El jurado pasa la rev¨¢lida de los 6 a?os
Los tribunales populares han sobrevivido a las acusaciones de ineficacia, a pesar de las sentencias pol¨¦micas
Esta pregunta la podr¨ªa suscribir cualquiera que sea espa?ol, mayor de edad, sepa leer y escribir y no sea deficiente mental: '?C¨®mo es posible que a m¨ª, que no me ha tocado nada en mi vida, me toque precisamente hacer de jurado?'. Es lo primero que pens¨® J. A. R., de 49 a?os, el d¨ªa que le nombraron jurado por un periodo de dos a?os. El viernes 22 de marzo sali¨® de su primer y ¨²ltimo juicio. 'Juegas con el futuro de una persona', dec¨ªa, 'no pienso repetir, yo ya he cumplido'. M¨¢s de 16.000 espa?oles han cumplido tambi¨¦n en casi 2.000 juicios an¨®nimos. Pero J. A. R. hab¨ªa conocido su caso por la prensa: un ex guardia real, Ubaldo Luis F., hab¨ªa matado a su novia a hachazos en el aparcamiento de un Hipercor en Madrid. Igualmente, la prensa se har¨ªa eco hasta de la ¨²ltima coma del juicio. Y mucho m¨¢s de un error en la sentencia.
'Juegas con el futuro de una persona.Yo no pienso repetir', dice un jurado reciente
Es el tipo de caso candidato a engrosar la mala fama de los jurados. En Madrid, hasta 2001, se hab¨ªan celebrado 152 juicios con jurado, de los que se han anulado s¨®lo tres. Pero tuvo que ser precisamente la sentencia a 17 a?os de c¨¢rcel de Felicitas Melva -la mujer ecuatoriana que mat¨® a su hija reci¨¦n nacida en el Retiro- la que fuera anulada. Y de los 243 celebrados en Andaluc¨ªa, tuvo que ser precisamente el caso de Roc¨ªo Wanninkhof el que fuera revocado por 'falta de motivaci¨®n' en la sentencia: la mujer condenada fue puesta en libertad, ante la desesperaci¨®n de la madre de la v¨ªctima. Ambos trajeron consigo r¨ªos de tinta.
'Aunque sean casos conocidos, se ve claramente que el ¨ªndice de revocaci¨®n de sentencias es bastante peque?o', afirma Guillermo Vidal, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a. Defensor del sistema de jurado, Vidal es una de las voces que tratan de quitar hierro a las supuestas sentencias pol¨¦micas. 'En muchos casos, el fallo est¨¢ en el objeto de veredicto que plantea el magistrado'. El jurado se pronuncia sobre una serie de preguntas (el objeto de veredicto) redactadas por el juez sobre lo que se ha visto y o¨ªdo en la sala.
Si esas preguntas no son lo bastante precisas, un tribunal superior puede encontrar 'falta de motivaci¨®n' (argumentos pobres) en la sentencia y revocarla. Y la sensaci¨®n que transmite es la de que los jurados no pueden juzgar delitos graves porque no conocen de Derecho. 'Eso, aparte de ser falso, es tener muy poca confianza en el pueblo espa?ol y en su cultura', concluye Vidal.
El calvario de la imagen popular del jurado comenz¨® al poco de su puesta en marcha, cuando en 1997 nueve personas absolvieron al terrorista en potencia Mikel Otegi del asesinato a sangre fr¨ªa de dos ertzainas con una escopeta. Esta misma semana saltaba la noticia de que, cinco a?os despu¨¦s, Otegi ha aprovechado su libertad para escalar posiciones en ETA. Todo un sector de la Justicia, identificado como conservador, ve refrendadas en cada uno de estos casos sus cr¨ªticas al jurado.
Para algunos, como Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Ancos, fiscal jefe de Castilla y Le¨®n, la Ley del Jurado es 'la peor ley org¨¢nica que se ha aprobado en democracia'. 'Tengo nueve audiencias provinciales, y todas se quejan del jurado. Primero, todo el mundo te pone excusas para no participar. Despu¨¦s, la mitad son recusados por las partes [durante la selecci¨®n previa]. Y por ¨²ltimo, salen unos churros de sentencias. Pero es como si a m¨ª me ponen a juzgar un proyecto de f¨ªsica cu¨¢ntica, es normal que no tenga ni idea'.
Garc¨ªa Ancos suele recordar un caso especialmente sensible. Se juzgaba a un fiscal, 'un compa?ero', por cohecho. 'El presidente del jurado vino a verme a mi despacho y me dijo: 'Perdone, pero no s¨®lo no sabemos lo que es el cohecho, es que todos los del jurado es la primera vez que o¨ªmos esa palabra'. Tuve que darle una clase a aquella gente, como a un curso de 2? de Derecho'.
'Nadie puede meterse con la apreciaci¨®n de esas personas de lo que han visto y o¨ªdo', responde Jes¨²s Mar¨ªa Garc¨ªa Calder¨®n, fiscal jefe de Granada. Para los juzgados 'existe un trastorno, porque es un procedimiento costoso, complejo y rompe con toda la tradici¨®n judicial espa?ola', contin¨²a Garc¨ªa Calder¨®n, 'pero o creemos en el jurado o no. No se puede poner en duda constantemente por cuestiones formales'. El decano del Colegio de Abogados de Madrid, Luis Mart¨ª Mingarro, gusta de decir que, discusiones aparte, 'el jurado es un buen argumento de provocaci¨®n para que la Justicia no se duerma en los laureles'.
Defensores del jurado
Para los defensores del jurado, hay un antes y un despu¨¦s del 21 de diciembre pasado, cuando la Sala Segunda del Tribunal Supremo public¨® una sentencia por la que enmendaba la plana al TSJ de Asturias, que hab¨ªa anulado una sentencia. En negro sobre blanco, el alto tribunal daba la raz¨®n al jurado, y afirmaba: '(...) los jurados han deliberado y se han pronunciado sobre ciento cuarenta y siete cuestiones planteadas por el magistrado presidente, (...), lo que supone un ejercicio de reflexi¨®n y discusi¨®n mucho m¨¢s intenso que el que se produce en las deliberaciones de los tribunales t¨¦cnicos'.
En el caso del asesinato del Hipercor fueron 12 horas seguidas de deliberaci¨®n. Tan intensa que los jurados pidieron salir al pasillo a discutir porque no aguantaban m¨¢s el calor y el humo de su despacho. Cobraron 9.300 pesetas al d¨ªa los 9 titulares y 4.650 los dos suplentes.
Montse, de 30 a?os, que junto con J. A. R. estaba entre ellos, tuvo que escuchar con atenci¨®n todos los detalles sobre c¨®mo Ubaldo Luis F. sac¨® un hacha del maletero de su coche y con ¨¦l golpe¨® hasta la muerte a su novia, Concepci¨®n. Delante estaba Isabel, la hija de ¨¦sta, de ocho a?os, que recibi¨® un hachazo en la mano mientras intentaba proteger la cabeza de su madre agonizante. ?Muri¨® del primer hachazo? ?Pudo evitar mutilar la mano de la ni?a? ?Ten¨ªa sitio Concepci¨®n para escapar?
'Son conceptos que definen la alevos¨ªa o el ensa?amiento. Suponen la diferencia entre homicidio y asesinato. Por eso en un caso como ¨¦ste, con los hechos probados y reconocidos por el acusado, yo habr¨ªa preferido un tribunal t¨¦cnico, que sepa apreciar sin ninguna duda esos matices', explicaba uno de los abogados presentes en la causa tras exponer las conclusiones finales.
Siempre habr¨¢ argumentos de sobra para discutir la calidad de una sentencia. Por eso existe la figura del recurso. Pero cada vez quedan menos para discutir el esfuerzo de las personas que sudan de responsabilidad desde el momento en que son citados para juzgar a un conciudadano. Montse cree que no olvidar¨¢ en su vida las fotos que ha tenido que estudiar para juzgar los detalles del espantoso crimen. 'Ha habido que reconstruir los hechos una y otra vez. He estado todo el d¨ªa hablando de hachazos y de sangre. Llevo una semana metida en el tema y ya empezaba a estar obsesionada. Yo no repetir¨ªa. Ha sido muy duro ver al acusado mientras se le¨ªa su sentencia. Asesinato. ?Por qu¨¦ tiene que estar delante? Lo que m¨¢s me ha afectado ha sido tenerlo ah¨ª delante'. Visiblemente agobiada, Montse confesaba: 'A m¨ª me daba pena, la verdad. No lo ten¨ªa claro. Creo que ese pobre hombre estaba arrepentido. No olvidar¨¦ su cara'.
Pocas esperanzas para los cr¨ªticos
Si hay un dato que indica la supervivencia del procedimiento del jurado es que ya no est¨¢ en discusi¨®n. El tema est¨¢ por completo fuera de la agenda pol¨ªtica espa?ola. En el reciente Pacto por la Justicia, firmado por el Partido Popular y el PSOE, se inclu¨ªa, dentro de la revisi¨®n de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la discusi¨®n sobre una posible reforma de la Ley del Jurado. Sin embargo, ninguno de los partidos firmantes est¨¢ por la labor de plantear el debate al mismo nivel que hace seis a?os. El portavoz del PP en el Senado y ponente en su d¨ªa de la ley, Esteban Gonz¨¢lez Pons, afirma que su partido a¨²n mantiene la esperanza de instaurar un modelo de jurado que incluyera profesionales. 'Queremos un jurado escabinado', resalta Gonz¨¢lez Pons, 'pero en ning¨²n momento vamos a tensar o a poner en peligro el Pacto por la Justicia con el PSOE por la cuesti¨®n del jurado. Es un tema menor comparado con otros logros de ese pacto, como la renovaci¨®n de cargos o la puesta en marcha de los juicios r¨¢pidos'. Desde las filas del PSOE, Juan Fernando L¨®pez Aguilar resume la discusi¨®n en que 'el jurado est¨¢ aqu¨ª para quedarse. Ahora mismo funciona de manera aceptable, y est¨¢ en proceso de consolidaci¨®n'. L¨®pez Aguilar responde a las cr¨ªticas con el argumento de que 'los fallos achacables a los juicios con jurado son perfectamente extensibles a toda la administraci¨®n de justicia, incluyendo los juicios con profesionales'. Sobre la posible reforma del sistema, coincide con el portavoz del PP en que 'ahora mismo no est¨¢ en debate. Hay muchas prioridades antes de ocuparse de eso'. Sin embargo, conf¨ªa en que el jurado puro se mantendr¨¢ como est¨¢ y aclara que su partido 'no aceptar¨ªa nunca un jurado escabinado'.
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