Casta y cerebro

'Ya puede uno venir con 200 alergias en los pulmones y medio ojo en la mano que en el San Juan siempre pasan cosas'. Eso dijo Morente a mitad del recital para justificar el pedazo de bronquitis que tra¨ªa y agradecer el clamor que le estaba acompa?ando durante el concierto. El cantaor tiene en el m¨ªtico colegio universitario uno de sus feudos preferidos. Una vez m¨¢s, la entente volvi¨® a funcionar como un reloj anarquista. En la noche que celebraba el D¨ªa de Andaluc¨ªa y los 20 a?os de jazz y flamenco evangelista, Morente convoc¨® todos sus fetiches y fue d¨¢ndoles salida a base de casta y de cerebro. A falta de facultades f¨ªsicas, tir¨® de libertad, tablas, una media voz bastante rozada y mucho arte tranquilo. Y por cantar no qued¨®. Cant¨® la antolog¨ªa entera empezando por la ca?a, la ronde?a, la maravillosa sole¨¢, la siguiriya o las alegr¨ªas, y adem¨¢s recuper¨® La aurora de Nueva York. Despu¨¦s de retirarse, las palmas de tango le obligaron a volver entre el entusiasmo del p¨²blico con asiento o sin ¨¦l. Ah¨ª lleg¨® la gran sorpresa de la noche, cuando mezcl¨® a Antonio Mach¨ªn y a san Juan de la Cruz en unas preciosas buler¨ªas por cupl¨¦. Para terminar, martinetes y fandangos, la sala entera en pie y el Van Morrison del Albaic¨ªn saliendo a hombros de Lorca, Bergam¨ªn y Alberti.