El legado patriota de Juan Negr¨ªn
En abril de 1939, los representantes del ej¨¦rcito vencedor acudieron velozmente al Banco de Espa?a para comprobar la existencia de las reservas (sobre todo oro) all¨ª guardadas. Su sorpresa fue may¨²scula, pues all¨ª no hab¨ªa nada y supusieron que los sovi¨¦ticos se hab¨ªan llevado a Mosc¨² el oro de Espa?a. Un libro reciente de Pablo Mart¨ªn Ace?a (El oro de Mosc¨², de Berl¨ªn y de Madrid) tiene un largo cap¨ªtulo sobre lo acaecido a las reservas que hab¨ªa en el Banco de Espa?a en 1936. Ese tesoro hab¨ªa sido trasladado a Cartagena para ser embarcado para Rusia y se supon¨ªa que ir¨ªa a parar a los bolsillos de los espa?oles rojos, pero el libro de Ace?a muestra que todo el Tesoro de Espa?a fue empleado para defender la Rep¨²blica comprando armas y v¨ªveres para el pueblo espa?ol. El libro utiliza el llamado por el banco 'dossier Negr¨ªn' para poder financiar la guerra. Cuando el doctor Negr¨ªn muri¨® en octubre de 1956 en Par¨ªs, su hijo R¨®mulo entreg¨® a los representantes del gobierno de entonces un 'paquete' dir¨ªamos guardado cuidadosamente por su padre en un banco de Francia. ?En qu¨¦ consist¨ªa el paquete? Nada menos que los recibos del oro y otras divisas que hab¨ªan sido transferidos, seg¨²n las necesidades republicanas, a un banco ruso creado para ese prop¨®sito en Par¨ªs. Las cuentas estaban muy claras y se pod¨ªa hacer un c¨¢lculo favorable a Rusia. En suma, todo el oro hab¨ªa sido empleado por la Rep¨²blica para la guerra. La documentaci¨®n de Mosc¨² era ya conocida: el profesor ?ngel Vi?as hab¨ªa publicado un libro con este prop¨®sito, pero no ten¨ªa la autoridad que le da el 'paquete' mencionado y que se guarda en el Banco de Espa?a; ahora, el economista Mart¨ªn Ace?a muestra que en su oficina est¨¢ la documentaci¨®n pertinente para el caso, y confirma lo se?alado por Vi?as en su libro de hace algunos a?os.
Todo esto es prueba del patriotismo de Juan Negr¨ªn, que se ocup¨® de dejar a su muerte las pruebas irrefutables de que el Oro de Mosc¨² se hab¨ªa gastado en defender al pueblo espa?ol y alimentarlo, ya que una gran proporci¨®n del oro se hab¨ªa empleado en la compra de v¨ªveres y, como hab¨ªa se?alado Vi?as, no pod¨ªa reclamarse nada pues se hab¨ªa gastado todo el llamado oro de Mosc¨². O, dicho en otros t¨¦rminos, lo que hab¨ªa en Mosc¨², que estaba antes en el Banco de Espa?a, fue el costo de la guerra de 1936 a 1939: no se pod¨ªa acusar, desde luego, a Juan Negr¨ªn, ministro de Hacienda durante toda la guerra, de gastos ilegales puesto que los documentos rusos mostraban la finalidad de dichos gastos. En suma, Negr¨ªn fue un gobernante patriota en su uso de las reservas espa?olas trasladadas a Par¨ªs.
Es por eso significativo que el libro de Ace?a haya sido recibido con un silencio revelador por los gobernantes actuales y por la prensa. Es un libro verdaderamente de historia fundado en la investigaci¨®n minuciosa de todo el paquete de documentaci¨®n a que alud¨ªamos, y corrobora lo hecho por el doctor Vi?as. Pero lo que sorprende m¨¢s es el silencio total de los dirigentes del PSOE, pues el libro deja en su verdadero lugar al jefe del gobierno republicano, que era socialista y que no ha sido como tal el figur¨®n que sigue ausente del pante¨®n socialista. En estos tiempos que corren, cuando el socialismo espa?ol necesita un refuerzo ideol¨®gico, convendr¨ªa a sus j¨®venes militantes que no tuvieran miedo en acercarse a Juan Negr¨ªn, pues es un s¨ªmbolo de patriotismo, como lo prueba el dossier aludido.
Ah¨ª est¨¢ el libro de Pablo Mart¨ªn Ace?a, verdaderamente excepcional por su consideraci¨®n de un tema tan pol¨¦mico hasta ahora. Cuando abundan desgraciadamente los libros de historia espa?ola dedicados a nimiedades, merece Pablo Mart¨ªn Ace?a el elogio de las personas interesadas en la verdadera historia de Espa?a y, sobre todo, en los socialistas deseosos de descubrir el valor de Juan Negr¨ªn, tan vilipendiado por unos y otros.
?se debe ser el prop¨®sito de la Fundaci¨®n Juan Negr¨ªn, de reciente creaci¨®n, as¨ª como el hospital que lleva su nombre. El hijo mayor de Juan Negr¨ªn (que hab¨ªa casado muy joven con una rusa bell¨ªsima de la aristocracia jud¨ªa, estudiante en Alemania como ¨¦l), y que ha muerto recientemente en Francia, precisamente en Niza, dedic¨® muchos a?os y esfuerzos a conseguir que el Gobierno espa?ol devolviera a la familia Negr¨ªn propiedades y terrenos incautados ilegalmente desde 1936. Tambi¨¦n el doctor Negr¨ªn j¨²nior (neurocirujano). Y finalmente, no hace mucho, el Gobierno actual compens¨® muy generosamente las peticiones de la familia de Juan Negr¨ªn. Es de esperar que la Fundaci¨®n Juan Negr¨ªn dedique sus investigaciones a temas y asuntos internacionales, pues su documentaci¨®n (miles de documentos) se presta a ello. Recordemos que el a?o terrible de M¨²nich, el a?o 1938, vio una acci¨®n diplom¨¢tica muy activa de Juan Negr¨ªn, y ah¨ª, en la Fundaci¨®n, estar¨¢n las pruebas de esa actividad. En suma, la figura internacional del estadista Juan Negr¨ªn quedar¨¢ para la historia en la documentaci¨®n internacional y su talla de gobernante estar¨¢ a la altura de los m¨¢s destacados de esos a?os.
Me es particularmente conmovedor recordar aqu¨ª al alcalde de Las Palmas, Juan Rodr¨ªguez Doreste, que desde 1931 fue un colaborador pol¨ªtico de Juan Negr¨ªn. Sus esfuerzos de 1931 dieron el esca?o que ocup¨® Juan Negr¨ªn en las Cortes Constituyentes y determinaron que fuera un estadista de proyecci¨®n internacional. A ¨¦l se dedican estas breves l¨ªneas.
Juan Marichal es profesor em¨¦rito de la Universidad de Harvard.
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