La participaci¨®n de los festeros y el medio ambiente
Los ciudadanos de esta villa estamos inquietos ante las fechas que se avecinan y en las que todo lo normal se trastoca. Los unos, emocionados, se vestir¨¢n y vestir¨¢n a los suyos de las mejores galas para sumergirse en la fiesta. Otros se enfrentar¨¢n con mal humor a la perturbaci¨®n de su compulsiva actividad productiva o mercantil puesto que nada estar¨¢ en orden y a su tiempo: ?vaya contrariedad! Otros, entre los que confieso encontrarme, capearemos como podamos la tormenta humana a nuestro alrededor; intentaremos sobrevivir a los tumultos, a la traici¨®n de las explosiones en los pies y, sin embargo, intentaremos apreciar algunas de las virtudes que, pese a todo, tienen estos fen¨®menos estacionales cuando todo se enloquece.
Esta propuesta ha sido presentada varias veces sin que se hayan emprendido iniciativas
En los ¨²ltimos a?os han sido frecuentes las cr¨ªticas al uso excesivo de materiales de s¨ªntesis
Cada a?o, desde hace tiempo, se publican art¨ªculos cr¨ªticos con algunos aspectos de la actividad fallera que provocan molestias medioambientales. Siendo la fiesta grande de Valencia y estando tan profundamente asumido ese valor de ruptura con todo comportamiento serio de la vida rutinaria, es preciso partir de la realidad de que la ruptura de normas es una necesidad psicol¨®gica, tambi¨¦n para el fallero. Tomar la calle, interrumpir el tr¨¢fico, y participar, es un fest¨ªn de comunicaci¨®n vecinal que ser¨ªa impensable pudiera realizarse en cualquier otra circunstancia de normalidad. La anormalidad en las actividades es, de ese modo, el tel¨®n de fondo que propicia y justifica la libertad y el anarquismo de la fiesta. Resulta a mi juicio muy interesante ver c¨®mo, al fin, son ocupadas las calles para la diversi¨®n; se desechan los autos y no sucede nada grave.
Sin embargo, algunas situaciones particulares han ido evolucionando hasta alcanzar hoy algunos l¨ªmites que deber¨ªan incitar a la reflexi¨®n. El respeto a las minor¨ªas no festeras no est¨¢ recogido expresamente en la declaraci¨®n solemne de derechos pero parece claro que ¨¦stas necesitar¨ªan a veces protecci¨®n expresa. Por otra parte, la obligaci¨®n de proteger el medio ambiente (tambi¨¦n el urbano) y el derecho a disfrutarlo por todos s¨ª se encuentra regulado en nuestra Constituci¨®n. La preocupaci¨®n por el medio ambiente ha ido asumi¨¦ndose en toda la poblaci¨®n festera o no y hoy hablar de ecolog¨ªa y de ecologismo es dar referencias ¨¦ticas que condicionan casi toda la actividad que relaciona a los humanos, entre s¨ª y con respecto al entorno: natural, urbano y dom¨¦stico.
En los ¨²ltimos a?os han sido frecuentes las cr¨ªticas al excesivo uso de materiales de s¨ªntesis en la construcci¨®n de fallas, pinturas, pl¨¢sticos, etc. Cada vez con m¨¢s vigor, los falleros son incitados a producir monumentos m¨¢s atrevidos estructuralmente que no ser¨ªan posibles si s¨®lo se utilizaran los materiales tradicionales de madera, cart¨®n yeso y trapo. Con las llamas, la emisi¨®n de productos de la combusti¨®n produce humos y gases que asustar¨ªan a cualquier gestor de la atm¨®sfera urbana. Por otra parte, durante los d¨ªas de fiesta, el uso de enormes cantidades de materiales medioambientalmente desaconsejables, y no siempre necesarios, llena las calles de residuos que podr¨ªan ser mejor gestionados por los propios falleros -o con ayuda del Ayuntamiento- a?adiendo un componente moral de expresi¨®n de amor al medio ambiente urbano y a la barriada. En definitiva, del aprecio de lo propio que es lo que llamamos autoestima.
La instituci¨®n de los premios a las fallas m¨¢s ecol¨®gicas podr¨ªa constituirse en forma de un est¨ªmulo positivo para que, a trav¨¦s de la actividad festera, la sociedad valenciana-urbana se incorporase a un proyecto de valorizaci¨®n de su medio ambiente urbano. Siendo las comisiones falleras, quiz¨¢ el colectivo estructurado m¨¢s importante de entre lo que se llama 'sociedad civil' urbana en Valencia, el introducir la inquietud por las responsabilidades medioambientales a trav¨¦s de ese sector social es el objetivo principal de esta propuesta.
- Propuesta
Se deber¨ªa establecer un premio a las fallas m¨¢s ecol¨®gicas en cada una de las dos modalidades.
¡¤ A la falla m¨¢s ecol¨®gica, que deber¨ªa estar construida con materiales tradicionales y/o, alternativamente, con el uso m¨ªnimo de los que puedan producir efectos negativos sobre el medio ambiente.
¡¤ A la fiesta m¨¢s ecol¨®gica: El espacio urbano dentro del barrio correspondiente a la falla est¨¢ bien gestionado por la comisi¨®n correspondiente; se producen los m¨ªnimos residuos no reciclables y se dispone de contenedores selectivos para los diferentes tipos de basura que est¨¢n bien instalados y mantenidos durante la fiesta. Se recoge el vidrio, el papel, etc, como el resto del a?o. Y se controla de manera razonable la utilizaci¨®n de petardos fuera de las horas de fiesta programadas.
Los premios, con car¨¢cter experimental, se convocar¨ªan como uno m¨¢s entre los que se conceden cada a?o por la Junta Central Fallera (JCF) u otras entidades y en la concesi¨®n podr¨ªan estar implicadas otras instituciones. Dada la naturaleza de la convocatoria y la necesidad de distinguir el nuevo enfoque, las fallas premiadas recibir¨ªan, a posteriori, una recompensa especial consistente, por ejemplo, en una fiesta en alguno de los parajes naturales de la Comunidad invitados por alguna Instituci¨®n (Universidad Polit¨¦cnica o de Estudis Generals, Consejer¨ªa de Medio Ambiente, etc.) y la incorporaci¨®n a alguno de los programas de formaci¨®n o educaci¨®n ambiental coordinados con la comisi¨®n de las fallas medioambientales ganadoras durante el a?o siguiente.
- Participaci¨®n
Las comisiones falleras que desearan participar en la convocatoria a los mentados premios lo har¨ªan saber al jurado, con anticipaci¨®n a las fiestas, para que una visita a los talleres falleros, a lo largo del proceso de construcci¨®n de las fallas antes de la plant¨¤ y a los barrios, durante la fiesta, pudiera proporcionar los criterios de adjudicaci¨®n; en forma de 'auditor¨ªa ambiental menor' ser¨ªa realizada por personal experto seleccionado por las entidades implicadas (universidades, asociaciones de consumidores, minoristas o empresarios, Agencia Valenciana de la Calidad o tantas otras) aplicando unos criterios t¨¦cnicos previamente dados a conocer. La participaci¨®n inicialmente quiz¨¢ fuera reducida, pero con seguridad el poder ejemplificador de la iniciativa y el est¨ªmulo de sana competencia har¨ªa necesario ampliar en futuras ediciones el n¨²mero de premios, as¨ª como adaptar el criterio de los mismos a las circunstancias que se produzcan.
- Jurado
Como aplicaci¨®n de las directrices marcadas por la Agenda Local 21 -a la que ya se han adherido formalmente centenares de municipios valencianos y la misma ciudad de Valencia- en su 'programa de acciones en el ¨¢mbito de la Administraci¨®n Local (capt. 28) las acciones deben emprenderse en el sentido de hacer participar a la mayor parte posible de las instituciones implicadas en el ¨¢mbito de los municipios'. As¨ª pues, en la instituci¨®n de los premios a las fallas ecol¨®gicas se har¨ªa participar adem¨¢s de a los falleros como principales protagonistas, a alguno de los grupos ecologistas locales o nacionales, que dar¨ªan credibilidad ante la opini¨®n p¨²blica, extender¨ªan la participaci¨®n ciudadana y proporcionar¨ªan una oportunidad de ampliar la base social de la cultura fallera.
Un modelo de jurado podr¨ªa, por ejemplo estar formado por:
¡¤ La alcaldesa como presidenta de honor (representada y/o acompa?ada por el concejal responsable de Medio Ambiente)
¡¤ Concejal/a de Juventud
¡¤ Las personas que en calidad de expertos propongan las universidades de Valencia.
¡¤ Una persona representante de la JCF que haya sido nominada al efecto como coordinadora de asuntos falleros medioambientales.
¡¤ Un profesional perteneciente al gremio de artistas falleros.
¡¤ El presidente de la asociaci¨®n (grupo ecologista) de mayor implantaci¨®n en la ciudad de Valencia.
¡¤ El presidente de la asociaci¨®n de consumidores.
Se solicitar¨¢ colaboraci¨®n para asistencia al jurado, en calidad de expertos, de profesionales procedentes del Instituto del Pl¨¢stico, del Cuerpo de Bomberos y de los que se considere oportuno para mejor criterio de valoraci¨®n.
Los jurados visitar¨ªan las fallas candidatas, seleccionadas a partir de un informe de auditor¨ªa que ser¨ªa realizado por un grupo de colaboradores expertos/becarios que podr¨ªan ser seleccionados por las universidades valencianas entre los alumnos de las nuevas carreras de Ciencias Ambientales y que se ocupar¨ªan as¨ª de realizar el trabajo de campo. La direcci¨®n t¨¦cnica de los programas de auditor¨ªa ser¨ªa asumida por una comisi¨®n t¨¦cnica del Foro Ambiental al que compromete la implantaci¨®n de la futura Agenda Local 21 valenciana.
Nota: Esta propuesta fue presentada repetidamente a las autoridades municipales; directamente ante el concejal responsable de festejos en enero de 1999. Pese a la buena acogida en una entrevista propiciada por la concejal de la Juventud no ha sido, hasta hoy, emprendida ninguna iniciativa al respecto. Posteriormente, en 2001 fue propuesta en el Consejo Asesor del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valencia con igual resultado.Los ciudadanos de esta villa estamos inquietos ante las fechas que se avecinan y en las que todo lo normal se trastoca. Los unos, emocionados, se vestir¨¢n y vestir¨¢n a los suyos de las mejores galas para sumergirse en la fiesta. Otros se enfrentar¨¢n con mal humor a la perturbaci¨®n de su compulsiva actividad productiva o mercantil puesto que nada estar¨¢ en orden y a su tiempo: ?vaya contrariedad! Otros, entre los que confieso encontrarme, capearemos como podamos la tormenta humana a nuestro alrededor; intentaremos sobrevivir a los tumultos, a la traici¨®n de las explosiones en los pies y, sin embargo, intentaremos apreciar algunas de las virtudes que, pese a todo, tienen estos fen¨®menos estacionales cuando todo se enloquece.
Cada a?o, desde hace tiempo, se publican art¨ªculos cr¨ªticos con algunos aspectos de la actividad fallera que provocan molestias medioambientales. Siendo la fiesta grande de Valencia y estando tan profundamente asumido ese valor de ruptura con todo comportamiento serio de la vida rutinaria, es preciso partir de la realidad de que la ruptura de normas es una necesidad psicol¨®gica, tambi¨¦n para el fallero. Tomar la calle, interrumpir el tr¨¢fico, y participar, es un fest¨ªn de comunicaci¨®n vecinal que ser¨ªa impensable pudiera realizarse en cualquier otra circunstancia de normalidad. La anormalidad en las actividades es, de ese modo, el tel¨®n de fondo que propicia y justifica la libertad y el anarquismo de la fiesta. Resulta a mi juicio muy interesante ver c¨®mo, al fin, son ocupadas las calles para la diversi¨®n; se desechan los autos y no sucede nada grave.
Sin embargo, algunas situaciones particulares han ido evolucionando hasta alcanzar hoy algunos l¨ªmites que deber¨ªan incitar a la reflexi¨®n. El respeto a las minor¨ªas no festeras no est¨¢ recogido expresamente en la declaraci¨®n solemne de derechos pero parece claro que ¨¦stas necesitar¨ªan a veces protecci¨®n expresa. Por otra parte, la obligaci¨®n de proteger el medio ambiente (tambi¨¦n el urbano) y el derecho a disfrutarlo por todos s¨ª se encuentra regulado en nuestra Constituci¨®n. La preocupaci¨®n por el medio ambiente ha ido asumi¨¦ndose en toda la poblaci¨®n festera o no y hoy hablar de ecolog¨ªa y de ecologismo es dar referencias ¨¦ticas que condicionan casi toda la actividad que relaciona a los humanos, entre s¨ª y con respecto al entorno: natural, urbano y dom¨¦stico.
En los ¨²ltimos a?os han sido frecuentes las cr¨ªticas al excesivo uso de materiales de s¨ªntesis en la construcci¨®n de fallas, pinturas, pl¨¢sticos, etc. Cada vez con m¨¢s vigor, los falleros son incitados a producir monumentos m¨¢s atrevidos estructuralmente que no ser¨ªan posibles si s¨®lo se utilizaran los materiales tradicionales de madera, cart¨®n yeso y trapo. Con las llamas, la emisi¨®n de productos de la combusti¨®n produce humos y gases que asustar¨ªan a cualquier gestor de la atm¨®sfera urbana. Por otra parte, durante los d¨ªas de fiesta, el uso de enormes cantidades de materiales medioambientalmente desaconsejables, y no siempre necesarios, llena las calles de residuos que podr¨ªan ser mejor gestionados por los propios falleros -o con ayuda del Ayuntamiento- a?adiendo un componente moral de expresi¨®n de amor al medio ambiente urbano y a la barriada. En definitiva, del aprecio de lo propio que es lo que llamamos autoestima.
La instituci¨®n de los premios a las fallas m¨¢s ecol¨®gicas podr¨ªa constituirse en forma de un est¨ªmulo positivo para que, a trav¨¦s de la actividad festera, la sociedad valenciana-urbana se incorporase a un proyecto de valorizaci¨®n de su medio ambiente urbano. Siendo las comisiones falleras, quiz¨¢ el colectivo estructurado m¨¢s importante de entre lo que se llama 'sociedad civil' urbana en Valencia, el introducir la inquietud por las responsabilidades medioambientales a trav¨¦s de ese sector social es el objetivo principal de esta propuesta.
- Propuesta
Se deber¨ªa establecer un premio a las fallas m¨¢s ecol¨®gicas en cada una de las dos modalidades.
¡¤ A la falla m¨¢s ecol¨®gica, que deber¨ªa estar construida con materiales tradicionales y/o, alternativamente, con el uso m¨ªnimo de los que puedan producir efectos negativos sobre el medio ambiente.
¡¤ A la fiesta m¨¢s ecol¨®gica: El espacio urbano dentro del barrio correspondiente a la falla est¨¢ bien gestionado por la comisi¨®n correspondiente; se producen los m¨ªnimos residuos no reciclables y se dispone de contenedores selectivos para los diferentes tipos de basura que est¨¢n bien instalados y mantenidos durante la fiesta. Se recoge el vidrio, el papel, etc, como el resto del a?o. Y se controla de manera razonable la utilizaci¨®n de petardos fuera de las horas de fiesta programadas.
Los premios, con car¨¢cter experimental, se convocar¨ªan como uno m¨¢s entre los que se conceden cada a?o por la Junta Central Fallera (JCF) u otras entidades y en la concesi¨®n podr¨ªan estar implicadas otras instituciones. Dada la naturaleza de la convocatoria y la necesidad de distinguir el nuevo enfoque, las fallas premiadas recibir¨ªan, a posteriori, una recompensa especial consistente, por ejemplo, en una fiesta en alguno de los parajes naturales de la Comunidad invitados por alguna Instituci¨®n (Universidad Polit¨¦cnica o de Estudis Generals, Consejer¨ªa de Medio Ambiente, etc.) y la incorporaci¨®n a alguno de los programas de formaci¨®n o educaci¨®n ambiental coordinados con la comisi¨®n de las fallas medioambientales ganadoras durante el a?o siguiente.
- Participaci¨®n
Las comisiones falleras que desearan participar en la convocatoria a los mentados premios lo har¨ªan saber al jurado, con anticipaci¨®n a las fiestas, para que una visita a los talleres falleros, a lo largo del proceso de construcci¨®n de las fallas antes de la plant¨¤ y a los barrios, durante la fiesta, pudiera proporcionar los criterios de adjudicaci¨®n; en forma de 'auditor¨ªa ambiental menor' ser¨ªa realizada por personal experto seleccionado por las entidades implicadas (universidades, asociaciones de consumidores, minoristas o empresarios, Agencia Valenciana de la Calidad o tantas otras) aplicando unos criterios t¨¦cnicos previamente dados a conocer. La participaci¨®n inicialmente quiz¨¢ fuera reducida, pero con seguridad el poder ejemplificador de la iniciativa y el est¨ªmulo de sana competencia har¨ªa necesario ampliar en futuras ediciones el n¨²mero de premios, as¨ª como adaptar el criterio de los mismos a las circunstancias que se produzcan.
- Jurado
Como aplicaci¨®n de las directrices marcadas por la Agenda Local 21 -a la que ya se han adherido formalmente centenares de municipios valencianos y la misma ciudad de Valencia- en su 'programa de acciones en el ¨¢mbito de la Administraci¨®n Local (capt. 28) las acciones deben emprenderse en el sentido de hacer participar a la mayor parte posible de las instituciones implicadas en el ¨¢mbito de los municipios'. As¨ª pues, en la instituci¨®n de los premios a las fallas ecol¨®gicas se har¨ªa participar adem¨¢s de a los falleros como principales protagonistas, a alguno de los grupos ecologistas locales o nacionales, que dar¨ªan credibilidad ante la opini¨®n p¨²blica, extender¨ªan la participaci¨®n ciudadana y proporcionar¨ªan una oportunidad de ampliar la base social de la cultura fallera.
Un modelo de jurado podr¨ªa, por ejemplo estar formado por:
¡¤ La alcaldesa como presidenta de honor (representada y/o acompa?ada por el concejal responsable de Medio Ambiente)
¡¤ Concejal/a de Juventud
¡¤ Las personas que en calidad de expertos propongan las universidades de Valencia.
¡¤ Una persona representante de la JCF que haya sido nominada al efecto como coordinadora de asuntos falleros medioambientales.
¡¤ Un profesional perteneciente al gremio de artistas falleros.
¡¤ El presidente de la asociaci¨®n (grupo ecologista) de mayor implantaci¨®n en la ciudad de Valencia.
¡¤ El presidente de la asociaci¨®n de consumidores.
Se solicitar¨¢ colaboraci¨®n para asistencia al jurado, en calidad de expertos, de profesionales procedentes del Instituto del Pl¨¢stico, del Cuerpo de Bomberos y de los que se considere oportuno para mejor criterio de valoraci¨®n.
Los jurados visitar¨ªan las fallas candidatas, seleccionadas a partir de un informe de auditor¨ªa que ser¨ªa realizado por un grupo de colaboradores expertos/becarios que podr¨ªan ser seleccionados por las universidades valencianas entre los alumnos de las nuevas carreras de Ciencias Ambientales y que se ocupar¨ªan as¨ª de realizar el trabajo de campo. La direcci¨®n t¨¦cnica de los programas de auditor¨ªa ser¨ªa asumida por una comisi¨®n t¨¦cnica del Foro Ambiental al que compromete la implantaci¨®n de la futura Agenda Local 21 valenciana.
Nota: Esta propuesta fue presentada repetidamente a las autoridades municipales; directamente ante el concejal responsable de festejos en enero de 1999. Pese a la buena acogida en una entrevista propiciada por la concejal de la Juventud no ha sido, hasta hoy, emprendida ninguna iniciativa al respecto. Posteriormente, en 2001 fue propuesta en el Consejo Asesor del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valencia con igual resultado.
Eduardo Peris Mora es profesor de Gesti¨®n Ambiental de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia.
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