La realidad
Est¨¢bamos de lo m¨¢s motivados con la imparable campa?a que Gaspar Zarr¨ªas nos ha regalado con el dinero de nuestros impuestos cuando, de pronto, aparece el informe anual del BBVA sobre reparto de la renta en Espa?a. La realidad suele ser as¨ª de inoportuna e inmisericorde.
El informe, como siempre, no es para que nos pongamos a dar saltos de alegr¨ªa: todas las provincias andaluzas siguen por debajo de la media espa?ola y cinco de ellas se encuentran entre las diez ¨²ltimas.
Hemos mejorado mucho, pero los dem¨¢s tambi¨¦n lo han hecho, en mayor o menor proporci¨®n: la prueba est¨¢ en que, m¨¢s o menos, seguimos estando donde siempre. Y es que los datos conviene verlos en su contexto, porque en caso contrario resultan enga?osos.
As¨ª, por ejemplo, el pasado fin de semana, en estas p¨¢ginas, la vicesecretaria general del PSOE-A, Mar¨ªa del Mar Moreno, afirmaba que Andaluc¨ªa es 'la segunda comunidad en usuarios de Internet', lo que no es sino una verdad a medias o una mentira casi completa, porque somos, con diferencia, la comunidad con m¨¢s poblaci¨®n y as¨ª es normal que tengamos mucho de todo: internautas, corredores de marat¨®n, pod¨®logos, agrimensores...
Sin embargo, en n¨²mero de usuarios sobre el total de la poblaci¨®n -que es como conviene medir estas cosas- estamos en la cola: somos la duod¨¦cima comunidad de un total de 17, seg¨²n los ¨²ltimos datos hechos p¨²blicos por EGM.
Estas hemorragias de autosatisfacci¨®n llevan impl¨ªcito un peligroso auto halago: no se puede hacer mejor. Es innegable que en estos ¨²ltimos 20 a?os hemos crecido mucho, pero no de manera prodigiosa. Dentro de la Uni¨®n Europea hay regiones y pa¨ªses que han gozado de transformaciones bastante m¨¢s intensas. A¨²n es demasiado el camino que nos queda.
Mientras nuestros gobernantes insisten en que dentro de 20 a?os estaremos entre las 20 regiones europeas m¨¢s desarrolladas, los c¨¢lculos hechos por Eurostat -el servicio estad¨ªstico de la Uni¨®n Europea- son mucho menos optimistas: calculan que tardaremos a¨²n 60 a?os en alcanzar la media comunitaria; Eurostat, por supuesto, ni se plantea cu¨¢ndo podremos estar entre las 20 primeras regiones.
Es razonable que los socialistas est¨¦n orgullosos de lo que hicieron en los ¨²ltimos 20 a?os. Son evidentes sus logros en campos como la sanidad o la educaci¨®n, pero tampoco es necesario que nos pasemos el resto de nuestras vidas hablando de ello. Ahora toca ver qu¨¦ se hace para superar algunos de los escollos que tenemos a la vista, como, por ejemplo, el fin de las ayudas comunitarias, que pueden comenzar a desaparecer en apenas cuatro a?os.
Felicitemos a los que haya que felicitar. N¨®mbrese hijos predilectos y condec¨®rese a todos los que han sido altos cargos de la Junta. Bauticemos con sus nombres calles y plazas. Felicitemos de paso a los ex dirigentes de las dem¨¢s comunidades y a los del resto de regiones de la Uni¨®n Europea, que tampoco lo han hecho mal. Y luego pong¨¢monos por fin a trabajar en serio. No hay que esperar ni a m¨¢s foros, ni a que pase la Semana Santa, ni la Feria y ni el Roc¨ªo.
No conviene tomarse a broma el futuro.
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