G¨¦nero de primera

'Aqu¨ª est¨¢ el mejor grupo gitano del mundo', anuncia el presentador, y aparecen los rumanos tocando a un tempo enloquecido. La faena cantada del veterano Cacurica aporta luego algo de sosiego. Obedeciendo al principio de rotaci¨®n que emplean algunos entrenadores de f¨²tbol, ellos van y vienen del escenario, y rara vez est¨¢n los doce presentes. Los m¨¢s j¨®venes pisan fuerte el acelerador. Los de mayor edad -ya sin los patriarcas Neacsu y Manole- estar¨ªan m¨¢s por la l¨ªrica. Y se roban aplausos con la misma facilidad con que Robin Hood se zafaba de los malvados. Son una banda de pueblo. El suyo es Clejani, cerca de Bucarest, y, desde la muerte del tirano Ceaucescu han llevado su m¨²sica por el mundo. Cuentan con el aprecio de artistas como Johnny Depp, pero en su pa¨ªs dif¨ªcilmente se les reconoce m¨¦rito alguno: el racismo vaga libremente, como bien saben los roman¨ªs. Venden g¨¦nero de primera. Si no garantizan que disminuya el n¨²mero de divorcios, con ellos las bodas resultan mucho m¨¢s divertidas y los entierros menos tristes. Puro swing c¨ªngaro.