Las reformistas del islam
Se puede ser espa?ola, de izquierdas, partidaria de la plena igualdad de derechos de la mujer y musulmana? 'S¨ª', responde Jadicha Candela, cuya vida desde hace veinte a?os responde a ese perfil. 'Pero es muy dif¨ªcil', admite esta abogada murciana, que trabaja como asesora del Grupo Parlamentario Socialista y es cu?ada de Joaqu¨ªn Almunia. 'Una', prosigue, 'se enfrenta a un prejuicio doble: el de los propios musulmanes, que en su mayor¨ªa mantienen actitudes muy mis¨®ginas, y el de los no musulmanes, para los que eres un bicho raro'.
Este fin de semana, Jadicha Candela est¨¢ en C¨®rdoba, donde se celebra el III Congreso de la Mujer Musulmana. El c¨®nclave agrupa a un centenar de mujeres, en su mayor¨ªa, espa?olas conversas como la propia Candela, y se celebra en plena pol¨¦mica sobre si es o no de recibo el uso del hiyab o velo isl¨¢mico en las escuelas p¨²blicas o concertadas. Candela, que lleva al cabello al descubierto y no cree que haya nada en el Cor¨¢n que establezca la obligatoriedad de tap¨¢rselo, piensa que el caso de F¨¢tima, la chica marroqu¨ª de El Escorial, 'ha sido sacado de contexto y de quicio'. 'Los derechos fundamentales de la persona, y uno es el de la libre expresi¨®n de sus sentimientos religiosos, no pueden ser limitados por reglamentos', dice.
Las reunidas en C¨®rdoba se enfrentan, seg¨²n K¨¢mila Toby, a la 'mala mirada' que sobre una musulmana, y m¨¢s si es occidental, pesa estos d¨ªas
Descendiente de 'hippies'
La norteamericana K¨¢mila Toby tambi¨¦n est¨¢ en C¨®rdoba. Es la presidenta de An Nisa (Las Mujeres), el grupo que organiza el encuentro en la antigua capital del califato y del que Jadicha Candela es la portavoz m¨¢s conocida. K¨¢mila es musulmana porque su madre, una hippy californiana, se convirti¨® al islam en el tr¨¢nsito entre los a?os sesenta y setenta del siglo XX. Pero, ?por qu¨¦ esta mujer, que a¨²n no ha alcanzado los cuarenta, ratific¨® la decisi¨®n, muy discutible para la gran mayor¨ªa de las occidentales, de su progenitora? 'Porque veo que el islam es un instrumento de liberaci¨®n para la mujer.' ?Un instrumento de liberaci¨®n? 'S¨ª, y si los musulmanes no sabemos hacerlo ver as¨ª es porque estamos equivocados. La culpa es nuestra, por habernos apartado del verdadero mensaje del Cor¨¢n y de Mahoma, que era el de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres'.
Desde el 11-S se simplifica hasta la caricatura la pluralidad del islam. Bajo esta denominaci¨®n religiosa, que agrupa a m¨¢s de mil millones de personas, hay una variedad extraordinaria de etnias, lenguas, cultos, costumbres, tradiciones jur¨ªdicas e interpretaciones integristas, conservadoras, piadosas, folcl¨®ricas, m¨ªsticas y hasta reformistas. Pero ahora el siniestro burka con el que los talibanes encarcelaban a las afganas se ha convertido en un s¨ªmbolo de la relaci¨®n entre el islam y la mujer. El encuentro de C¨®rdoba, sin embargo, confirma la diversidad del islam, incluido el que se extiende en suelo espa?ol y se ha convertido ya en la segunda religi¨®n del pa¨ªs. Las mujeres que protagonizan el encuentro pertenecen a lo que podr¨ªa llamarse minor¨ªa progresista, dicen que quieren 'romper los estereotipos' de sus propios correligionarios y de los que no lo son y proponen 'un modelo de mujer musulmana para el siglo XXI que tenga estudios, sea independiente y hable con voz propia'. Son el fermento de todo un feminismo isl¨¢mico.
A la b¨²squeda de nuestras fuentes es el lema del congreso, inaugurado por la duquesa de Medina-Sidonia y clausurado por Micaela Navarro, secretaria del PSOE para la Igualdad, dos mujeres que no son musulmanas. Jadicha Candela sit¨²a esas fuentes en 'el verdadero esp¨ªritu del Cor¨¢n, muy partidario de las mujeres', y en 'la experiencia de la sociedad plural y tolerante de Al Andalus'. 'Queremos musulmanas que est¨¦n en la primera fila, como jueces, m¨¦dicos, abogados, empresarios y pol¨ªticos; queremos mujeres que sean en nuestro tiempo lo que era hace un milenio la poetisa Walada, una mujer libre en sus opiniones y en sus amores, que brillaba en la corte califal de C¨®rdoba'. Esta lectura es muy semejante a la de la escritora marroqu¨ª Fatima Mernissi, cuya 'valent¨ªa' admira Candela y de la que dice que 'aplica la raz¨®n y el sentido com¨²n a los textos sagrados'.
Las reunidas en C¨®rdoba se enfrentan, seg¨²n K¨¢mila Toby, a la 'mala mirada' que sobre una musulmana, y m¨¢s si es occidental, pesa estos d¨ªas. A diferencia de Jadicha Candela, K¨¢mila, que est¨¢ casada con el converso espa?ol Mansur Escudero, tiene cinco hijos y es editora, s¨ª lleva el cabello cubierto. 'Me pongo el hiyab', dice, 'por elecci¨®n propia, como s¨ªmbolo del derecho a mi propia imagen. Admiro a las musulmanas que estos d¨ªas llevan el velo en Espa?a, pese a las miradas raras que sufren en la calle, y tambi¨¦n admiro a las musulmanas, como Jadicha, que no llevan velo, pese a las miradas raras de los musulmanes. No, no creo que el hiyab sea obligatorio. Como la barba del hombre, es un asunto personal'.
El imam de Fuengirola
En el verano de 2000, An Nisa fue pionero en denunciar al imam de Fuengirola y su tristemente c¨¦lebre libro sobre c¨®mo pegar a las esposas sin dejarles marcas. 'La lectura del Cor¨¢n que hizo ese imam fue nefasta y no pod¨ªamos dejarla pasar', dice Jadicha Candela. As¨ª que grupos como An Nisa, del que existen equivalentes masculinos, femeninos y mixtos en el islam oriental y occidental, son el fermento de esa urgente e imprescindible reforma que esta religi¨®n debe hacer para incorporarse a la modernidad universal de la democracia, los derechos humanos, la igualdad de los sexos y la separaci¨®n entre religi¨®n y pol¨ªtica. 'El verdadero problema, la verdadera lucha', dice Jadicha, 'est¨¢ en el interior del islam. Nuestra religi¨®n se qued¨® anquilosada cuando en su seno naci¨® una casta de intermediarios, un aparato de ulemas. Se perdi¨® as¨ª la esencia de una religi¨®n que no necesita cl¨¦rigos, que se basa en la relaci¨®n directa entre el creyente y su libre esp¨ªritu y Dios'.
Participan tambi¨¦n en el congreso musulmanas nacidas fuera de Espa?a, pero residentes aqu¨ª. Y sobre ¨¦l planea el debate sobre el llamado multiculturalismo. Jadicha Candela y K¨¢mila Toby piensan que ¨¦se es otro asunto que se est¨¢ desenfocando. 'La f¨®rmula para asumir la nueva pluralidad religiosa de Espa?a y para integrar a los inmigrantes', dice Candela, 'es bien simple: resp¨¦tese la libertad de creencias y formas de vida que establece nuestra Constituci¨®n y acepte todo el mundo los valores comunes democr¨¢ticos, pluralistas, tolerantes y humanistas de esa Constituci¨®n. Derechos y deberes ciudadanos iguales para todos, ¨¦sa es la soluci¨®n racional'.
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