La hora de la verdad
La espiral de violencia y la locura colectiva que sufren a diario palestinos e israel¨ªes es intolerable. Hay quien asegura que ya no es posible hablar de proceso de paz y que en los ¨²ltimos tr¨¢gicos meses el ansiado objetivo de alcanzar la paz se ha alejado de manera irreversible.
Existe un sentimiento generalizado de impotencia. A pesar de los innumerables esfuerzos de las partes y de quienes les hemos asistido durante estos meses, los resultados han sido, hasta el presente, vanos. M¨¢s de catorce intentos de aplicar el alto el fuego han resultado infructuosos. La tupida red de confianza mutua y hasta, me atrever¨ªa a decir, de complicidad entre los responsables pol¨ªticos de ambas partes ha desaparecido. Pero, lo que es a¨²n m¨¢s grave, esa desconfianza tambi¨¦n ha calado hondo entre los pueblos y sociedades.
La cumbre que la Liga ?rabe celebrar¨¢ en pocos d¨ªas en Beirut y que abordar¨¢ las ideas saud¨ªes constituye una cita de capital importancia
Hemos constatado que el enfoque que ha dominado la agenda, basado exclusivamente en aspectos de seguridad, no ha sido suficiente para salir de la crisis
Ni la Uni¨®n Europea ni los ciudadanos europeos podemos asistir ensimismados a esta tragedia cotidiana. No podemos instalarnos en la pol¨ªtica de la ¨²ltima atrocidad y quedar atenazados en un pesimismo fatalista.
Urge que los m¨¢ximos dirigentes pol¨ªticos de las partes involucradas, pero tambi¨¦n de la comunidad internacional, en Washington, en Bruselas, adopten decisiones valientes desde la perspectiva inteligente y creativa de la construcci¨®n pol¨ªtica, aquella que exige una paciencia y una generosidad que parece imposible a unos y otros, pero que todos sabemos que es la materia con la que se construyen las grandes realizaciones de la historia. La presidencia espa?ola durante este semestre ofrece una oportunidad ¨²nica para dar un impulso definitivo a la esperanza para la paz entre ¨¢rabes e israel¨ªes.
Creo firmemente que en estos momentos la acci¨®n de la Uni¨®n Europea en Oriente Pr¨®ximo es fundamental. Su presencia permanente sobre el terreno a trav¨¦s de su alto representante, Javier Solana; de los responsables pol¨ªticos y representantes de los Estados miembros y de m¨ª mismo son un fiel reflejo del compromiso y de la voluntad de contribuir de manera activa a la b¨²squeda de una soluci¨®n al conflicto.
Nuestra labor diplom¨¢tica se nutre adem¨¢s de la concertaci¨®n estrecha con los esfuerzos desplegados por Estados Unidos, la Federaci¨®n Rusa y las Naciones Unidas, as¨ª como por el mundo ¨¢rabe. S¨®lo un ejercicio de responsabilidad colectiva por parte de la comunidad internacional puede ofrecer una v¨ªa de soluci¨®n a esta compleja y grave crisis.
No son pocas las voces que reclaman un papel m¨¢s activo de la Uni¨®n Europea en Oriente Pr¨®ximo. Nadie pone en duda el compromiso inquebrantable de la Uni¨®n con el desarrollo econ¨®mico y social de los territorios palestinos, los cientos de millones de euros en concepto de ayuda estructural y de emergencia desembolsados as¨ª lo demuestran. Sin embargo, conviene se?alar que la acci¨®n de la Uni¨®n no se limita a extender cheques, nuestra contribuci¨®n tambi¨¦n es esencial en t¨¦rminos pol¨ªticos. El apoyo a la creaci¨®n de un embri¨®n de Estado en los territorios palestinos, incluyendo la celebraci¨®n de elecciones libres y la labor de mediaci¨®n desarrollada en los ¨²ltimos a?os, ha dado a la PESC una profundidad jam¨¢s alcanzada en Oriente Pr¨®ximo.
Como acaban de poner de manifiesto los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Barcelona, la Uni¨®n esta dispuesta a continuar sus esfuerzos a favor de la paz por compromiso hist¨®rico, por responsabilidad moral y pol¨ªtica, pero tambi¨¦n porque un Oriente Pr¨®ximo inestable pone en peligro nuestros intereses vitales.
Ya no es suficiente 'gestionar el conflicto', tenemos simplemente que resolver el conflicto. No es suficiente 'apagar' fuegos, que cada vez son m¨¢s frecuentes y devastadores. Hemos constatado que el enfoque que ha dominado la agenda en Oriente Pr¨®ximo durante los ¨²ltimos meses, basado exclusivamente en aspectos de seguridad, no ha sido suficiente para hacernos salir de la crisis. Sin dejar de luchar contra aquellos que s¨®lo conocen la violencia y el terror, hay que inyectar elementos pol¨ªticos al debate. Se impone un enfoque que combine ambos aspectos. Hace falta una perspectiva pol¨ªtica.
No es necesario inventar la rueda. Hace algo m¨¢s de un a?o, en Taba, israel¨ªes y palestinos tuvieron la paz al alcance de los dedos. Existen planes e iniciativas, ideas y propuestas. S¨®lo es necesario aunar voluntades.
En este sentido, la reciente iniciativa del pr¨ªncipe heredero de Arabia Saud¨ª ha dado un nuevo impulso al debate, abriendo posibles v¨ªas de dialogo sobre cuestiones como la retirada israel¨ª de los territorios ocupados en junio de 1967, la normalizaci¨®n de las relaciones entre Israel y el mundo ¨¢rabe y una soluci¨®n justa y realista al problema de los refugiados. La cumbre que la Liga ?rabe celebrar¨¢ en pocos d¨ªas en Beirut y que abordar¨¢ las ideas saud¨ªes constituye una cita de capital importancia. Los pr¨®ximos d¨ªas y semanas ser¨¢n decisivos, y la Uni¨®n Europea no puede faltar a la cita con la historia.
Dice la frase hecha que la pol¨ªtica es el arte de lo posible; en Oriente Pr¨®ximo la pol¨ªtica es el arte de hacer posible lo imposible. Hag¨¢moslo.
Miguel ?ngel Moratinos es representante de la UE en Oriente Pr¨®ximo
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