Vuelo vengativo
Poco a poco se van cubriendo todos los huecos, en cuanto a g¨¦neros se refiere, de la consola de Sony. Ahora les ha tocado el turno a los simuladores de combate a¨¦reo con la cuarta entrega de Ace Combat. A los mandos de 21 cazas en total, el usuario podr¨¢ sentir las fuerzas G mientras realiza combates a cara de perro para ganar una guerra, absurda como todas, en la que tiene m¨¢s relaci¨®n personal de la que desear¨ªa.
Llevar un simulador de vuelo al limitado mundo de las consolas, en cuanto a mandos de control se refiere, es una tarea que pasa obligatoriamente por no intentar ser fiel a la realidad y ofrecer un producto m¨¢s enfocado a la acci¨®n. Si se tiene en cuenta que los simuladores de PC necesitan pr¨¢cticamente todo el teclado dos veces, pues muchas acciones se hacen combinando teclas, es posible imaginar c¨®mo queda limitada la simulaci¨®n en un Pad de ocho botones. As¨ª que Namco mezcla simulaci¨®n con arcade para conseguir un juego m¨¢s adictivo gracias al uso simplificado de los radares, las armas y el sistema de obtenci¨®n de objetivos.
Ace Combat: Trueno de Acero
Desarrolla: Namco Distribuye: Sony Plataforma: PlayStation 2 G¨¦nero: Simulaci¨®n Edad recomendada: Todos los p¨²blicos Precio: 60 euros Internet: www.namco.com/games /ace_combat_4.html
Se ha optado por incluir s¨®lo dos modos de juego y se echan de menos los combates inmediatos o las misiones aleatorias. Las variedades disponibles son el modo historia y el modo competici¨®n para dos usuarios. La competici¨®n permite, con el uso de dos mandos de control, enfrentarse para ver qui¨¦n derriba m¨¢s enemigos o para luchar entre s¨ª. La historia mete al usuario en un gui¨®n que comienza de forma brusca, cuando ¨¦ste de peque?o ve desde la bah¨ªa c¨®mo uno de los cazas que pelean en el cielo acaba estrell¨¢ndose sobre la casa de sus padres. Amarillo 13 era el nombre del avi¨®n que sobrevol¨® un par de veces la zona para asegurarse del derribo. A partir de ese momento, y gracias a una guerra futurista, el jugador podr¨¢ vengarse. De esta forma, bonitas im¨¢genes dibujadas a mano se intercalan entre misi¨®n y misi¨®n, desgranando un gui¨®n que da sentido a las acciones que se deben emprender.
La forma de juego permite ganar dinero que posteriormente se podr¨¢ invertir para comprar nuevos aviones y nuevo armamento. Las bombas tontas acaban siendo sustituidas por proyectiles guiados v¨ªa l¨¢ser, y los b¨¢sicos F4 quedar¨¢n relevados por modernos F22 invisibles en el caso de que el jugador sea suficientemente h¨¢bil.
Si durante el juego los gr¨¢ficos ya son para tener que secarse las babas, la repetici¨®n a modo de pel¨ªcula de la misi¨®n es para salir corriendo a buscar a un familiar para preguntarle si es capaz de diferenciar si lo que ve es real o un videojuego. El tir¨®n de orejas se lo lleva el apartado sonoro, en el que no se han doblado las voces al castellano.
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