨¢s espectaculares, ociosos, inmediatos y tem¨¢ticos.
De consuno con los aleccionados miembros del mentado club, o su mayor¨ªa, me pregunto si esta resistencia a invertir dinero p¨²blico en investigaci¨®n responde a una alergia cong¨¦nita y com¨²n de la clase pol¨ªtica o sencillamente ocurre que se da por satisfecha con haber rebautizado la Consejer¨ªa de Industria -ahora Innovaci¨®n- y debatir la reforma del Estatuto, que a nadie le importa un ardite.
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