Se habla espa?ol
?Qui¨¦n no ha sentido el anhelo irreprimible de adquirir un coche en el Estado de Oregon, USA? Pues es f¨¢cil: una vez all¨ª, se consulta una revista dedicada a cars, y en ella se encontrar¨¢ este anuncio resolutivo: 'No Credito Mal o buen Credito todos reciviran el buen Trato que se meresen Aqu¨ª en Broadway Toyota Fabor de hablar para su cita al #2841105Pregunte Por el Se?or NoeENriquez Que estara a sus ordenes acistiendo ala comunida Hispana. Se habla espa?ol'.
Un paisano que ha estado en semejante lugar me env¨ªa una p¨¢gina con ese aborto de final tan pat¨¦tico, para no tener que creerlo a pura fe. ?Qui¨¦n est¨¢ interesado en mantener a muchos hispanos en tanta indigencia mental? ?Y hacemos algo eficaz por remediar esa desdicha quienes s¨ª estamos concernidos?
Pero ahora que a Francisco de Goya le han aposentado los cuadros en Washington, es ocasi¨®n de visitarlos aprovechando el viaje a Oregon. No estar¨¢ de m¨¢s, antes de la visita, saber algo profundo del gran pintor. Consultemos en Internet su WebMuseum y aceptemos la invitaci¨®n a leerlo en espa?ol; informa de esto: 'Goya (y Lucientes), Francisco (Jos¨¦) de (b. de marcha la 30 de 1746, Fuendetodos, Espa?a - d. De abril el 16, 1828, Burdeos, cap¨ªtulo), artista consummately espa?ol que pinturas, dibujos, y grabados multifarious relajaron agitaciones hist¨®ricas contempor¨¢neas e influenciaron los pintores importantes diecinueveavo y 20th-century. La serie de aguafuertes Los desastres de la guerra registra los horrores de la invasi¨®n de Napoleonic. Sus obras maestras en la pintura incluyen el Maja desnudo y el Maja arropado'. ?Por qu¨¦ habr¨¢ hecho Goya transexuales a sus majas, ejerciendo adem¨¢s sobre la/el primera/o tal violencia de 'g¨¦nero' en pleno invierno? El sistema Beta de traducci¨®n autom¨¢tica que aqu¨ª se ha aplicado consigue una explosi¨®n de risa que, apelando a lo insuperable, jam¨¢s lograr¨ªan Chaplin, Keaton, Tip y Gila juntos.
Y es as¨ª como suele tratarse nuestra lengua por esos mundos; algunas veces he llamado la atenci¨®n sobre tama?o ultraje, especialmente asiduo en las instrucciones -enigm¨¢ticas normalmente- para el manejo de cualquier invenci¨®n que nos hace m¨¢s civilizados. Tengo ante los ojos el envase de una especie de cosa llamada Disk File 80, que, como su nombre indica, sirve para archivar ochenta disquetes de tres pulgadas y media. Y ?cu¨¢l es la ventaja de esa ¨²til manufactura? Hela: 'Ahorha espacio'. No creo que el Gobierno debiera permitir la venta en Espa?a de productos que entran haciendo una higa a nuestro idioma; ning¨²n Gobierno hispano debiera permitirlo. Pero supongo que ni siquiera un desd¨¦n compasivo causar¨ªa proponer a nuestro Parlamento algo parecido a una ley de defensa del idioma similar a la de Francia.
La veleidad flexiva patente en el Maja desnudo tambi¨¦n produce miasmas cerebrales entre nosotros, que dan origen a las ant¨ªpodas o la marat¨®n, feminizando el masculino con singular violencia de g¨¦nero. O que permite calificar de bermellona la camiseta del equipo de f¨²tbol mallorqu¨ªn, afeminando y violando el color bermell¨®n. Pero ?qu¨¦ puede esperarse, si las propias disposiciones oficiales llaman patrullas unipersonales a los polic¨ªas que, sin acompa?ante, nos vigilar¨¢n por los caminos para que no andemos en malos acelerones? Las patrullas, ?no han sido siempre grupos poco numerosos de soldados o polic¨ªas? Pero, claro, es que patrol, en yanqui, nombra a 'una persona o varias personas patrullando'. Ese 'una' es el que ha metido en la lengua espa?ola otro indeseable sujeto, urgentemente nacionalizado por la autoridad competente.
Otras cosas de enorme inter¨¦s han ocurrido y han dejado huellas en el idioma antes de que el invierno acabara despeg¨¢ndose del calendario. Acontecimiento inolvidable fue el cumplesiglo del Real Madrid, cuyo comienzo de celebraci¨®n esco?¨® el triunfo coru?¨¦s. Un peri¨®dico de la Corte anunci¨® as¨ª el desastre: 'El Depor da un golpe bajo al Centenario'. ?Ser¨¢ posible? Se lee en el Diccionario que el golpe bajo es una 'acci¨®n malintencionada y ajena a las normas admitidas en el trato social'. Quienes presenciamos el partido podemos jurar que ning¨²n pie gallego busc¨® el vientre contrario: aquel titular era claramente tendencioso. Otra cadena sentenci¨® que el Centenario empezaba haciendo aguas; claro que quiso decir haciendo agua, pero el plural convert¨ªa el suceso en mera micci¨®n.
Acontecimiento funesto, plenamente invernal, fue lo del esquiador germano-murciano Johann Muehlegg en los Juegos de Salt Lake. Todos los buenos espa?oles saltamos de gozo al verle empu?ar la tercera bandera; todos nos derrumbamos al ver c¨®mo se la arrebataban; y ?de qu¨¦ modo coment¨® este drama colectivo un charlador de TV? Pues diciendo que 'con Muehlegg nos ha salido el rabo entre las piernas'. ?A todos, a todas? El Diccionario asegura adem¨¢s que eso del rabo entre piernas supone 'quedar vencido y abochornado, o corrido'. Encima.
A Olimpiada muerta, Campeonato puesto: dentro de nada, ah¨ª tendremos la Cumbre Mundial del Bal¨®n. ?Qui¨¦nes defender¨¢n nuestra casaca? Tal vez haya que hacer a Kluivert murciano como a Muehlegg. Por fortuna, nuestro asalto a Copa tan insigne cuenta con un buen estratega; por ello, un cronista deportivo ha recomendado por escrito 'dar manga ancha al seleccionador', pues es, seg¨²n se define a s¨ª mismo, un 'reflejante de la opini¨®n p¨²blica'. ?Qui¨¦n se atrever¨ªa a disentir de exhorto tan misericordioso? S¨®lo que, deseando decir que debe otorgarse confianza al seleccionador, lo que ha pedido el reflejante es que se le trate con 'lenidad o excesiva indulgencia' (DRAE); si la idea del cronista prende, puede echarse buenas siestas el se?or Camacho.
Dejo para el final la Cumbre de verdad, la de Barcelona: ?qui¨¦n no vivi¨® el d¨ªa de San Agapito pendiente de que Chirac nos condenara o no a electra perpetua? Bien vali¨® el esfuerzo hecho para evitar sobresaltos a los poderosos que debat¨ªan tan ardua cuesti¨®n (total, para seguir recibiendo el mismo calambrazo mensual, o m¨¢s fuerte). Pero, en fin, estuvieron muy acertadas las medidas protectoras de tales sesudos: la pantalla televisiva mostr¨® a diversos polic¨ªas que vigilaban desde terrazas pr¨®ximas al hotel Juan Carlos I. Y dijo el locutor que eran francotiradores. (Esto es, 'personas aisladas que, apostadas, atacan con armas de fuego').
El asunto no es de broma: licenciados universitarios desconocen qu¨¦ significan golpe bajo, rabo entre piernas, manga ancha o francotirador. Insisto en lo de licenciados universitarios; y, adem¨¢s, con oficio de hablar o escribir retribuido. La instrucci¨®n p¨²blica ha sufrido tantos ataques reformadores, que es hoy mustio collado. En esto s¨ª: o revoluci¨®n o muerte.
Fernando L¨¢zaro Carreter es miembro de la Real Academia.
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