El Bar?a tira su ¨²ltima ocasi¨®n

El Barcelona acab¨® ayer de certificar su triste papel en una Liga que, si ya la ten¨ªa dif¨ªcil, ayer vio c¨®mo se le alejaba de manera definitiva. El partido ante Las Palmas pod¨ªa ser su ¨²ltimo tren o, al menos, su ¨²ltimo intento por concluir el campeonato peleando por el t¨ªtulo. Pero el empate castig¨® al equipo azulgrana, que, a partir de ahora y de la misma manera que en la pasada temporada, tendr¨¢ que sudar de lo lindo para intentar concluir entre los cuatro primeros y ganarse un puesto para disputar la pr¨®xima Liga de Campeones.

El cuadro de Carles Rexach reforz¨® la sensaci¨®n que ha deparado durante las ¨²ltimas jornadas: se ha convertido decididamente en un mal remedo de depredador -un papel que no le va en absoluto-, en un conjunto que se atiene al marcador, incapaz la mayor parte de las veces de hacer fluir el juego que se le presupone y que trata de armarse desde atr¨¢s y de evitar desperfectos irreparables en la defensa, lo que, para m¨¢s inri, no siempre consigue.

Rexach no ha conseguido todav¨ªa que su equipo mantenga una velocidad de crucero, una estructura sobre el campo que le permita encarar y disputar los partidos con mayor tranquilidad. Privado del concurso de Rivaldo, el t¨¦cnico azulgrana decidi¨® mantener a Overmars punzando a la defensa rival desde los extremos y a Saviola por delante de Kluivert. Xavi volvi¨® a intentar mover al equipo desde la posici¨®n de medio centro, con Luis Enrique y Cocu en los flancos. Pero el Bar?a volvi¨® a poner de los nervios a su afici¨®n.

Las Palmas, sin hacer gran cosa, dispuso de un par de buenas ocasiones. Sus dos aproximaciones le bastaron para poner patas arriba a la defensa del Bar?a. El primer remate de Carmelo lo salv¨® a duras penas y con el pie Bonano mientras que el segundo, de Pablo Lago, se fue lamiendo el travesa?o poco antes del descanso.

El Barcelona marc¨® en su primer tiro a puerta despu¨¦s de una genial asistencia de Kluivert. El delantero holand¨¦s recuper¨® primero el bal¨®n, hizo una pared con Saviola, muy atinado en las combinaciones en la frontal, y realiz¨® una apertura perfecta hacia la derecha, por donde llegaba con ventaja y decisi¨®n Luis Enrique. El asturiano no perdon¨® y, con la pierna derecha, un par de metros ya dentro del ¨¢rea, toco lo justo para que el cuero se colara entre Quintana y el palo. No se hab¨ªan cumplido los 20 minutos. El partido estaba que ni pintado para el Bar?a. Sin haber hecho ning¨²n alarde, dominaba por 1-0 y hab¨ªa logrado hacer estragos en el equipo canario, que concedi¨® una nueva y gran ocasi¨®n en una cabalgada de Overmars que Kluivert culmin¨® con un tirazo que escupi¨® el travesa?o.

El cuadro insular, que dedic¨® un marcaje especial de Paqui a Saviola e intent¨® que Overmars siempre encontrara un doble muro defensivo, se recompuso y se encontr¨® a gusto con el ritmo lento que fue adquiriendo el juego. El Barcelona no manten¨ªa una continuidad ofensiva y Las Palmas iba encontrando alg¨²n que otro hueco para que Pablo Lago o Carmelo pusieran en apuros a la defensa azulgrana. La modorra con la que se suced¨ªan los acontecimientos acab¨® de traicionar al Bar?a, que recibi¨® un gol como el que no quiere la cosa. En un excelente remate de Orlando, eso s¨ª, pero tras una carrera de Carmelo que dej¨® en evidencia el boquete defensivo del flanco izquierdo azulgrana.

Rexach despabil¨® despu¨¦s a su equipo. Prescindi¨® de un defensa, Christanval, e incorpor¨® a Geovanni. Con dos extremos, Saviola de ariete y Kluivert en la media punta, el Bar?a acometi¨® de manera insistente, todo cuanto no lo hab¨ªa hecho antes. El t¨¦cnico intent¨® refrescarlo con la entrada de Gabri y Motta en detrimento de Xavi y Luis Enrique. Pero el desorden, la falta de punter¨ªa, de Kluivert y Saviola especialmente y las providenciales paradas de Orlando Quintana, evitaron entonces el gol azulgrana. Las acciones se repet¨ªan de manera machacona: centros de Overmars, remates de Kluivert o Saviola y paradas o rechaces de Orlando Quintana. No hubo manera de que el Barcelona pudiera abrir la defensa canaria. Y as¨ª acab¨® dejando escapar su ¨²ltimo tren.