Teatro
La ciudad anda metida en su fiesta mayor, la m¨¢s grande, la inenarrable dir¨ªan los cronistas oficiales, que los hay y por centenas. Su centro hist¨®rico es un periplo incansable de esquinas, sombras y atardeceres por donde pasean los cristos y las v¨ªrgenes sin aparente orden, pero sujeto todo a un molde consolidado a trav¨¦s de los a?os. Pasear hoy por su centro urbano es un lujo y tambi¨¦n, hay que decirlo, un imposible, dado a c¨®mo se ha puesto el metro cuadrado de silla, palco y velador de bar con tapas. Justo al lado de su santa catedral, maravilla del universo dijeron, queda un breve espacio urbano, perfectamente acotado y separado del infernal ruido de esta semana. Hace siglos fue el centro del mundo, el lugar donde se depositaba el oro americano, desembarcado de los galeones que arribaban en el Guadalquivir. Durante los a?os sesenta lleg¨® a convertirse en un desecho urban¨ªstico y ciudadano. S¨®lo alguna arriesgada intervenci¨®n y las acciones p¨²blicas desde ayuntamientos m¨ªnimamente sensatos lograron convertir a La Moneda en una manzana urbana entra?able y apetecible.
Hoy d¨ªa La Moneda ha llegado a ser un breve entrecruce de calles silenciosas, donde se asentaba una iniciativa cultural modesta pero arriesgada, La Fundici¨®n. Tras esta aventura est¨¢ un grupo de sevillanos deseosos de actuar en la vida cultural de una ciudad, al margen de subvenciones o patrocinios institucionales. Una peque?a sala, curiosamente de dominio municipal, un m¨ªnimo espacio donde se reun¨ªan algunas decenas de gentes para asistir al espect¨¢culo del teatro y de la m¨²sica. Por esa sala han desfilado artistas y cantaores que a lo mejor no han ganado una Operaci¨®n Triunfo pero hacen arte. El pasado d¨ªa 21 el Excelent¨ªsimo Ayuntamiento de Sevilla, a trav¨¦s de la Teniente de Alcalde Delegada de Medio Ambiente ha precintado su propia sala y clausurado las actividades que all¨ª se iban a celebrar en esta primavera m¨¢gica. Nada m¨¢s gracioso y original, como este ayuntamiento hispalense, que cerrar una min¨²scula y rec¨®ndita sala de teatro precisamente el D¨ªa Mundial del Teatro. Como me dec¨ªa el otro d¨ªa un paseante, 'este gobierno municipal no s¨®lo no funciona sino que encima tiene mala suerte'.
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