La crisis de Dios y el ADN
NO SE TRATA de una confirmaci¨®n de la muerte de Dios declarada por Nietzsche hace m¨¢s de un siglo, ni de las amargas imprecaciones de Cioran contra el Hacedor, pero este nuevo libro de Jack Miles contin¨²a esa tradici¨®n, desmitificando a la Divinidad, obviando a la teolog¨ªa y desacralizando literariamente a la religi¨®n.
El autor, que obtuvo el Pulitzer por God: A Biography (1995), acomete nuevamente contra el Todopoderoso en A Crisis in the Life of God (Knopf). El tema principal del libro se centra en la aparici¨®n de Jesucristo en la Tierra, un hecho que seg¨²n Miles proviene de una gran crisis en la vida de Dios, visto obviamente como un personaje literario con virtudes y defectos.
En la Biblia hebrea, que para Miles debe ser la primera novela de la serie divina, Dios desaparece dejando a los hijos de Israel pr¨¢cticamente hu¨¦rfanos. Pero el protagonista vuelve en el Nuevo Testamento, encarnado en su propio hijo, para sacrificarse por la humanidad.
Para el autor, este regreso representa la soluci¨®n de Dios a la situaci¨®n en la que ha dejado a su pueblo, que es el origen de la crisis. El cambio que tiene lugar es dram¨¢tico: la primera doctrina divina de Dios padre, basada en la misericordia y en la justicia para el pueblo elegido, se transforma con la aparici¨®n de su hijo Jesucristo en amor al pr¨®jimo y en promesas de una salvaci¨®n ultraterrena.
Dios empieza as¨ª de hecho una nueva creaci¨®n para rectificar la primera, en la que los antiguos enemigos de Israel se transfiguran en un enemigo com¨²n a toda la humanidad: Satan¨¢s. El escritor Michael Wood, en una cr¨ªtica del libro, se refiere a Satan¨¢s como ese adversario divino al que Dios dej¨®, a trav¨¦s de Ca¨ªn, que inventara el asesinato.
El propio Miles describe la bizantina metamorfosis del Creador como una fusi¨®n de identidades: un sacerdote que es su propio cordero de sacrificio, un padre que es su propio hijo, un Isaac que es su propio Abr¨¢m. Pero es precisamente esta transformaci¨®n la que, seg¨²n Miles, le permite a Dios resolver su crisis y convertir su derrota en una victoria.
Ahora bien, la victoria de Dios proviene de una idea descabellada, por lo menos desde un punto de vista l¨®gico: invertir los t¨¦rminos de vida y muerte. El cristianismo, bas¨¢ndose en esta idea implausible, propugna que en Dios hay vida (aunque estemos muertos) y que la vida es, adem¨¢s de un valle de l¨¢grimas, la muerte.
Jack Miles explora minuciosamente en el libro esas met¨¢foras que advierten por ejemplo sobre la ira de Dios, ofreciendo una pormenorizada descripci¨®n de las causas y emociones detr¨¢s de todos los actos del Creador, y reduci¨¦ndolo as¨ª a una figura literaria. Y aunque esto le pueda sonar sacr¨ªlego a algunos, el autor plantea razonablemente que ?por qu¨¦ los Evangelios no han de leerse como los textos religiosos y art¨ªsticos que una lectura no forzada de los mismos sugieren que sean?
En cuanto a dioses terrenales bien puede leerse la biograf¨ªa de James Watson, ganador del Premio Nobel por su descubrimiento con Francis Crick de la serie de cadenas de ¨¢cidos nucle¨®tidos que componen el ADN humano. Watson ha escrito una biograf¨ªa Genes, Girls, And Gamow, After the Double Helix (Knopf), que no es s¨®lo interesante, sino divertida. El libro recuenta el ambiente cient¨ªfico de su ¨¦poca, un c¨ªrculo de cient¨ªficos internacionales de tendencias liberales y bohemias que se reun¨ªan en zonas campestres para discutir temas en com¨²n o realizaban tertulias en sus casas, en las que beb¨ªan considerables cantidades de vino, champ¨¢n y whisky. A pesar de la relativa celebridad obtenida por muchos de ellos, Watson cuenta que en su c¨ªrculo no hab¨ªa muchas chicas, y que la notoriedad derivada de su premio mejor¨® poco esta situaci¨®n. As¨ª, Watson se queja de que mientras que ¨¦l era s¨®lo adulado por su labor cient¨ªfica, los hijos Linus Pauling (descubridor de la vitamina C) eran verdaderas celebridades. Es decir, que mientras ¨¦l desentra?aba el laberinto de letras que forma el ADN humano, su preocupaci¨®n principal se centraba en encontrar chicas en las universidades. Las peque?as pasiones de Watson tienen inter¨¦s porque no se trata de un simple recuento de conquistas, sino m¨¢s bien de lo contrario: de sus intentos, casi siempre fallidos, por su ineptitud amatoria. O como dice una cr¨ªtica, el hombre que ha hecho tanto por dilucidar la reproducci¨®n a nivel molecular parece haber tenido poca idea de c¨®mo lograrla ¨¦l mismo. Pero las peque?as vicisitudes de la vida diaria de Watson no interrumpen sino que ayudan a la lectura de este libro, que narra tambi¨¦n en detalle las dificultades encontradas para el descubrimiento del ADN.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.