Fallece a los 60 a?os el escritor y editor Carlos Casares, eje de la cultura gallega
El autor de 'Xoguetes para un tempo prohibido' estaba a punto de publicar su nueva novela
Un pu?etazo de estupor despert¨® ayer al mundo de la cultura gallega. Con las primeras luces del d¨ªa, horas despu¨¦s de haber asistido a un acto cultural, el escritor, editor y presidente del Consello da Cultura Galega, Carlos Casares, fallec¨ªa repentinamente a los 60 a?os a causa de un infarto. Su obra, escrita en el idioma de su tierra y poco conocida en el resto de Espa?a, pese a la traducci¨®n al castellano, llev¨® en los a?os setenta un aliento renovador a la literatura gallega por su cosmopolitismo y su vocaci¨®n humanista. Casares iba a publicar en los pr¨®ximos d¨ªas una nueva novela, O sol do ver¨¢n.
'Se nos va un hombre en su madurez intelectual, todav¨ªa con muchos proyectos por hacer', sentenci¨® el consejero de Cultura de la Xunta de Galicia, Jes¨²s P¨¦rez Varela. Aunque algunas personas que le vieron a ¨²ltima hora del viernes le notaron un poco desmejorado, Casares hab¨ªa hecho ese d¨ªa una vida normal. Escribi¨® su columna diaria para La Voz de Galicia, y por la noche asisti¨® en Vigo a un homenaje a Francisco Fern¨¢ndez del Riego, ex presidente de la Real Academia Galega, a la que pertenec¨ªa. All¨ª, hizo sus ¨²ltimas declaraciones p¨²blicas a la emisora auton¨®mica Radio Galega con una semblanza de Del Riego que, en ciertos aspectos, se podr¨ªa aplicar a s¨ª mismo: 'Un hombre entre el humanismo y el hedonismo'.
Finalizado el acto regres¨® a su casa de Nigr¨¢n, en las afueras de Vigo, donde a medianoche comenz¨® a sentir un fuerte dolor en el pecho. Fue trasladado al hospital Xeral de Vigo, donde se le diagnostic¨® un infarto, y de all¨ª a la residencia de Meixoeiro, para ser intervenido quir¨²rgicamente. Los m¨¦dicos le practicaron sin ¨¦xito un cateterismo, y Casares falleci¨® a las 7.30 horas de ayer.
Nacido en Xinzo de Limia (Ourense) el 24 de agosto de 1941, casado con una mujer sueca y padre de dos hijos, pocas cosas le quedaron por hacer. Viajero y lector incansable, mantuvo una ¨ªntima amistad con ?lvaro Cunqueiro, con Ram¨®n Pi?eiro -el gran ide¨®logo galleguista de la posguerra- o con Gonzalo Torrente Ballester, a quien frecuentaba a diario durante los veraneos en Galicia del fallecido autor de La saga/fuga de J.B.
Fue desde periodista deportivo hasta diputado en el primer Parlamento gallego, elegido como independiente con el PSG-PSOE. Catedr¨¢tico de Literatura, era presidente del Pen Club de Galicia y dirig¨ªa la editorial Galaxia, fundada por los galleguistas en la posguerra como un instrumento de resistencia frente al yugo cultural de la dictadura.
Conversador fuera de serie, siempre con un desternillante arsenal de an¨¦cdotas a mano, ten¨ªa una aversi¨®n casi f¨ªsica al enfrentamiento y el conflicto. 'Uno de sus mayores empe?os era lograr que cualquier discusi¨®n transcurriese con elegancia', recordaba ayer el escritor Suso de Toro. Esa tolerancia casi ilimitada le acarre¨® parad¨®jicamente algunos disgustos: desde el nacionalismo m¨¢s radical se le se?al¨® en ocasiones como una especie de traidor.
En Casares se produc¨ªa una identificaci¨®n casi total entre su personalidad y su estilo como escritor. Tanto en su prosa como en su vida trat¨® de huir de la pompa y del exceso de ret¨®rica. Su esfuerzo literario fue una pugna por la b¨²squeda de un estilo sencillo, l¨ªmpido, de una luminosa transparencia. Seguramente en el fondo era un esc¨¦ptico o incluso un pesimista, pero lo encubr¨ªa con una iron¨ªa radiante y amable y con una actitud vitalista. Sus novelas se inscriben en la tradici¨®n del realismo, aunque muy adaptado a su ¨¦poca y con un aliento cosmopolita -su escritor de referencia era Albert Camus- que rompi¨® en su d¨ªa con el costumbrismo de la literatura gallega.
Debut¨® en 1967 con el libro de relatos Vento ferido, y alcanz¨® su gran ¨¦xito ocho a?os despu¨¦s con la novela Xoguetes para un tempo prohibido, testimonio de la resistencia antifascista en Galicia. Tambi¨¦n hizo incursiones en el teatro y la biograf¨ªa, para la que estaba especialmente dotado, y mantuvo colaboraciones fijas en la prensa diaria. Su ¨²ltima novela publicada, Deus sentado nun sill¨®n azul, data de 1996. Aunque recibi¨® en dos ocasiones el Premio de la Cr¨ªtica espa?ola y fue finalista del Premio Nacional de Narrativa, su obra tuvo poco eco fuera de Galicia. Estos d¨ªas estaba preparando la salida de O sol do ver¨¢n, novela construida a partir de una historia de amor.
Babelia
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