Normalizaci¨®n suiza
Ginebra es la capital europea de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas. Pero si la ONU y muchas de sus agencias especializadas hab¨ªan escogido como sede a Suiza, este pa¨ªs no hab¨ªa querido hasta ahora entrar como miembro de pleno derecho en la organizaci¨®n por temor a que ello cuestionase su neutralidad. El domingo, en refer¨¦ndum, los suizos han puesto fin a esta absurda anomal¨ªa. Suiza se convertir¨¢ en septiembre en el Estado n¨²mero 190 de una ONU en la que durante 57 a?os ha mantenido un estatuto de observador permanente.
En 1986, todav¨ªa en la guerra fr¨ªa, los suizos rechazaron de forma aplastante ingresar en la ONU, pese a haber sido miembros fundadores de su precursora, la Sociedad de Naciones. En un pa¨ªs rodeado de Estados amigos y en un mundo diferente ha triunfado ahora el s¨ª en las dos mayor¨ªas exigidas: 54,6% de los votos y 12 cantones (frente a 11 en contra). No se les podr¨¢ acusar de falta de democracia. Si hoy se celebrara un refer¨¦ndum similar en EE UU su resultado ser¨ªa dudoso.
La consulta, en la que ha hecho campa?a por el no el derechista Partido Popular de Christoph Bolcher, ha puesto de relieve un pa¨ªs dividido por diversas fracturas. Los cantones franc¨®fonos han votado a favor, mientras los german¨®fonos lo han hecho en contra, con la excepci¨®n del centro financiero de Z¨²rich. Las grandes ciudades han apoyado el pleno ingreso en la ONU, mientras que las peque?as y el campo se han opuesto.
En todo caso, el resultado, que se formalizar¨¢ en la Asamblea General de oto?o, es un paso importante en la normalizaci¨®n del papel internacional de Suiza, una isla rodeada por la UE -un refer¨¦ndum en 1992 rechaz¨® un acuerdo con la Uni¨®n ante el temor de que fuera un precedente hacia su eventual incorporaci¨®n-, con importantes multinacionales globalizadas, y que sigue siendo el destino privilegiado de dinero negro. Suiza no pierde neutralidad, aunque tal concepto ha cambiado de sentido, y puede aportar a la ONU su tradici¨®n humanitaria, y aunque en 1994 los suizos rechazaron la participaci¨®n de sus tropas en operaciones de mantenimiento de la paz, ahora podr¨¢ involucrarse m¨¢s en este tipo de tareas.
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