El turista, el novato y el comandante ruso
El surafricano Mark Suttleworth paga 22 millones de euros para ir a la Estaci¨®n Espacial Internacional
El cosmonauta ruso Yuri Gidzenko, con mucha experiencia ya fuera de la Tierra a sus espaldas, llevar¨¢ a dos novatos a bordo en su pr¨®ximo viaje, dentro de poco m¨¢s de un mes. Uno de ellos es un astronauta profesional, el piloto italiano Roberto Vittori (de la Agencia Europea del Espacio, ESA); el otro ser¨¢ un pasajero de pago, el segundo turista espacial, el millonario surafricano Mark Shuttleworth. Del coste del pasaje no se han dado detalles, pero por la semana en ¨®rbita m¨¢s los entrenamientos imprescindibles habr¨¢ pagado unos 20 millones de d¨®lares (22.6 millones de euros).
La Agencia Espacial Rusa est¨¢ dispuesta a rentabilizar su actividad espacial con d¨®lares contantes y sonantes siempre que encuentre millonarios dispuestos a cumplir el extravagante sue?o de alejarse un poco de la superficie terrestre (unos 400 kil¨®metros es la ¨®rbita de destino) en una de las espartanas pero muy experimentadas c¨¢psulas rusas Soyuz.
Shuttleworth lleva semanas prepar¨¢ndose en Rusia para su vuelo espacial, que comenzar¨¢ a finales de abril. Partir¨¢ desde la base de Baikonur (Kazajst¨¢n) a bordo de la angosta nave Soyuz (capacidad para tres personas), para dirigirse a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS). All¨ª la nave quedar¨¢ atracada como c¨¢psula de emergencia para la tripulaci¨®n permanente. A los pocos d¨ªas, los tres compa?eros del viaje de ida embarcar¨¢n en la Soyuz que lleva en la estaci¨®n seis meses y empreder¨¢n el regreso a la Tierra. El vuelo durar¨¢ una semana, es lo que t¨¦cnicamente se llama en ingl¨¦s taxi flight.
'No entiendo este viaje como turismo en absoluto. Este es el primer programa espacial privado', ha declarado Shuttleworth en una entrevista a Space.com. Y asegura que va a realizar en el vuelo varios experimentos cient¨ªficos importantes para su pa¨ªs, incluida investigaci¨®n sobre sida. ?l lleva varias semanas entrenando ya en Rusia y haciendo todas las pruebas m¨¦dicas pertinentes.Shuttleworth es una versi¨®n surafricana de Steve Jobs, algo menos millonario que el fundador de Apple y algo m¨¢s joven. A sus 29 a?os se ha hecho ya famoso por vender la muy rentable empresa inform¨¢tica que naci¨® en el garaje de su casa paterna en Ciudad del Cabo y que triunf¨® en el mundo econ¨®mico de Internet desarrollando tecnolog¨ªas de seguridad para las transacciones de comercio electr¨®nico. Hab¨ªa fundado su empresa Thawte en 1996 y la vendi¨® el a?o pasado a la estadounidense Verisign. Como buen representante de toda una generaci¨®n, reconoce que se enganch¨® a la tecnolog¨ªa con los juegos de ordenador cuando era un cr¨ªo, y a¨²n disfruta con ellos en los ratos libres que le dejan su nueva compa?¨ªa de capital riesgo HBD y la Fundaci¨®n Shuttleworth que ha creado para apoyar la educaci¨®n en ?frica.
'Es un placer trabajar con Mark. Es un gran tipo: joven y entusiasta, est¨¢ haciendo algo de entrenamiento con Yuri y conmigo', dice Vittori, que, a los 37 a?os se estrenar¨¢ en ¨®rbita como ingeniero de vuelo en la Soyuz.
Gidzenko, el comandante, form¨® parte de la primera tripulaci¨®n que fue a la ISS. A?os antes, cuando nadie so?aba siquiera que programa espacial sovi¨¦tico primero y ruso despu¨¦s, pudiera vender plazas en sus ingenios orbitales, este cosmonauta pas¨® seis meses en la estaci¨®n Mir. Pese al innegable riesgo de los vuelos la espacio, Shuttleworth y Vittori pueden ir relativamente tranquilos: Gidzenko es uno de los m¨¢s experimentados pilotos de Soyuz que tiene Rusia.
Si la agencia aeroespacial rusa Rosaviakosmos pone los medios para hacer realidad el turismo espacial, la empresa Space Adventures (con sede en Virginia, EE UU) act¨²a aqu¨ª de intermediaria, como hizo ya el a?o pasado con el primer turista espacial: el estadounidense Dennis Tito. 'Habr¨¢ realmente turismo espacial cuando haya empresas dedicadas a ese mercado. Pero no ser¨¢ en una Soyuz, que exige meses de entrenamiento arriesgado', dice Shuttleworth.
Pero Space Adventures est¨¢ dispuesta a triunfar ya, y de momento ofrece vuelos parab¨®licos en aviones para experimentar durante 30 segundos la ausencia de gravedad (6.100 euros por persona) y admite reservas para futuros vuelos suborbitales (1.137.000 euros), adem¨¢s de gestionar los viajes en Soyuz. Un empresario polaco, Leszek Czarnecki, puede convertirse en el tercer turista en ¨®rbita a fin de a?o.
Puntos para un paseo orbital
Todo pasajero que vuele en la compa?¨ªa US Airways y logre sumar un total de kil¨®metros equivalente a dar 250 vueltas completas a la Tierra tendr¨¢, como premio, un vuelo de media hora en la futura nave suborbital que se espera est¨¦ lista en 2005. Es el nuevo premio del programa para pasajeros frecuentes, que la compa?¨ªa ofrece tras un acuerdo de colaboraci¨®n firmado con la empresa Space Adventures. Quienes vayan sumando puntos y no deseen esperar al avi¨®n suborbital pueden disfrutar ya de otras aventuras de sabor espacial, como visitar la base Kennedy en Florida o probar el entrenamiento en una centr¨ªfuga. Una maqueta del futuro avi¨®n suborbital reutilizable, especialmente dise?ado para turismo espacial, acaba de presentarse en Mosc¨². Dotada con tres plazas, subir¨¢ hasta una altura de 100 kil¨®metros, seg¨²n los ingenieros rusos responsables.
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