El paisaje canario en sus edificios
Felipe y Jos¨¦ Mar¨ªa se conocen desde que ten¨ªan cuatro a?os. Fueron al mismo Kindergarten, desde la guarder¨ªa hablando alem¨¢n. Y Jos¨¦ Mar¨ªa conoci¨® a Fernando haciendo Bellas Artes, un a?o antes de empezar arquitectura. En Barcelona, adonde trasladaron su expediente desde Las Palmas y donde ya estudiaba Felipe, coincidieron los tres. Terminaron en 1977. Felipe fue el primero en volver a Tenerife, donde le surgi¨® colaborar en el asesoramiento a barrios, mientras sus compa?eros hac¨ªan el proyecto de fin de carrera y disfrutaban los ¨²ltimos meses en una Barcelona de la que guardan los mejores recuerdos. Jos¨¦ Mar¨ªa obtuvo una beca en Stuttgart, pero decidi¨® regresar a la isla porque echaba de menos el sol. Fernando tambi¨¦n hab¨ªa vuelto, as¨ª que en 1979 ya estaban trabajando juntos. Aunque ninguno influy¨® en la decisi¨®n del otro de ser arquitecto, han compartido mucho de sus vidas, y en muchos sentidos. Fueron amigos antes que socios.
'Unos m¨¢s serenos y otros menos, cada edificio es una aventura de sensaciones'
Su primer proyecto, terminado en 1981, fue una gasolinera para Texaco que tiene mucho de tinglado petrol¨ªfero a escala reducida, y por ¨¦l obtuvieron uno de los premios Manuel Ora¨¢ (galardones anuales del Colegio de Arquitectos de Canarias). En las siguientes obras concluidas, el colegio mayor San Agust¨ªn en La Laguna y el pabell¨®n de gimnasia Ana Bautista, estall¨® el caracter¨ªstico lenguaje de AMP, con un vocabulario de materiales poderosos -piedra, hormig¨®n, madera- y una sintaxis expresionista. La pregunta ?de d¨®nde viene eso? tiene varias contestaciones posibles: 'Es el resultado de unos a?os de trabajo en la misma direcci¨®n'; 'hay antecedentes' (se refieren a la obra de arquitectos canarios de los sesenta, como Javier D¨ªaz Llanos, Vicente Saavedra o Rubens Henr¨ªquez), o 'surgi¨® de forma natural'. Y se resumen en una sola: 'Todo lo que hacemos est¨¢ marcado por un territorio, el de las islas Canarias. Nosotros, en el fondo, est¨¢bamos buscando un lenguaje fuerte, muy caracter¨ªstico del sitio; no de las islas, sino del lugar. De haber estado en otra parte distinta habr¨ªamos hecho algo diferente, relacionado con ese lugar. Detr¨¢s estaba adem¨¢s la sensaci¨®n de que con la arquitectura se estaban destrozando las islas; eso nos produjo una reacci¨®n de b¨²squeda de algo con lo que dignificar el paisaje'.
'Antes hab¨ªamos usado el
hormig¨®n liso y la piedra. El colegio mayor lo hicimos todo con hormig¨®n, piedra y madera, que son tres materiales de las islas que luego hemos seguido empleando de distintas formas y con diferentes tratamientos'. De todo esto se saca en claro que no quieren hacer una arquitectura homologable y para cualquier sitio; han escogido precisamente el camino contrario, plenamente conscientes de que la suya es una opci¨®n entre muchas, donde lo que al final se busca es un resultado ¨®ptimo. Que las cosas est¨¦n bien construidas. 'Y eso tiene que ver con que la arquitectura la entendemos como oficio; con materiales como ¨¦sos se consigue que el edificio envejezca bien, incluso que mejore con el paso de los a?os'.
Un salto cuantitativo, de escala, en la trayectoria del estudio fue la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife, que terminaron en 2000. En el interior de este gigantesco palacio de basalto y hormig¨®n, cuyos vol¨²menes maclados dialogan con el perfil abrupto de la cordillera de Anaga, han alojado un fragmento del patrimonio construido de la ciudad, el patio de madera de teca de la Casa Hamilton, y han usado piedra procedente de las diferentes islas (Tindaya de Fuerteventura, roja de La Gomera...).
La colaboraci¨®n con artistas
pl¨¢sticos canarios completa una obra de la que puede pensarse que lleva a su l¨ªmite la manera de hacer arquitectura de AMP: edificios rotundos, definidos por la estructura que los sustenta y caracterizados por la continuidad entre forma y materia. Pero ellos opinan de otro modo: 'No hemos quemado todav¨ªa ning¨²n camino. Vamos a seguir haciendo lo que nos dicte el sitio'.
Un enclave ¨¢spero y semides¨¦rtico del sur de la isla, rodeado por la autopista, les ha inspirado las rocas geom¨¦tricas del nuevo centro de congresos de costa Adeje. 'No hab¨ªa nada; s¨®lo las rocas. Es un no lugar. Y decidimos seguir haciendo rocas, protegidas por una cubierta ondulante. Pero en otros lugares como el Museo Arqueol¨®gico o el Centro Cultural Maretas, dos proyectos de Lanzarote, nos metemos bajo tierra; y el Estadio Insular de Atletismo, que hemos empezado a hacer, tambi¨¦n est¨¢ semienterrado. Lo que intentamos es resolver los problemas del entorno. Detr¨¢s de cada proyecto hay una intenci¨®n de mejora del medio, de completar lo que ya est¨¢'. De nuevo la arquitectura ligada al sitio.
El centro de congresos casi terminado, el estadio de atletismo construy¨¦ndose, pendiente la sede del Cabildo Insular de Tenerife. Aunque tengan m¨¢s repercusi¨®n los edificios grandes e institucionales, 'nuestro estudio tambi¨¦n hace microarquitecturas, como la pieza que hemos presentado en Arco con el artista de Lanzarote Juan Gopar. Y con el mismo entusiasmo que un proyecto grande; en Arco estuvimos dos d¨ªas enteros montando la pieza al relente, trabajando 14 horas seguidas'. Tampoco esta microarquitectura deja de ser una escultura. Nunca han construido una casa ortogonal; ni siquiera sus viviendas sociales lo son. No aspiran a ordenar el mundo, ni a exaltar su desorden; lo suyo es voluntad de integraci¨®n. 'Como lo que nos rodea, nuestra arquitectura no tiene texturas lisas y por eso es paisaj¨ªstica. Unos m¨¢s serenos y otros menos, cada edificio es una aventura de sensaciones'.
Responsabilidad compartida
EN LA ESTELA de salvaguarda del patrimonio natural de Lanzarote que dej¨® C¨¦sar Manrique, el Cabildo Insular y el galerista de D¨¹sseldorf Helge Achenbach convocaron un concurso internacional para recuperar un excepcional paisaje de la isla, en el que participaron los estudios de Miralles y Tagliabue, Ingenhoven y Overdiek, Van Berkel y Bos, G¨¹nter Zamp Kelp y AMP. Y gan¨® el equipo local. Mitad natural, mitad artificial, Las Maretas de Arrecife es una gran plataforma con canales y dep¨®sitos subterr¨¢neos para recoger agua de lluvia, que ser¨¢ transformada por AMP en un centro c¨ªvico y cultural, poniendo en valor lo existente y limitando su intervenci¨®n a unas piezas de perfil bajo que ocupar¨¢n s¨®lo uno de los v¨¦rtices del recinto. Con ello se busca tambi¨¦n la regeneraci¨®n de ocho barrios de Arrecife en torno a este enclave, equilibrando los centros de gravedad de la ciudad y promoviendo la cohesi¨®n social. En el interior de la pieza que Juan Gopar y AMP han llevado a Arco hab¨ªa un peque?o estanque, en el fondo del cual estaba una maqueta de la propuesta para Las Maretas. El artista -que act¨²a como mediador entre los colectivos implicados- y los arquitectos ans¨ªan ver materializado este proyecto com¨²n.
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