Schr?der logra aprobar la ley de inmigraci¨®n con un voto dudoso en la C¨¢mara alta
Los conservadores acudir¨¢n al Constitucional si el presidente ratifica la hist¨®rica norma
El Gobierno alem¨¢n sac¨® adelante ayer de la peor manera posible, con un procedimiento tal vez inconstitucional y con el m¨ªnimo margen de aprobaci¨®n posible en la C¨¢mara alta del Parlamento (Bundesrat), una ley de inmigraci¨®n que modifica sustancialmente la entrada de extranjeros al pa¨ªs. La p¨ªrrica victoria fue posible gracias a que los cuatro votos correspondientes al Estado federado de Brandeburgo fueron favorables al proyecto gubernamental, pese a que este Estado, donde gobierna una gran coalici¨®n entre socialdem¨®cratas y democristianos, estaba dividido al respecto.
La indignada oposici¨®n democristiana (CDU/CSU) anunci¨® una demanda constitucional. Cuando falta exactamente medio a?o para las elecciones fede-rales del 22 de septiembre, el tumultuoso debate convierte a la inmigraci¨®n en uno de los temas centrales de la campa?a electoral y podr¨ªa desembocar incluso en una crisis constitucional.
La sesi¨®n en el Bundesrat, donde toman asiento 69 representantes de los l?nder (Estados federados) alemanes y donde la coalici¨®n entre socialdem¨®cratas (SPD) y Verdes que gobierna en Berl¨ªn no cuenta con una mayor¨ªa propia, fue de un suspense casi cinematogr¨¢fico. De entrada, se sab¨ªa que los Gobiernos regionales controlados por la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica (CDU) y su hermana b¨¢vara, la Uni¨®n Social Cristiana (CSU), votar¨ªan en contra de una ley, ya aprobada por la C¨¢mara baja del Parlamento (Bundestag) que, en su opini¨®n, no restringe suficientemente la entrada de extranjeros al pa¨ªs.
La pregunta, sin embargo, era qu¨¦ es lo que suceder¨ªa con Brandeburgo, el ¨²nico land gobernado por socialdem¨®cratas (SPD) y conservadores (CDU) en una gran coalici¨®n. Sin los cuatro votos de Brandeburgo, el proyecto estaba condenado ya sea al fracaso definitivo o, como pretend¨ªa la oposici¨®n, a ser discutido una vez m¨¢s por una Comisi¨®n de mediaci¨®n entre ambas C¨¢maras del Parlamento. Esta ¨²ltima opci¨®n, sin embargo, era rechazada por el Gobierno y, sobre todo, por su socio menor, Los Verdes, contrarios a permitir nuevas concesiones a los conservadores.
Al final, tras el en¨¦simo intercambio de argumentos sobre las minucias del proyecto, los socialdem¨®cratas (SPD) optaron por un truco de procedimiento cuyo ¨²nico antecedente es el de una votaci¨®n en 1949. Pese a que el ministro del Interior de Brandeburgo, el visiblemente afectado J?rg Sch?nbohm, durante el debate hab¨ªa dejado en claro su rechazo, el presidente rotativo del Bundesrat y alcalde socialdem¨®crata de Berl¨ªn, Klaus Wowereit, concedi¨® la ¨²ltima palabra en este asunto al primer ministro de este estado, el tambi¨¦n socialdem¨®crata Manfred Stolpe. ?ste vot¨® a favor, por lo que Wowereit, pese a los gritos de reprobaci¨®n de los conservadores, dio por aprobado el proyecto, por 35 votos contra 34 de la oposici¨®n.
La decisi¨®n de Wowereit es sumamente problem¨¢tica, como tambi¨¦n saben los l¨ªderes socialdem¨®cratas, a quienes no se les not¨® nada victoriosos en sus posteriores comparecencias ante la prensa. El art¨ªculo 51, p¨¢rrafo 3? de la Constituci¨®n alemana prev¨¦ que los votos de un Estado federado no se pueden dividir en el Bundesrat. Esto siempre se ha interpretado como una recomendaci¨®n de abstenci¨®n en el caso de que el Gobierno de un Estado federado no logre ponerse de acuerdo, tal como ocurre en Brandeburgo.
En sus consecuencias pr¨¢cticas, esta disposici¨®n es uno de los principales mecanismos del sistema pol¨ªtico alem¨¢n, en el que los partidos gubernamentales rara vez cuentan con mayor¨ªas en las dos C¨¢maras, Bundestag y Bundesrat. Esto obliga con frecuencia al Gobierno, mayoritario en el Bundestag, a pactar sus proyectos de ley con la oposici¨®n cuando ¨¦sta cuenta con mayor¨ªa en la C¨¢mara alta (Bundesrat) tal como ocurre ahora.
Ante este trasfondo, el primer ministro b¨¢varo y candidato democristiano (CDU/CSU) a la canciller¨ªa, Edmund Stoiber, arremeti¨® ayer contra 'un esc¨¢ndalo constitucional' y anunci¨® que recurrir¨¢n al Tribunal Constitucional, en el caso de que el presidente de la Rep¨²blica, el socialdem¨®crata Johannes Rau, valide la ley con su firma. El canciller, Gerhard Schr?der (SPD), dio por buena la decisi¨®n, sobre la que, a su parecer, no pende ninguna 'sombra'. No obstante, fue evidente que el canciller intent¨® lavarse las manos al afirmar que Wowereit fue aut¨®nomo en sus decisiones. Desde hace semanas, el desenlace en el Bundesrat hab¨ªa sido interpretado como el primer gran pulso entre Schr?der, cuya coalici¨®n rojiverde est¨¢ cayendo en picado en los sondeos, y Stoiber, quien, al menos antes de presentar propuestas electorales concretas, experimenta un fuerte ascenso.
La victoria lograda por el canciller, sin embargo, podr¨ªa resultar p¨ªrrica debido no s¨®lo a la dudosa manera en la que se logr¨®, sino tambi¨¦n por sus posibles efectos adversos en la campa?a electoral. Stoiber dej¨® pocas dudas ayer de que de ahora en adelante convertir¨¢ la inmigraci¨®n en su segundo tema de bandera, al lado de la econom¨ªa, y anunci¨® que revertir¨ªa la ley en caso de llegar al Gobierno. Seg¨²n algunos sondeos, la opini¨®n de la poblaci¨®n est¨¢ dividida por partes iguales en este asunto, pero los estrategas conservadores conf¨ªan en que el temor a una supuesta llegada masiva de extranjeros podr¨ªa movilizar a su favor al electorado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.