El Atl¨¦tico se sumerge en el caos

Por mucho que diga Luis Aragon¨¦s, el Atl¨¦tico est¨¢ en un bache profundo. Se ve en su juego y en sus resultados y se siente, se nota. El timbre de alarma suena cada jornada con m¨¢s insistencia en el equipo rojiblanco. Ha pasado de un zumbido a un sonido insoportable, una verdadera jaqueca. Ayer volvi¨® a escucharlo cinco veces, una por cada tanto que le endos¨® un gran Elche, que apura sus opciones de engancharse al concurrido tren del ascenso a la Primera Divisi¨®n. Todo lo contrario que el Atl¨¦tico, que tira sin contemplaciones su colch¨®n de puntos de la primera vuelta: su cuarto encuentro consecutivo sin ganar y sin ofrecer nada positivo. Su dejadez es m¨¢s que manifiesta. La recta final del campeonato le ha atrapado con m¨¢s de un cuerpo de ventaja sobre sus perseguidores, pero sin aliento ni energ¨ªa. Ha puesto un pie en el freno y ahora tiene que ajustarse de nuevo el espejo retrovisor porque por atr¨¢s, a poco que espabilen sus rivales, le van a pisar los talones.

El Elche hizo valer el gran trabajo de Ivars en el centro del campo y la movilidad de Nino en el ataque para desmontar a un Atl¨¦tico que mostr¨® todos los s¨ªmbolos de un cuadro sumido en el caos: acab¨® con dos jugadores menos -uno de ellos, Correa, tras una expulsi¨®n absurda por protestar una falta de Garc¨ªa Calvo en la primera parte-; fall¨® un penalti, horriblemente lanzado por Diego Alonso al centro milim¨¦trico de la porter¨ªa de Valerio, y acab¨® descabezado, ofreciendo m¨²ltiples concesiones defensivas y recurriendo al vulgar balonazo. Los delanteros del Atl¨¦tico, para colmo, vagan por el rect¨¢ngulo pagando su sequ¨ªa anotadora.

Ausentes Carreras y Stankovic, el Atl¨¦tico se escor¨® hacia la banda derecha, pateada a fondo por Aguilera y merodeada en ocasiones por Fernando Torres. No les pudo acompa?ar esta vez Armando, terriblemente ocupado en el marcaje del marroqu¨ª Moha, un peque?o extremo izquierdo que llev¨® de cabeza a la defensa rojiblanca. ?l y Nino, que suma ya 18 tantos en la Segunda.

El Atl¨¦tico aguant¨® de pie los primeros 20 minutos, justo el tiempo que ambos equipos tardaron en tantearse y descubrir sus cartas. Cuando lo hicieron, el Elche comprob¨® que ten¨ªa una gran oportunidad de devolver al Atl¨¦tico los cuatro tantos que le endos¨® en Madrid. El regreso de Movilla, sancionado la pasada jornada, no aclar¨® las ideas del cuadro rojiblanco, que mareaba el bal¨®n sin profundidad ahogado por la presi¨®n del franjiverde. Los locales se pegaron al Atl¨¦tico de cabo a rabo: de los centrales a los delanteros, todos presionaron constantemente a sus adversarios. El equipo de Luis no supo sacar limpio el bal¨®n, ni siquiera tras pasar por las botas del pulcro Movilla. A su lado, Nagore no daba abasto, envuelto en una batalla que perdi¨® frente a Garc¨ªa y, sobre todo, ante un incomensurable Ivars, que incluso tuvo tiempo y fuerzas para sumarse al ataque.

A la primera bofetada del Elche sigui¨® otra en forma de grave error defensivo en el segundo tanto. Ni la defensa ni Burgos acertaron a despejar un sencillo bal¨®n. Correa, pocos minutos despu¨¦s, se autoexpulsaba y dejaba roto a su equipo. As¨ª, el segundo tiempo fue un vaiv¨¦n para el Atl¨¦tico, sometido a su impotencia y su falta de reacci¨®n. Los rojiblancos, diga lo que diga Luis, est¨¢n en un bache.