El Manifiesto
?Recuerdan la idea de Marx seg¨²n la cual el proletariado, al defender sus intereses particulares, defiende los de toda la humanidad? Los nacionalistas vascos se han acogido a ella para justificar su resistencia a la propuesta del PP de desalojar de 17 ayuntamientos a los alcaldes de Batasuna.
El a?o pr¨®ximo hay elecciones municipales. En las de 1999, en plena tregua, Batasuna consigui¨® sus mejores resultados: el 20% de los votos, casi seis puntos (y 70.000 sufragios) m¨¢s que en las anteriores. PNV y EA esperan que, como ya ocurri¨® en las auton¨®micas, esos votos se trasladen ahora a sus listas: compensar¨ªan as¨ª la p¨¦rdida de votos moderados y de nuevo se librar¨ªan de pagar precio alguno por los efectos desestabilizadores de su deriva soberanista. Pero para asegurarse el trasvase tienen que evitar iniciativas que puedan hacer dudar a esos electores de Batasuna. Por eso, Arzalluz ha rechazado cualquier posibilidad de ilegalizaci¨®n del brazo pol¨ªtico de ETA, y por eso tambi¨¦n evitar¨¢ su partido apoyar las mociones de censura contra los alcaldes.
Se trata de un inter¨¦s particular, pero los te¨®logos de la causa han encontrado una noble coartada: nada es tan eficaz para aislar a Batasuna como arrebatarle sus votos. El inter¨¦s particular del PNV coincidir¨ªa, as¨ª, con el de todos los dem¨®cratas. Hay una objeci¨®n posible: de poco sirve que Batasuna pierda sus votos si su programa es asumido por quien los gana. Se estar¨ªa avalando la v¨ªa rupturista, rechazada en su d¨ªa por el PNV.
Seg¨²n el ex lehendakari Garaikoetxea, si en la negociaci¨®n del Estatuto no se consider¨® imprescindible plantear la autodeterminaci¨®n fue porque hab¨ªa asuntos m¨¢s urgentes, como 'el idioma, las infraestructuras, el expolio fiscal, y la mayor¨ªa de este pueblo lo entendi¨® as¨ª'. Es una interpretaci¨®n parcial. Sobre todo se plante¨® as¨ª porque la sociedad vasca hab¨ªa revelado su pluralidad. En las dos elecciones legislativas celebradas antes del refer¨¦ndum, los nacionalistas sumaron en promedio el 42% de los votos; los no nacionalistas, el 46%.
Garaikoetxea realiz¨® esas declaraciones en su comparecencia de la semana pasada ante la Comisi¨®n Parlamentaria de Autogobierno, en la que defendi¨® la necesidad de un nuevo marco basado en el reconocimiento de la autodeterminaci¨®n. El diario abertzale Gara informaba ayer de la aprobaci¨®n por parte de una comisi¨®n de la C¨¢mara de Representantes del Estado norteamericano de Idaho de una moci¨®n, presentada por un ciudadano de origen vasco, en favor del cese de la violencia en Euskadi en la que se menciona 'el derecho de los vascos a la autodeterminaci¨®n'. Seg¨²n Arnaldo Otegi, la moci¨®n confirma que la 'opini¨®n p¨²blica internacional' reconoce que la autodeterminaci¨®n es 'la ¨²nica v¨ªa' para solucionar 'el conflicto'.
La autodeterminaci¨®n, en opini¨®n del profesor Juan Linz, de la Universidad de Yale, investido doctor honoris causa por la del Pa¨ªs Vasco hace tres semanas, 'romper¨ªa lazos familiares y sociales' y s¨®lo servir¨ªa para 'exacerbar el conflicto'. ?Qu¨¦ pasar¨ªa, se preguntaba en una entrevista reciente (El Correo, 15-2-02), 'si ?lava o Vizcaya votaran en contra'? Es l¨®gico que Batasuna apueste por una propuesta desestabilizadora, pero no lo es que la incorporen a su programa partidos con responsabilidades de gobierno.
A diferencia del nacionalismo catal¨¢n, que ha querido subrayar la constitucionalidad de su programa m¨¢ximo de autogobierno, presentado estos d¨ªas, el PNV parece m¨¢s interesado en justificar el rupturismo que en tal o cual reivindicaci¨®n. Seg¨²n la estrategia de desbordamiento del marco auton¨®mico dise?ada por Ibarretxe, los trabajos de la Comisi¨®n de Autogobierno deber¨ªan desembocar en una consulta a la poblaci¨®n que fundara una legitimidad alternativa a la actual; pero no sobre la independencia, sino sobre la autodeterminaci¨®n; para contabilizar a su favor los votos de todos los despistados que consider¨¢ndose contrarios a la independencia defienden la idea del refer¨¦ndum como 'revulsivo': la expresi¨®n es de Daniel D¨ªez, secretario de las Juventudes Socialistas de Euskadi (Deia 4-4-2000). A la pregunta de 'en qu¨¦ terminos y para decidir qu¨¦' defend¨ªa la celebraci¨®n de una consulta respond¨ªa con estas palabras: 'Realmente, no lo s¨¦. Nosotros lanzamos de alguna manera la primera piedra'. Contra su propio tejado, hubiera dicho el Marx de El Manifiesto.
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