Que no sea una ocasi¨®n perdida
La pr¨®xima reuni¨®n en Valencia de los ministros de pa¨ªses mediterr¨¢neos y de la Uni¨®n Europea (UE), intenta retomar la iniciativa adoptada por la anterior Presidencia espa?ola (ejercida bajo el Gobierno socialista) que culmin¨® en la apertura del proceso de Barcelona de 1995 por el que se intentaba sentar las bases para profundizar en las relaciones euromediterr¨¢neas.
El hecho de que hasta el momento el Gobierno popular haya cosechado un fracaso en lo que iba a ser su principal logro cara a esta reuni¨®n (la creaci¨®n del Banco Euromediterr¨¢neo de Desarrollo como filial del Banco Europeo de Inversiones) no puede ni debe desalentarnos en la carencia de que en la reuni¨®n pueden conseguirse objetivos que ofrecen el ¨¢mbito regional mediterr¨¢neo, tanto en el plano pol¨ªtico como econ¨®mico.
Un antiguo primer ministro brit¨¢nico, el laborista Clement Attlee, y posteriormente el presidente dem¨®crata estadounidense John F. Kennedy manifestaron su convicci¨®n de que no era posible crear el para¨ªso para nosotros si a nuestro alrededor estaba el infierno, y la frase resulta ciertamente aplicable a cuanto ocurre en la cuenca mediterr¨¢nea, con una orilla norte cada vez m¨¢s rica, y una orilla sur cada vez m¨¢s pobre y m¨¢s poblada.
Y como tal es as¨ª, no es de extra?ar que los habitantes del Magreb arriesguen sus vidas, embarc¨¢ndose en pateras, para acudir en busca de un trabajo que les haga salir de su situaci¨®n de indigencia.
Por lo tanto, el objetivo de promover el desarrollo econ¨®mico de la orilla sur del Mediterr¨¢neo, no s¨®lo es un objetivo de justicia sino, incluso, una necesidad para mantener nuestro actual sistema de vida. Y si a ello le unimos el hecho de que la Uni¨®n Europea debe esforzarse en asumir un protagonismo mayor en la b¨²squeda de soluciones de paz para el Oriente Medio, la reuni¨®n de Valencia podr¨ªa significar una importante aportaci¨®n en el proceso de di¨¢logos entre diferentes culturas y en la b¨²squeda de la paz.
Lo malo es que existe el riesgo de que el Gobierno espa?ol enfoque la reuni¨®n -tal y como ha venido haciendo hasta ahora- como una operaci¨®n de marketing pol¨ªtico para realzar la figura de su presidente. Y en tal caso, m¨¢s que probable, ser¨¢ otra ocasi¨®n desaprovechada.
Luis Berenguer es eurodiputado socialista.
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