'Han dejado tirados a 4.000 inmigrantes con papeles en Huelva'

Ca?amero volvi¨® hace un a?o al frente del SOC, que lucha ahora tambi¨¦n por los nuevos jornaleros sin techo ni comida de la comarca fresera, de lo que culpa a patronal y Gobierno

Pregunta. Acaba de reunirse con responsables de la Junta para analizar la situaci¨®n de la comarca fresera de Huelva.

Respuesta. Les hemos dicho que nos preocupa much¨ªsimo que haya 5.000 personas sin trabajo, sin vivienda, sin agua potable y sin comida, lo primero que hay que hacer es arreglar eso. Y luego, habr¨¢ que pensar como recolocarlos con una comisi¨®n entre sindicatos, ayuntamientos y empresarios. Y a los que no tengan papeles, d¨¢rselos.

P. Eso ¨²ltimo, sin permisos de trabajo, parece complicado.

R. Pero es que la Administraci¨®n, sobre todo la subdelegaci¨®n del Gobierno, ha cometido un error muy grave en este caso. El a?o pasado hubo en Huelva un contingente de 4.000 personas, casi todas magreb¨ªes, que trabajaron en la fresa y a los que se regulariz¨®. La mayor¨ªa de los est¨¢n en esta situaci¨®n tienen papeles. Si se sabe perfectamente que se regularizaron estas 4.000 personas que trabajaron aqu¨ª, si este a?o se han cultivado menos hect¨¢reas, ?qu¨¦ explicaci¨®n tiene permitir contratar a tanta gente del este de Europa? O son muy torpes, o realmente lo que quieren es sustituir unos inmigrantes por otros. Y tener las plazas llenas de gente en situaci¨®n precaria, esperando a que haga falta m¨¢s mano de obra.

'Que hayan tra¨ªdo a 7.000 europeos no es inocente, los magreb¨ªes defienden sus derechos'

'El se?or Torres Hurtado nos amenaza porque 'tocamos' a los terratenientes'

P. Algunas ONG, con apoyo de la Junta, han empezado a repartir alimentos pero, ?y el resto de problemas?

R. Le hemos planteado que pongan inspectores espec¨ªficos, coordinados con los delegados sindicales, que pueden detectar y dar soluciones a ni?os que no tienen escuela, medios sanitarios que hacen falta en los pueblos o incumplimientos de convenios. El de Huelva es el m¨¢s bajo de toda Andaluc¨ªa [un jornal de 27 euros]. Pero no se cumple. Y los precios de viviendas y comestibles se disparan. Tambi¨¦n hemos propuesto la creaci¨®n de una oficina ambulante de atenci¨®n al temporero, con abogados, trabajadores sociales, interpretes y sindicalistas.

P. Dijo hace poco que, en la comarca fresera, todas las empresas agrarias incumplen el convenio, ?fue una exageraci¨®n?

R. Tenemos contratos en nuestras manos que incumplen el convenio. Pero aunque se respete en el contrato, luego a los trabajadores, les est¨¢n dando tres y cuatro euros menos al d¨ªa. Las horas extras est¨¢n a m¨¢s de ocho euros y nadie cobra m¨¢s de seis. S¨¦ de lo que hablo, aparte de los sindicalistas, mi propio hijo est¨¢ trabajando en la fresa.

P. Pero si hay contratos formalizados en los pa¨ªses de origen, esas pr¨¢cticas ser¨¢n f¨¢cilmente denunciables ?no?

R. Quien tiene que denunciar es el trabajador, y el trabajador sabe que si denuncia, lo castigan y ya no va m¨¢s a trabajar. A pesar de que llevamos 20 a?os de democracia, hay a¨²n experiencias como la que hemos visto este a?o en Sevilla: hemos revisado 400 empresas agrarias y en 399 no se cumpl¨ªa el convenio. Y hemos tenido que hacer 12 huelgas en los tajos para que grandes empresarios pagaran lo que hab¨ªan firmado.

P. Los inmigrantes que ahora deambulan por la comarca de Huelva, ?tienen alguna oportunidad de encontrar trabajo?

R. La m¨¢xima producci¨®n se da a finales de abril; si para entonces estas criaturas no han encontrado trabajo, que se olviden. Pero tambi¨¦n digo que a finales de abril, si los empresarios necesitan m¨¢s trabajadores, entonces contratan, aunque sea sin papeles. Pero creo que este a?o, tal y como est¨¢ la cosa, no va a haber trabajo para todos.

P. Los empresarios dicen que no pretend¨ªan sustituir a magreb¨ªes, que en Marruecos no les dejaron hacer contratos en origen y por eso recurrieron a trabajadores del este de Europa

R. Pero en la pr¨¢ctica los sustituyeron. Los mismos empresarios han dicho que optan por unas personas porque se adaptan mejor, son menos problem¨¢ticos. El hecho es que los magreb¨ªes han adquirido una cierta conciencia social, que empiezan a defender sus derechos... La gente del este de Europa se tira aqu¨ª tres meses y se va, no quiere saber de pol¨¦micas. Que les hayan tra¨ªdo no es casual, no es inocente, los empresarios sab¨ªan que los 4.000 regularizados del a?o pasado en Huelva, la mayor¨ªa magreb¨ªes, iban a estar aqu¨ª como un reloj esta campa?a. Y les han dejado tirados.

P. ?Qu¨¦ piensa de la manifestaci¨®n del martes en Moguer de unas 200 personas para protestar por el aumento de robos y la invasi¨®n de inmigrantes?

R. Puede ser ingenuidad pero tambi¨¦n puede ser una actitud xen¨®foba y fascista. Cuando los inmigrantes que est¨¢n all¨ª no tienen para comer, que cojan una lechuga de una huerta o abran un frigor¨ªfico, es normal. La gente de Moguer ten¨ªa que echarse a la calle para exigirle al Gobierno que esa situaci¨®n se solucione, no para pedir m¨¢s polic¨ªa. Los Ayuntamientos en estos casos tienen que oponerse, mediante bandos, asambleas...

P. Al SOC se le ve muy activo en la defensa de los inmigrantes.

R. Cuando surgimos como sindicato en 1975, lo hicimos por una realidad que hab¨ªa en Andaluc¨ªa: 500.000 jornaleros sin trabajo, sin tierra. Pero en los ¨²ltimos a?os, los andaluces se est¨¢n yendo a otros sectores. Los jornaleros de ahora y los que van a ser a partir de ahora son inmigrantes. Tenemos una fuerte afiliaci¨®n de inmigrantes. Y eso a algunos les ha cabreado

P. ?A otros sindicatos?

R. Buscamos es la justicia social no m¨¢s representaci¨®n. Los otros sindicatos est¨¢n un poco cabreados porque ponemos en entredicho su planteamiento en el campo. Pero yo me refer¨ªa al delegado del Gobierno. El se?or Torres Hurtado nos amenaza porque estamos con los inmigrantes y tocamos a los terratenientes. Nos dice que nuestra actitud no es moderna. No parece el representante de un Gobierno democr¨¢tico, s¨®lo sabe reprimir.

P. En este a?o al frente del SOC han surgido algunas voces cr¨ªticas de la anterior direcci¨®n...

R. Como en cualquier familia, hay gente que discrepa. Pero el sindicato est¨¢ perfectamente, hemos afiliado 1.000 personas m¨¢s y hay siete sedes nuevas. El SOC siempre ha sido una fuente de democracia interna, entre otras cosas porque el secretario general en los estatutos no tiene ning¨²n poder.

P. Esas discrepancias se centran en la forma de dirigir el sindicato y en los cargos liberados.

R. En el ¨²ltimo congreso el 90% de la gente opt¨® por esta manera de dirigir el sindicato. Aqu¨ª, los sueldos son muy peque?itos, yo gano 113.000 pesetas al mes. Y en los diez a?os que estuve en el Ayuntamiento cobr¨¦ 104.000 pesetas. Pero soy consciente de eso, porque vivo mi profesi¨®n y si quiero representar a la gente, tengo que vivir como la gente. Mi mujer es jornalera, mi hijo trabaja ahora en la fresa, yo he estado de temporero 25 a?os, y quiero vivir eso as¨ª, con lealtad y honradez.