Ra¨²l L¨®pez, enjaulado
El base quiere saltar el Atl¨¢ntico ya, pero el Madrid no est¨¢ dispuesto a darle facilidades
Ra¨²l L¨®pez (Vic, 1980) gasta unos pantalones marrones muy amplios, llenos de bolsillos por todas partes; el torso lo cubre con una camiseta negra desgastada, que le llega casi hasta las rodillas, y luce un arito diminuto en uno de sus orejas. Le ha crecido el pelo en los ¨²ltimos meses y desde la cristalera de la cafeter¨ªa de la Ciudad Deportiva del Madrid, con el reflejo de un camarero superpuesto, se ve su flequillo movi¨¦ndose al ritmo del bote del bal¨®n contra el parqu¨¦.
Todos los d¨ªas, desde bien temprano hasta la hora de comer, se prepara en solitario. El joven sucesor de John Stockton, el veloz base escogido por el Utah Jazz en la primera ronda de los draft del pasado a?o (el n¨²mero 24), tiene mucho tiempo para pensar mientras lanza mec¨¢nicamente a canasta d¨ªa tras d¨ªa. Lesionado desde noviembre por una distensi¨®n del ligamento de la rodilla derecha, cree que su estancia en la estrecha la Liga ACB ha terminado. 'Me quiero ir a la NBA ya', dice con una voz templada, entre t¨ªmida y esperanzada.
L¨®pez, miembro destacado de la generaci¨®n que se proclam¨® campeona del mundo j¨²nior en Lisboa 99, la de Gasol, Navarro, Felipe Reyes y Cabezas, crey¨® hace menos de un a?o que podr¨ªa tener paciencia. Crey¨® que podr¨ªa ver el espectacular crecimiento de Gasol en Estados Unidos sin sentir una punzada de impaciencia. 'Primero, tengo que triunfar en Madrid', dijo entonces poniendo en su voz los deseos de su club. Pero cuatro meses de inactividad han avivado un deseo que el base ten¨ªa 'desde ni?o'. Incondicional de Magic Johnson, se picaba con su hermano, seguidor del Boston Celtics, cuando ambos no levantaban m¨¢s de metro y medio del suelo.
La retirada del m¨ªtico Stockton puede acelerar la marcha de Ra¨²l a Utah. Sin embargo, el presidente del club, Sam Haslam, no le cit¨® entre los refuerzos previstos para la pr¨®xima temporada en una entrevista reciente con los internautas. Tampoco el Madrid, con su t¨¦cnico, Sergio Scariolo, a la cabeza, parece muy dispuesto a desprenderse de su concurso. No, al menos, si la entidad no recibe a cambio una cantidad muy elevada de dinero.
A lo largo de la semana pasada el futuro del joven base, que ya ha sido 20 veces internacional absoluto, se ha paseado por varias mesas de negociaci¨®n. Ra¨²l, prudente, insiste en que quiere cruzar el Atl¨¢ntico ya, pero subraya: 'No a cualquier precio'. Su destino, si de ¨¦l dependiera, ser¨ªa el para¨ªso de la ortodoxia mormona de Salt Lake City; su pabell¨®n, el Delta, y su camiseta, la que lleva impreso el nombre de los Jazz, pero no depende ¨²nicamente de ¨¦l.
El abanico de jugadores espa?oles seguidos por equipos de la NBA se ha ampliado. La saga de los j¨²niors de oro, adornada con un triunfo frente al equipo estadounidense, se ha puesto de moda entre los ojeadores de la Liga profesional. Ahora suenan Felipe Reyes, Cabezas y, sobre todo, Navarro. El kamikaze del Barcelona, la Bomba, es el jugador que m¨¢s proyecci¨®n tiene en la NBA para un analista privilegiado, Gasol. El catal¨¢n, amigo ¨ªntimo de Navarro, cree que el escolta es el mejor colocado para dar el salto. De Ra¨²l L¨®pez ni habla.
Pero el joven base del Madrid, destetado en la cantera de su pueblo, Vic, y hecho como jugador en el Joventut, afirma que 'es el momento de dar el salto'. Su fichaje le cost¨® 1,8 millones de euros al Madrid hace dos a?os. Ahora, el club blanco quiere rentabilizar la inversi¨®n. Eso s¨ª, se va a encontrar con un inconveniente, la fe de Ra¨²l en su deporte. 'Lo ¨²nico que amo con locura', afirma.
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