La sociedad hebrea apenas protesta contra la campa?a militar

El pasado viernes, casi a la misma hora en que los tanques israel¨ªes derribaban los muros de la sede presidencial palestina en Ramala, una decena de Mujeres de Negro realizaba su manifestaci¨®n semanal en la plaza de Francia de Jerusal¨¦n. En la acera de enfrente, otro grupo opuesto a la ocupaci¨®n de los territorios palestinos reun¨ªa a media docena de pacifistas. Es el reflejo de la escasa contestaci¨®n hacia las medidas del Gobierno de Sharon en la sociedad israel¨ª.

Incluso los laboristas han condonado la decisi¨®n de sitiar a Yasir Arafat. 'No le quedaba otro remedio', asegur¨® ayer el ex primer ministro Ehud Barak, justificando a su sucesor. No en vano los laboristas forman parte del Gobierno de unidad nacional. Hasta Sim¨®n Peres acus¨® ayer a Arafat, su socio de Oslo, de haber cometido 'muchos, muchos errores'. En declaraciones a la radio del Ej¨¦rcito, el ministro de Exteriores responsabiliz¨® al l¨ªder palestino de que no se hubiera alcanzado un alto el fuego.

Y, sin embargo, su presencia en el Ejecutivo de Sharon puede haber servido para suavizar la operaci¨®n militar en curso. De acuerdo con el diario progresista Haaretz, la oposici¨®n de los laboristas evit¨® que el primer ministro llevara a cabo su plan de expulsar a Arafat de los territorios aut¨®nomos. Al parecer, Sharon lleg¨® al Consejo de Ministros del pasado jueves (en el que se aprob¨® el 'aislamiento' de Arafat) con esa pretensi¨®n. Sin embargo, la oposici¨®n de los laboristas, que amenazaron con retirarse del Gobierno, rebaj¨® la expulsi¨®n a aislamiento, 'por el momento'.

Problema pol¨ªtico

M¨¢s all¨¢ de las quejas de los pacifistas, las ¨²nicas discrepancias con posibilidad de tener influencia en el proceso de decisi¨®n pol¨ªtica se centran en el objetivo ¨²ltimo de la decisi¨®n. Para quienes la clave sigue siendo la b¨²squeda de un compromiso con los palestinos (la izquierda), las medidas militares no son suficientes. Todo lo contrario de lo que defiende el primer ministro, convencido de que se enfrenta a un mero problema de terrorismo, sin ra¨ªces pol¨ªticas.

'No se puede ignorar el escaso valor inherente a la operaci¨®n militar: No pondr¨¢ fin al enfrentamiento y no acabar¨¢ con el terrorismo', escrib¨ªa ayer el editorialista de Haaretz. No obstante, previamente hab¨ªa admitido que el fracaso de los esfuerzos por lograr una tregua 'han transformado la operaci¨®n del Ej¨¦rcito en una necesidad'.

Es, sin duda, una convicci¨®n en la que la mayor¨ªa de los jud¨ªos israel¨ªes coinciden. Del mismo modo que, sea cual sea la soluci¨®n que defienden para acabar con el conflicto con los palestinos, virtualmente ninguno est¨¢ dispuesto a aceptar el regreso de los refugiados. 'Eso es algo a lo que nos oponemos el 99,9%', se?ala alguien que se incluye a s¨ª mismo en el cada d¨ªa menos visible campo de la paz.