Carod condiciona los pactos tras las elecciones al compromiso de reforma inmediata del Estatut
El l¨ªder independentista considera que CiU y el PSC se parecen 'como dos gotas de agua'
A pesar de que las elecciones auton¨®micas no est¨¢n previstas hasta finales de 2003, todos los partidos -salvo el Partido Popular (PP)- han puesto en marcha la maquinaria electoral. El primero en hacerlo fue Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), que cambiar¨¢ por primera vez en 23 a?os su cartel electoral para las auton¨®micas -siempre hab¨ªa sido Jordi Pujol- y design¨® en enero a Artur Mas para darle tiempo a darse a conocer como aspirante.
Coincidiendo con el 71? aniversario de la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica, Carod repiti¨® ayer las condiciones que ERC pondr¨¢ sobre la mesa para pactar con socialistas o convergentes tras los comicios: impulsar un nuevo marco institucional, pactar un nuevo sistema de financiaci¨®n, capacidad de relaci¨®n directa con Europa y rechazo del Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN). Pero para subrayar que estas condiciones exigir¨ªan una reforma a fondo del Estatut, subray¨®: 'El que quiera pactar con nosotros debe saber que en la pr¨®xima legislatura tendr¨¢ que haber un refer¨¦ndum para sancionar el nuevo status de Catalu?a', dijo entre aplausos.
No es la primera vez que ERC pone como condici¨®n para apoyar al Gobierno catal¨¢n la reforma inmediata del Estatut. Ya lo hizo en 1980, cuando los republicanos votaron la primera investidura de Jordi Pujol precisamente a cambio de esta exigencia sobre un Estatuto entonces reci¨¦n estrenado. Pujol nunca cumpli¨® su promesa, pero ello no impidi¨® que Esquerra, que inicialmente limitaba su colaboraci¨®n con el Gobierno al ¨¢mbito parlamentario, asumiera incluso la cartera de Industria del Ejecutivo.
La exigencia de refer¨¦ndum ya est¨¢ impl¨ªcita en el pacto sobre el autogobierno que ERC firm¨® a finales del a?o pasado con el Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) porque propugna la reforma del Estatut. Pero el pacto fija un horizonte de dos legislaturas, y ayer Carod insisti¨® en que dicho refer¨¦ndum -y por tanto la reforma- tiene que convocarse en el pr¨®ximo mandato.
Cortejado por socialistas y convergentes, Carod aspira a situar a Esquerra como tercera fuerza pol¨ªtica del Parlament -¨¦sta es hoy el PP, que tiene los mismos diputados que ERC, aunque logr¨® m¨¢s votos- y decidir el signo del primer Gobierno aut¨®nomo sin Jordi Pujol desde 1980. En el acto de ayer, que fue presentado por el actor Joel Joan y cont¨® con la participaci¨®n, entre otros, de los actores Carles Canut, Jordi Bosch, Xavier Serrat, el m¨²sico Toti Soler y el grupo Teatre de Guerrilla, el l¨ªder independentista se situ¨® completamente equidistante de CiU y el PSC, a los que censur¨® por igual.
'Los dos partidos llegan agotados, sin ideas, sin ilusi¨®n; se parecen tanto como dos gotas de agua', proclam¨® Carod, quien puso como ejemplo la coincidencia en el mismo seminario en Washington de los asesores de Artur Mas y de Pasqual Maragall. Ambos partidos, dijo, son representantes de la 'Catalu?a que termina' y present¨® a Esquerra como el ¨²nico partido que no particip¨® de la 'confabulaci¨®n vergonzante' de la transici¨®n.
Carod hizo varios gui?os a los electores pujolistas para que, tras la retirada de Pujol, miren ahora hacia Esquerra como su nuevo referente. 'ERC aspira a recoger la mejor herencia del pujolismo, del catalanismo progresista fundacional de Converg¨¨ncia, que no quiere saber nada de la genuflexi¨®n constante del PP'.
Para reforzar este flanco, los organizadores incluyeron entre la decena de oradores que tomaron la plabra a Miquel Sellar¨¨s, fundador de CDC. Y en la fila cero de intelectuales que quisieron acompa?ar a Carod se encontraban otras personas que en el pasado se situaron a la ¨®rbita de CiU, como el soci¨®logo Salvador Card¨²s y el historiador Joan B. Culla. En esta fila se sentaron tambi¨¦n personas vinculadas en el pasado al PSUC -como Francesc Candel y Josep Benet-, adem¨¢s del ex presidente de ERC, Heribert Barrera, cuyas opiniones sobre la inmigraci¨®n han puesto en aprietos a la c¨²pula de Esquerra. En su discurso, Carod hizo una cari?osa alusi¨®n a Barrera al recordar su papel en la reconstrucci¨®n del partido tras la guerra civil.
Carod trat¨® de contagiar su esperanza en que ERC emerger¨¢ como un 'terremoto' en las elecciones, lo que en su opini¨®n servir¨¢ para acabar con el lastre que a su juicio supone Espa?a para Catalu?a. 'Si nos gobern¨¢ramos nosotros, ?qu¨¦ gran pa¨ªs ser¨ªa este que ahora hace de mecenas de Espa?a!', aventur¨®.
El dirigente independentista evit¨® las pol¨¦micas de coyuntura, aunque hizo alusiones el¨ªpticas a alguno de los casos que afectan al Ejecutivo catal¨¢n, como la contrataci¨®n de empresas vinculadas a los hijos del presidente. 'Que lo escuche quien quiera: con ERC en el Gobierno, ciertos bufetes, consultor¨ªas y despachos no tienen nada que hacer con el Gobierno de Catalu?a', dijo.
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