Cerebros activos
Los 800 alumnos del IES Averroes de C¨®rdoba disfrutan de una fiesta matem¨¢tica
Sobre la mesa descansa una alfombrilla cuadriculada, como una rayuela en miniatura, y una monta?a de n¨²meros de gomaespuma de todos los colores. A pesar de su aspecto inofensivo, de juguetes de guarder¨ªa, estos objetos provocan grandes quebraderos de cabeza a los presentes. El reto consiste en disponer ocho de los n¨²meros sobre la alfombrilla de manera que los correlativos no se toquen, es decir, que el cinco debe estar, al menos, a dos casillas de distancia del cuatro y del seis, y el tres, bien lejos del cuatro y del dos.
Uno se estruja los sesos in¨²tilmente. Por m¨¢s inter¨¦s que se ponga, la regla siempre se incumple: empieza a cundir el des¨¢nimo. Pero no. Cuando uno se rinde, Beatriz Algaba, toda eficiencia adolescente, coloca los n¨²meros en un segundo y dice '?ves?'. Beatriz, de 2? de ESO, es una de las alumnas del Instituto Averroes de C¨®rdoba que participa en el D¨ªa de las Matem¨¢ticas, una jornada dedicada a mostrar a los estudiantes la cara m¨¢s festiva y estimulante de esta ciencia.
Alfonso Rodr¨ªguez, jefe del departamento de Matem¨¢ticas del instituto, enumera todo lo que han organizado para los 800 estudiantes del centro. 'Adem¨¢s de los juegos en el gimnasio, hemos programado pel¨ªculas, una conferencia muy amena sobre las ra¨ªces culturales y religiosas de las Matem¨¢ticas, el Bingo Matem¨¢tico y la Matemagia'. Dos aclaraciones: el Bingo Matem¨¢tico se parece bastante al convencional, s¨®lo que en vez de cantar '15, uno-cinco' se canta 'la cuarta parte de 60', o 'el 10% de 150'. La Matemagia puede definirse como un conjunto de artes adivinatorias basadas en el c¨¢lculo. Se pide al alumno que piense un n¨²mero, que lo multiplique por su talla de zapato, que sume el a?o en que naci¨® y que reste la edad de su perro, por ejemplo. De los resultados se obtienen interesantes datos personales.
Los chicos, llenos de entusiasmo cient¨ªfico, se divierten ruidosamente. Al lado de la mesa donde Beatriz Algaba y sus compa?eras Azahara Garc¨ªa y Ayesa Garrido se afanan con los n¨²meros de colores y las alfombrillas, mostrando ahora otro juego, tan dif¨ªcil como el anterior, que obliga a colocar las cifras de modo que sumen 15 y s¨®lo 15, est¨¢ Juanlu Carracedo, que sostiene una extra?a amalgama formada por una papelera de rejilla, tres pelotas de goma, un aro de pl¨¢stico y dos cuerdas.
Juanlu asegura pl¨¢cidamente que se puede extraer el aro de esa inextricable mara?a sin romper ni cortar ni machacar nada, a fuerza de sentido com¨²n. Y lo hace. ?Pero qu¨¦ tiene que ver todo esto con las Matem¨¢ticas? 'La relaci¨®n est¨¢ en que tienes que ejercitar la mente, buscar respuesta a los problemas por ti mismo', se?ala Juanlu. 'Es muy ¨²til', sentencia Isabel Mar¨ªa Bravo, que anda desentra?ando otros enigmas por all¨ª cerca, 'te hace pensar y desarrollar tus capacidades'. As¨ª se renuevan las ciencias.
Desaf¨ªos num¨¦ricos
No es la primera vez que las Matem¨¢ticas se usan como pretexto para estimular cerebros j¨®venes. La Sociedad Andaluza de Educaci¨®n Matem¨¢tica Thales, a la que pertenecen varios profesores del Instituto Averroes, y el grupo Matem¨¢ticas en la Calle (que tambi¨¦n realiza actividades l¨²dicas, pero no en centros de ense?anza, como en esta ocasi¨®n, sino en plena v¨ªa p¨²blica, con el fin de enganchar al p¨²blico en general) ya tienen bastante experiencia en este arte de convertir una ciencia eminentemente abstracta en diversiones muy s¨®lidas. Este a?o, la fase regional de la 18? Olimpiada Matem¨¢tica, que organiza Thales, se celebrar¨¢ en C¨®rdoba a principios de mayo, y reunir¨¢ a j¨®venes estudiantes de toda Andaluc¨ªa. Sus objetivos se parecen como una gota de agua a los de esta curiosa jornada escolar. Para empezar, se pretende fomentar una actitud positiva hacia las Matem¨¢ticas, que no tienen porqu¨¦ resultar aburridas, ni incomprensibles, ni contemplarse como un castigo divino. Se trata de convertir las dificultades en desaf¨ªos y los esfuerzos intelectuales en aventuras. Los profesores buscan impulsar la creatividad de sus alumnos: empujarles a tomar decisiones, potenciar el pensamiento divergente, es decir, la capacidad de enfrentarse inteligentemente a los imprevistos, de salirse de los ra¨ªles prefijados y de buscar soluciones nuevas por v¨ªas alternativas. Partiendo de todo esto, en la Olimpiada se plantean problemas atractivos y asequibles, algunos c¨®micos, otros meramente retadores, todos dentro del rango de conocimientos de cualquier alumno de 2? de ESO. El a?o pasado, por ejemplo, hubo ejercicios sobre el euro, que entonces era todav¨ªa una entelequia que hab¨ªa que traducir a pesetas contantes y sonantes; sobre un motorista que avanzaba por una autopista a una velocidad misteriosa y se paraba a poner gasolina justo cuando su cuentakil¨®metros se hab¨ªa detenido en un n¨²mero capic¨²a; sobre un mosquito enamorado que deb¨ªa recorrer una distancia desconocida para encontrarse con su novia Melinda; sobre una muchacha que sub¨ªa las escaleras de tres en tres; en fin, sobre cualquier cosa que pueda reducirse a una hermosa (y exacta) ecuaci¨®n.
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