La casa de las cobayas
La Universidad de Granada centraliza en un animalario todos los ejemplares usados en la investigaci¨®n
la Universidad de Granada tiene en marcha desde hace alg¨²n tiempo un animalario, un centro de experimentaci¨®n donde est¨¢n todos los animales que los cient¨ªficos de las diversas facultades y departamentos tienen en uso para sus trabajos experimentales. Igualmente, la Universidad tiene un comit¨¦ ¨¦tico de experimentaci¨®n animal que supervisa los cuidados y los trabajos que se hacen sobre estos animales.
Hasta hace algunos a?os, cada investigador ten¨ªa en su propio laboratorio los animales que necesitaba para trabajar e investigar. Eso significaba que nadie externo controlaba el bienestar de las ratas, ratones o cobayas que trabajaban por mejorar el nivel de vida de los humanos. Todo depend¨ªa de la voluntad de las personas involucradas en el trabajo cient¨ªfico, lo que no implicaba necesariamente que se infligieran malos tratos a estos animales sino que, sencillamente, no hab¨ªa control. Ahora, todo est¨¢ cambiando.
Jes¨²s Mart¨ªn, responsable del Servicio de Producci¨®n y Experimentaci¨®n Animal de la Universidad de Granada, nombre oficial del animalario, comenta que hab¨ªa que terminar con esa dispersi¨®n de animales. En el animalario granadino trabajan bi¨®logos y veterinarios que no est¨¢n directamente involucrados en los experimentos, sino exclusivamente al cuidado de los animales. All¨ª se han centralizado todos los experimentos con animales vivos que se llevan a cargo en la universidad y, explica Mart¨ªn, en las empresas privadas que, generalmente, llevan estos estudios en colaboraci¨®n con las distintas facultades. En este centro, por ejemplo, se encuentran animales al servicio de Puleva Biotech y de Abbot, en ambos casos con estudios de nutrici¨®n en marcha gracias a estos peque?os roedores.
En cada una de las algo m¨¢s de una docena de peque?as salas de este animalario se pueden ver ratones deprimidos, diab¨¦ticos, inmunodeprimidos o a la espera de ver c¨®mo reaccionan ante distintas sustancias o alimentos. Cada investigador acude cuando necesita tomar datos o ver c¨®mo progresan sus investigaciones; el resto del tiempo, los animales est¨¢n a cargo de los responsables del centro. Una de las salas de este centro est¨¢ ocupada por algunas ratas de m¨¢s de dos a?os de edad con problemas mentales. Esos dos a?os equivalen a m¨¢s de 70 en humanos. Jes¨²s Mart¨ªn explica que est¨¢n siendo utilizadas en estudios sobre el mal de alzheimer en humanos de edad avanzada. Seg¨²n Mart¨ªn, conseguir que una rata viva ese tiempo es casi imposible si no se le dedican cuidados extraordinarios. Estos estudios, dice, s¨®lo se puede llevar adelante en centros como estos, de m¨¢xima atenci¨®n para los animales.
Las normas tienden a ser cada vez m¨¢s estrictas en lo que a comodidad de estos animales se refiere. Seg¨²n cuenta Mart¨ªn, el 95% de los animales de experimentaci¨®n utilizados en Andaluc¨ªa son roedores y en contadas ocasiones se experimenta con cerdos (principalmente para estudiar los trasplantes de ri?¨®n y saber m¨¢s sobre el colesterol), perros (utilizados para adquirir destrezas en el ¨¢rea de la cirug¨ªa). Ning¨²n grupo de investigaci¨®n andaluz trabaja actualmente con primates y en Espa?a s¨®lo dos grupos, en Murcia y Galicia, para experimentos con xenotrasplantes (trasplantes de tejidos animales a humanos).
Como ejemplo de la permanente mejora en las condiciones de estos animales, el responsable del animalario granadino cita la decisi¨®n que en breve se tomar¨¢ en la Uni¨®n Europea sobre el tama?o de las jaulas de las ratas de experimentaci¨®n. Estos recept¨¢culos tienen hoy d¨ªa 14 cent¨ªmetros de alto pero se ha comprobado que, cuando hay muchas ratas juntas e interact¨²an, tienden a levantarse. Cuando est¨¢n de pie, las ratas m¨¢s grandes golpean la parte superior del cub¨ªculo con su cabeza. En breve, la UE obligar¨¢ a modificar la altura de estas viviendas a 18 cent¨ªmetros.
En el animalario de Granada no s¨®lo se dedican a la experimentaci¨®n. Tambi¨¦n est¨¢n volcados en la cr¨ªa de ciertos tipos de roedores que, bajo petici¨®n, ser¨¢n enviados a otros centros donde cumplir¨¢n su funci¨®n de ayudar a buscar remedios para los males humanos.
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