El falso debate de la modulaci¨®n en las ayudas
La legislaci¨®n de la UE nunca ha atribuido a la modulaci¨®n un papel de redistribuci¨®n de rentas, sino de ejecuci¨®n de pol¨ªticas de desarrollo rural.
En los ¨²ltimos tiempos, determinadas organizaciones profesionales agrarias y alguna comunidad aut¨®noma est¨¢n levantando la bandera de la modulaci¨®n como si de una panacea se tratara para resolver los problemas de determinados sectores productivos y de los agricultores. El simplista mensaje lanzado pretende confundir a la opini¨®n p¨²blica trasladando que ¨¦sta consistir¨ªa en una modulaci¨®n al estilo coloquialmente conocido como Robin Hood, en el que se compensar¨ªa a los agricultores menos favorecidos por la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n con la reducci¨®n de las ayudas directas de aquellos que reciben m¨¢s.
Este discurso est¨¢ totalmente alejado de lo que permite la normativa comunitaria, que establece, desde 1999, la libre facultad de los Estados miembros de decidir la aplicaci¨®n de una reducci¨®n hasta del 20% de las ayudas directas para financiar, exclusivamente, medidas agroambientales, jubilaci¨®n anticipada, zonas desfavorecidas y zonas con limitaciones medioambientales y repoblaci¨®n forestal; es decir, est¨¢ totalmente prohibido otorgar ayudas directas adicionales a determinados agricultores, sea cual sea su renta.
Hay comunidades que tienen dificultades para financiar sus actuales programas
Est¨¢ totalmente prohibido otorgar ayudas directas adicionales a determinados agricultores
Hasta el momento, s¨®lo dos pa¨ªses se han acogido a esta posibilidad: los Gobiernos franc¨¦s e ingl¨¦s. En Francia, el modelo establecido declara exentos a los agricultores que perciben ayudas inferiores a los 30.000 euros, afectando s¨®lo a 60.000 explotaciones con un importe medio de deducci¨®n de 2.600 euros por explotaci¨®n y recaud¨¢ndose 152 millones de euros por a?o (aproximadamente el 2% de las ayudas totales recibidas por Francia). En el Reino Unido se ha puesto en marcha una modulaci¨®n en la que se aplican porcentajes lineales de reducci¨®n a todos los perceptores de las ayudas directas que van del 2,5% en el a?o 2001 al 4,5% en 2006.
En Portugal se aprob¨® la puesta en marcha de la modulaci¨®n declarando exentos a los agricultores que perciben menos de 37.450 euros de ayudas directas y aplicando porcentajes progresivos del 7,5% al 20% (este ¨²ltimo para perceptores superiores a 149.650 euros). Sin embargo, su entrada en vigor se ha pospuesto hasta el 1 de enero de 2003. En Alemania se aprob¨® el 14 de diciembre pasado la puesta en marcha de la modulaci¨®n, aplicando un porcentaje de reducci¨®n de ayudas del 2% con una franquicia de 10.000 euros, lo que permitir¨ªa obtener recursos por importe de 54 millones de euros, pero las discrepancias entre las C¨¢maras baja y alta alemanas han impedido hasta la fecha su entrada en vigor.
Como se ve, hasta la fecha s¨®lo dos pa¨ªses, y con enorme prudencia, han puesto en marcha acciones de modulaci¨®n, y s¨®lo otros dos est¨¢n estudiando su puesta en marcha en el futuro.
En Espa?a la oportunidad o no de su aplicaci¨®n ha sido estudiada en profundidad. Son varias las razones que dificultan su puesta en marcha, en primer lugar porque la modulaci¨®n producir¨ªa deslocalizaci¨®n de las ayudas. Las regiones que m¨¢s aportar¨ªan en caso de modulaci¨®n ser¨ªan Andaluc¨ªa, Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha y Extremadura, regiones que, cuando se analicen los diversos criterios de distribuci¨®n de los fondos obtenidos en la Conferencia Sectorial y se fijen las medidas a financiar, dif¨ªcilmente recibir¨ªan retornos equivalentes a lo aportado, lo que no podr¨ªan aceptar. En segundo lugar, porque los importes modulados requieren cofinanciaci¨®n, y tanto las comunidades aut¨®nomas como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n tendr¨ªan que consignar la parte de cofinanciaci¨®n que les corresponde a cada uno en sus presupuestos como requisito imprescindible para ejecutar pol¨ªticas financiadas con importes modulados, lo que podr¨ªa llevar a primar a las comunidades con m¨¢s posibilidades financieras y a que otras no pudieran emplear los recursos modulados. Hay comunidades que en la actualidad tienen dificultades para financiar sus actuales programas. Y en tercer lugar, porque en la revisi¨®n a medio plazo de la Agenda 2000 que la Comisi¨®n verificar¨¢ a partir del pr¨®ximo mes de junio se prev¨¦ una modificaci¨®n sustancial del sistema de modulaci¨®n. Deber¨¢ ser entonces cuando podamos plantearnos su puesta en marcha.
El Gobierno espa?ol ya ha manifestado su criterio respecto de la modulaci¨®n en el sentido de que, tal y como est¨¢ configurada en la Agenda 2000, es s¨®lo un margen de libertad concedido a los Estados miembros que podr¨ªa conducir a distorsi¨®n en los mercados, discriminaci¨®n y agravios comparativos entre los agricultores. Por ello, ha se?alado que s¨®lo una modulaci¨®n comunitaria y uniforme responder¨ªa mejor al concepto de la PAC como pol¨ªtica com¨²n para todos los agricultores europeos, y todo ello sin perjuicio de poder cuestionar el modelo cuantitativo de su aplicaci¨®n y el destino de los recursos.
La modulaci¨®n es un instrumento que permite al Gobierno y a las comunidades aut¨®nomas obtener financiaci¨®n adicional procedente de las medidas de mercado para destinarlas a ejecutar pol¨ªticas de desarrollo rural. Su puesta en marcha, por un lado, no debe suponer una p¨¦rdida de competitividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias, y por otro, las pol¨ªticas a financiar mediante este instrumento deben tener un impacto efectivo sobre la mejora de las condiciones de vida en el medio rural.
Lo que no se puede pretender es, en un falso debate, asignar a la modulaci¨®n un papel de redistribuci¨®n de rentas que la legislaci¨®n comunitaria nunca le ha atribuido.
Miguel Arias Ca?ete es ministro de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n.
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