Nuevos espacios para la ¨®pera
Hay muchos aspectos positivos en esta coproducci¨®n, y no es el menor el hecho de abrir a la ¨®pera un nuevo espacio. Que, l¨®gicamente, conlleva un nuevo p¨²blico: la gente que acude al Espai Moma poco tiene que ver con los habituales del Palau. Y es ¨¦sta la gente que, alterando sus costumbres, est¨¢ acudiendo a las ocho sesiones de Cos¨¬ fan tutte. Aunque el aforo sea reducido, el hecho resulta bastante esperanzador.
Un segundo valor a destacar es la econom¨ªa de medios: Si en el caso de la orquesta ello resulta discutible (cada instrumento est¨¢ representado por un ¨²nico atril, entre otras cosas porque no caben m¨¢s), en el aspecto escenogr¨¢fico funcion¨®. Verdad es que no todas las ¨®peras tienen los valores teatrales tan esencialmente dispuestos como ¨¦sta. Verdad es que otras muchas requieren de mayor artificio y elaboraci¨®n de los elementos esc¨¦nicos. Cos¨¬ fan tutte se sostiene sola, no necesita decorados complicados, ni montajes costosos, ni nada que no sea la habilidad de Da Ponte (el libretista) y Mozart (el m¨²sico). Porque en su trabajo se encuentra ya, potencialmente, todo lo dem¨¢s.
Cos¨¬ fan tutte
De Mozart. Coproducida por el Institut Valenci¨¤ de la M¨²sica, Espai Moma y Grup Instrumental de Val¨¨ncia. Solistas: Amparo Navarro, Pilar Esteban, Daniela Ezquerra, Javier Torrosa, Jos¨¦ Antonio L¨®pez y Abelardo C¨¢rdenas. Director musical: Joan Cerver¨®. Director de escena: Alexander Herold. Espai Moma. Valencia, 17 de Abril de 2002.
En contrapartida, la obra requiere cantantes e instrumentistas muy especiales. Las voces m¨¢s grandes de la historia han asumido como un reto, por ejemplo, el Come scoglio de Fiordiligi. Los n¨²meros de conjunto, por otra parte, representan aqu¨ª uno de los hitos fundamentales del repertorio oper¨ªstico: la ambivalencia de los personajes, sus sentimientos controvertidos, la asunci¨®n de los compromisos y las convenciones -incluso cuando no satisfacen los m¨¢s ¨ªntimos deseos-, las ventajas y limitaciones del 'pisar tierra'... todo ello es tan complejo que ha tentado, con raz¨®n, a voces e instrumentistas de ensue?o. Y tambi¨¦n a importantes directores de orquesta.
Midi¨¦ndose con tales referentes deben reconocerse como valiosos los niveles vocales que se alcanzaron el mi¨¦rcoles, sobre todo hacia el final, cuando los cantantes parec¨ªan haberse implicado m¨¢s en la compleja psicolog¨ªa de los personajes. El Grup Instrumental, por otra parte, reducido a su m¨ªnima expresi¨®n, tuvo las l¨®gicas dificultades que de ello se derivan: cualquier error resulta perceptible, ya que ning¨²n otro colega puede taparlo. Hay algo, sin embargo, que s¨ª podr¨ªa mejorarse, y es una perspectiva m¨¢s delicada, m¨¢s sutil y menos rutinaria del complicado universo mozartiano.
En cualquier caso, resultaba estimulante escuchar, en el descanso, las explosiones de asombro: '?Me lo estoy pasando muy bien!' o '?No me he aburrido!'.
Naturalmente. Si Mozart aburriera no estar¨ªa en el pedestal donde est¨¢. La suerte, adem¨¢s, es que, para no aburrirse con ¨¦l, s¨®lo se necesita comprender el texto (bienvenido sea siempre el sobretitulado) y dejar que la m¨²sica lo ilumine.
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