Los estudiantes de tres universidades de la periferia pierden clases y ex¨¢menes por el paro

Uno de los sectores m¨¢s afectados por la huelga de transportes est¨¢ siendo el de los estudiantes de las universidades de los municipios pr¨®ximos a la capital. En algunos casos, hasta la mitad de los j¨®venes que habitualmente acuden a los centros de Villanueva de la Ca?ada (Alfonso X El Sabio), Villaviciosa de Od¨®n (CEES) u Hoyo de Manzanares (Antonio de Nebrija) no ha podido hacerlo, al ser el autob¨²s el ¨²nico medio de transporte del que disponen. Aulas semivac¨ªas, convocatorias de ex¨¢menes perdidas o pr¨¢cticas retrasadas son una consecuencia m¨¢s de los paros de estos d¨ªas.

Las calles de Villanueva de la Ca?ada, a 30 kil¨®metros de Madrid,donde est¨¢ situado el campus de la Universidad Alfonso X El Sabio, han ofrecido durante los siete d¨ªas no consecutivos de huelga una imagen poco corriente: largas filas de j¨®venes que se dirigen cada ma?ana y cada tarde a pie hacia sus clases, mientras muchos aprovechan el paso de cualquier veh¨ªculo para hacer autostop y recortar el trayecto.

A las doce del mediod¨ªa de ayer, Laura y Rosa, dos estudiantes de enfermer¨ªa, se colocaban estrat¨¦gicamente a la salida del centro, en espera de alg¨²n compa?ero solidario que las acercara a sus casas. Tienen suerte, porque viven en el pueblo y pueden ir a clase, aun a pie. Pero, sin autobuses, muchos de sus compa?eros de Madrid no pudieron llegar. 'No todo el mundo tiene coche o puede conseguir que le traigan. El otro d¨ªa ¨¦ramos ocho en clase, en vez de 60', cuenta Laura. Pero estas dos j¨®venes tienen otro problema: realizan sus pr¨¢cticas en hospitales de la capital, a las que no han podido ir por carecer de transporte, lo que les obligar¨¢ a hacerlas en verano y perder as¨ª d¨ªas de vacaciones.

En la Universidad Europea CEES, de Villaviciosa de Od¨®n, a 20 kil¨®metros de Madrid, la situaci¨®n se repite, a pesar de que son m¨¢s los estudiantes que s¨ª disponen de veh¨ªculo propio. No es el caso de Violeta, alumna de arquitectura, a quien sus profesores le han cambiado la fecha de varios ex¨¢menes, conscientes de que la mitad de la clase no podr¨ªa asistir. 'Todos estamos bastante resignados con lo de la huelga, incluso los profesores', confiesa su compa?ero Javier.

En otros centros han tomado medidas m¨¢s originales, como en el caso de la Universidad Antonio de Nebrija, cuyo campus de La Berzosa est¨¢ a 33 kil¨®metros de la capital. Seg¨²n David, estudiante de periodismo, la direcci¨®n del centro, en el que la asistencia es obligatoria, puso ayer en marcha un sistema de transporte alternativo. 'Por la ma?ana nos vinieron a recoger a la estaci¨®n del cercan¨ªas de Torrelodones los jardineros con las camionetas, y hasta la secretaria del rector con su coche particular. Luego ya pusieron minibuses de empresa', explicaba David, cuyos profesores suspendieron las clases el lunes y el martes por la falta de alumnos, as¨ª como los ex¨¢menes previstos para esos d¨ªas.

En la Universidad Aut¨®noma, una de las pocas situadas en la periferia a las que s¨ª llega el tren, el enfado no es menor, aunque el absentismo s¨ª lo sea. 'Muchos vienen en coche y los atascos hacen que la mitad de la clase llegue tarde', dec¨ªa M¨®nica, una estudiante de derecho, mientras Diana, la responsable de la oficina de relaciones internacionales de la Facultad de Econ¨®micas, se quejaba de que tarda una hora en vez de 10 minutos en llegar al trabajo 'porque el tren da un gran rodeo'.