Tres personas secuestran a un taxista en ?vila y lo trasladan a Las Barranquillas
Los agentes encontraron a la v¨ªctima en el maletero de su coche
La carrera que inici¨® el taxista Abundio Andr¨¦s Andr¨¦s, de 64 a?os, cuando fue contratado para trasladar a tres pasajeros desde el pueblo abulense de Ar¨¦valo a Madrid se convirti¨® en 'el peor momento' de su vida. Los tres clientes lo secuestraron a punta de navaja y le metieron en el maletero, tras robarle las tarjetas de cr¨¦dito y obligarle a que les diera los n¨²meros clave. Despu¨¦s fue conducido al hipermercado de venta de droga de Las Barranquillas (Villa de Vallecas), donde fue liberado por agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.
El secuestro de Andr¨¦s comienza sobre las 13.30, cuando recibe la llamada de un compa?ero de Ar¨¦valo. ?ste le pregunta si puede llevar a tres clientes a Madrid, ya que ¨¦l no pod¨ªa: ten¨ªa un servicio contratado con anterioridad para las dos de la tarde. El taxista, que vive en el cercano municipio segoviano de Mart¨ªnmu?oz de las Posadas, accedi¨®. Cuando lleg¨® a Ar¨¦valo, le explicaron que a sus clientes se le hab¨ªa estropeado el veh¨ªculo y necesitaban llegar a la capital 'cuanto antes'. 'Era la primera vez que les hab¨ªa visto y, en principio, no me sorprendi¨® nada', explic¨® el taxista.
Los tres pasajeros (dos hombres y una mujer) se sentaron en la parte trasera del Renault Laguna de Andr¨¦s. Ella iba recostada en el hombro de uno de sus acompa?antes. 'Me llam¨® mucho la atenci¨®n que cuando par¨¦ en la gasolinera de Adanero para orinar, me siguieran al servicio. Parec¨ªan un poco nerviosos', a?ade el conductor.
Cuando el taxista estaba subiendo el llamado Alto del Caloco, en San Rafael (Segovia), uno de los pasajeros le agarr¨® por el cuello, mientras los otros dos sacaron una navaja y un cuchillo y se los pusieron en el cuello. Despu¨¦s, le hicieron detenerse en el arc¨¦n.
'Para el coche y, venga, para el maletero', le dijeron. El taxista intent¨® pulsar una alarma de localizaci¨®n con la que va dotado el coche, pero los delincuentes se dieron cuenta de sus intenciones y la rompieron. Con el veh¨ªculo fuera de la carretera, los pasajeros le hicieron bajar del taxi. Tambi¨¦n le robaron la recaudaci¨®n y las tarjetas de cr¨¦dito. Le exigieron los n¨²meros secretos para sacar dinero. 'S¨®lo les pude dar uno, porque no me acuerdo del resto', explic¨® Andr¨¦s.
Claustrofobia
Acto seguido, fue introducido en el maletero del taxi. 'Me di cuenta de que hicimos diversas paradas. Entonces me supuse que se deb¨ªa a que estaban sacando dinero de los cajeros', explica el conductor. 'Comenc¨¦ a chillar que me sacaran de ah¨ª [del maletero]. Entonces ella me grit¨®: 'C¨¢llate o te aplastamos la cabeza', a?ade la v¨ªctima. 'Intentaba calmarme, porque padezco de claustrofobia y me estaba dando cuenta de que cada vez lo pasaba peor y que pod¨ªan empezar las taquicardias. En ciertos momentos llegu¨¦ a pensar, incluso, en que me pod¨ªan matar en cuanto quisieran', recuerda.
De repente, el taxista empez¨® a o¨ªr sirenas. El taxi se encontraba en el Camino de los Yeseros, a la entrada de Las Barranquillas. Los agentes que patrullan por la zona sospecharon de la presencia de un taxi segoviano, ocupado por cuatro individuos (se a?adi¨® uno durante el secuestro), en este hipermercado de la droga, seg¨²n la Jefatura Superior de Polic¨ªa.
Cuando se vieron descubiertos, el conductor del taxi intent¨® atropellar a un agente. Pero la polic¨ªa consigui¨® detener el veh¨ªculo e identificar a sus ocupantes. Se trata de Miguel Fernando P. D., de 25 a?os; Paulo Jorge R. A., de 27; Elisabeth C. T., de 20, los tres de origen portugu¨¦s, y Miguel ?ngel Vega P., que se hab¨ªa fugado de la c¨¢rcel. Este ¨²ltimo cuenta con 39 antecedentes por diferentes delitos y cuatro reclamaciones judiciales de busca y captura. La polic¨ªa recuper¨® 59 de los 590 euros que los secuestradores sacaron de los cajeros.
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