'L'Aven?', 25 a?os de historia plural

El n¨²mero 1 de la revista L'Aven? sali¨® en abril de 1977, en plena transici¨®n y dos meses antes de la celebraci¨®n de las primeras elecciones democr¨¢ticas. Llevaba como subt¨ªtulo Hist¨°ria dels Pa?sos Catalans, ten¨ªa 80 p¨¢ginas, costaba 150 pesetas e inclu¨ªa publicidad de Els catalans als camps nazis, de Montserrat Roig (Edicions 62), de La Magrana (con el lema 'Un any de llibres al servei dels Pa?sos Catalans'); de la obra completa de Josep Pla en Destino y de la publicaci¨®n de la Hist¨°ria de Catalunya de Antoni Rovira i Virgili ('Esdeveniment editorial'). Su editorial se titulaba Cap a la normalitzaci¨® cultural, y, significativamente, su dossier central estaba dedicado a las experiencias pol¨ªticas unitaristas que se hab¨ªan desarrollado en la Catalu?a contempor¨¢nea, de la Solidaritat Catalana al Front d'Esquerres de 1936.

'L'Aven?' naci¨® de la mano de historiadores j¨®venes con ganas de reconstruir la historia

La revista se gest¨® en el bar Vel¨®dromo y se hizo realidad en una oficina junto al Boccaccio

Como de tantas otras cosas, se cumplen ahora 25 a?os de ese primer n¨²mero. En abril de 2002, L'Aven? llega al n¨²mero 268 con el subt¨ªtulo de Revista d'Hist¨°ria i Cultura, una portada realizada expresamente por Frederic Amat, publicidad mayoritariamente institucional, un precio de 5 euros (832 pesetas) y un editorial titulado Per una hist¨°ria plural. El n¨²mero de celebraci¨®n de la efem¨¦ride tiene 98 p¨¢ginas, aunque no las han dedicado a recordar su peque?a historia, sino a hacer balance. Un balance, precisamente, de estos 25 a?os de normalizaci¨®n democr¨¢tica.

L'Aven? naci¨® de la mano de un grupo de historiadores j¨®venes de talante progresista y con muchas ganas de reconstruir la historia en una ¨¦poca en que se sal¨ªa de un r¨¦gimen dictatorial que 'hizo de la negaci¨®n del pasado uno de sus pilares', dice su actual director, Josep Maria Mu?oz. Dirigida en sus primeros tiempos por F¨¨lix Ib¨¢?ez Fan¨¦s, el primer tr¨ªo de jefes de redacci¨®n estaba compuesto por Leandre Colomer, Ferran Mascarell, ahora concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, y Carme Isasa. Entre los miembros del consejo asesor de entonces, los historiadores Ernest Lluch, Miquel Barcel¨®, Ricardo Garc¨ªa C¨¢rcel, Carlos Mart¨ªnez Shaw y Borja de Riquer.

Su historia arranca en el desaparecido bar Vel¨®dromo y contin¨²a en un peque?o despacho anexo al Boccaccio de la gauche divine cedido por Oriol Reg¨¤s. Cuentan que el nombre de la revista fue culpa de Josep Fontana, quien compar¨® el ¨ªmpetu de su equipo fundador con los de L'Aven? de finales del siglo XIX. Era, y sigue siendo, una revista hecha por historiadores que combinaba la investigaci¨®n y la historiograf¨ªa cr¨ªtica con la divulgaci¨®n.

El impulso inicial -enseguida se consiguieron m¨¢s de 2.000 suscriptores; de los primeros n¨²meros se hicieron segundas ediciones- ha sido una de las principales bazas de su continuidad a lo largo de estos 25 a?os, aunque la publicaci¨®n ha tenido que superar algunos baches, como la crisis de su primera empresa editora, Avance, y la deserci¨®n progresiva de lectores que s¨®lo en los ¨²ltimos a?os se ha empezado a recuperar.

Mu?oz explica que en el a?o 2000 la revista creci¨® el 17% en quioscos y librer¨ªas y en 2001, el 16%. Todo ello, con una tirada media de 8.000 ejemplares que se distribuyen en Catalu?a, Valencia y las islas Baleares.

La suya ha sido, en el contexto m¨¢s bien precario de las publicaciones peri¨®dicas escritas en catal¨¢n, una mala salud de hierro. Aunque parece ser que pronto -anuncia a medias su director- cerrar¨¢ un acuerdo para dar continuidad al proyecto. Y es que la falta de una buena cobertura empresarial ha sido el principal escollo de L'Aven? y un freno para algunos proyectos, como el de impulsar una colecci¨®n de biograf¨ªas que se anunci¨® cuando la publicaci¨®n lleg¨® al n¨²mero 250, en septiembre de 2000.

Desde 1998 se ha ido abriendo una publicaci¨®n consagrada ¨ªntegramente a la historia a otros ¨¢mbitos de la cultura. El objetivo era bajarla del pedestal acad¨¦mico sin perder el rigor, e incidir en el debate pol¨ªtico y cultural. Fueron cambios que, cuando se empezaron a introducir, despertaron ciertos recelos entre la profesi¨®n que Mu?oz espera que se hayan disipado. 'Cuando haces un cierto cambio en una publicaci¨®n hay un riesgo evidente, que es que el p¨²blico de siempre no lo entienda. Y que el p¨²blico nuevo, potencial, no sepa o no entienda que te est¨¢s dirigiendo a ¨¦l. Por parte de la profesi¨®n tambi¨¦n se pod¨ªa entender, y esa visi¨®n exist¨ªa, que se perd¨ªa una plataforma. Creo que ahora hemos desmentido esos riesgos', afirma. 'La profesi¨®n sigue reconoci¨¦ndose en L'Aven? porque sigue siendo una revista fundamentalmente de historia', contin¨²a.

El cumplen¨²meros se celebrar¨¢ con un acto institucional en la Generalitat el pr¨®ximo 8 de abril. M¨¢s adelante, a principios de mayo, se celebrar¨¢ una serie de mesas redondas y debates para discutir las aportaciones de este n¨²mero 268, en el que se repasan los ¨²ltimos 25 a?os y en el que se subraya la necesidad de que los historiadores catalanes sigan trabajando para la construcci¨®n de una historia plural de Espa?a.