Extracci¨®n de ri?¨®n por laparoscopia para reducir el riesgo en las donaciones
El Cl¨ªnico de Barcelona aplica la t¨¦cnica para aumentar el n¨²mero de donantes vivos
Donar un ri?¨®n es siempre una decisi¨®n trascendental. Conscientes de las dificultades que implica tomar esta determinaci¨®n y con casi 4.000 espa?oles en lista de espera para recibir un ri?¨®n, los investigadores no paran de buscar los m¨¦todos de extirpaci¨®n m¨¢s seguros y menos invasivos. Siguiendo esta l¨ªnea, el hospital Cl¨ªnico de Barcelona ha aplicado por primera vez en Espa?a una t¨¦cnica quir¨²rgica que disminuye a menos de la mitad el tiempo de hospitalizaci¨®n necesario y reduce las dimensiones de las cicatrices. El objetivo final es aumentar el n¨²mero de donantes vivos, que en Espa?a no suponen m¨¢s del 3% sobre la cifra total. En los pa¨ªses n¨®rdicos, en cambio, se ha llegado al 20% y en Estados Unidos o Canad¨¢, hasta el 40%.
La t¨¦cnica aplicada en el hospital Cl¨ªnico es la llamada 'nefrectom¨ªa laparosc¨®pica', que extirpa el ri?¨®n del donante sin cirug¨ªa abierta, utilizando un aparato denominado laparoscopio. Es una t¨¦cnica similar a la que se emplea para extirpar ves¨ªculas biliares o hacer resecciones de tumores. Las ventajas de la v¨ªa laparosc¨®pica son importantes: el posoperatorio es m¨¢s confortable, la recuperaci¨®n f¨ªsica m¨¢s r¨¢pida, y ya no hacen falta tiempos de hospitalizaci¨®n de siete u ocho d¨ªas como ocurre con las actuales t¨¦cnicas.
El jefe del servicio de urolog¨ªa del hospital Cl¨ªnico, Joan Alcover, explica que la v¨ªa laparosc¨®pica consiste en realizar peque?as incisiones que permiten introducir una c¨¢mara, un bistur¨ª y una fuente de luz. 'Una vez el ri?¨®n es liberado, se mete en una bolsa y se extirpa a trav¨¦s de un peque?o corte en la zona p¨²bica, lo que minimiza mucho el impacto de las cicatrices'.
En opini¨®n de Alcover, el conocimiento de esta t¨¦cnica 'puede ayudar a incrementar el n¨²mero de personas que en un momento dado deciden dar un ri?¨®n a una persona cercana'. En algunas ocasiones, familiares o amigos del enfermo que requiere un trasplante renal no se deciden a dar uno de sus ri?ones por miedo a la envergadura de la operaci¨®n y a las dificultades que ¨¦sta implica. Con la v¨ªa laparosc¨®pica, la cicatriz del donante se reduce de 20 cent¨ªmetros hasta 8, y ¨¦sta, adem¨¢s, queda menos visible, ya que la extracci¨®n se realiza por la zona del pubis y no a trav¨¦s del abdomen.
Los responsables del Cl¨ªnico creen que procedimientos como este tienen que ayudar a aumentar el n¨²mero de donaciones. De hecho, este fen¨®meno ya ha se ha observado en hospitales como el Centro M¨¦dico de la Universidad de Maryland (EE UU), donde tras cuatro a?os utilizando esta t¨¦cnica se ha duplicado el n¨²mero de donantes vivos.
Aumentar este tipo de donaciones es una de las prioridades de la sanidad espa?ola, ya que en los ¨²ltimos a?os la media de edad de los donantes de ri?¨®n ha aumentado considerablemente. 'En general, las donaciones que se registran proceden de personas que mueren a los 75 a?os o m¨¢s, y en muchas ocasiones los ¨®rganos ya est¨¢n deteriorados', afirma Alcover. Entre 1995 y 2000 se duplic¨® el n¨²mero de ri?ones donados que tuvieron que desecharse por estar deteriorados.
Uno de los requisitos para realizar el trasplante es que el donante y el receptor tengan edades similares; por otra parte, enfermedades como la arterosclerosis, frecuente en las personas de edad avanzada, hacen la intervenci¨®n m¨¢s dif¨ªcil. El sistema sanitario, sin embargo, depende cada vez m¨¢s de las donaciones de los mayores, sobre todo de personas que superan los 65 a?os y que fallecen por causas naturales. Es en esta franja de edad donde los expertos esperan aumentar m¨¢s la tasa de donaciones.
Espa?a, con un ¨ªndice de 33 donantes por mill¨®n de habitantes, es uno de los pa¨ªses del mundo m¨¢s sensibilizados, aunque desde hace dos a?os se observa un estancamiento en el n¨²mero de donaciones que comienza a preocupar a los expertos.
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