Fuera t¨®picos
No se puede negar que lo que est¨¢ haciendo Pau Gasol es un poco desconcertante. Resulta que un jugador que no era titular en el equipo de los juniors de oro, que hace un par de temporadas met¨ªa 4 puntos por partido en el Barcelona, que la temporada pasada, la de su explosi¨®n nacional, jugaba 23 escasos minutos cada noche, que Lolo S¨¢inz no consider¨® pertinente llevarle a Sydney y se decant¨® por los treinta y muchos a?os de Johnny Rodgers, pues ese larguirucho casi imberbe va a la NBA supuestamente sin madurar, y de golpe y porrazo es capaz de disputar 82 partidos sin parar, recorri¨¦ndose entre medias miles y miles de kil¨®metros, a m¨¢s de treinta y seis minutos por partido, meter 18 puntos pele¨¢ndose con la flor y nata del Olimpo baloncest¨ªstico y lograr, salvo estupidez supina, el t¨ªtulo de rookie del a?o. ?Qu¨¦ pasa aqu¨ª? ?La NBA ha dejado de ser el mito que siempre hemos pensado, inaccesible para los simples mortales? ?No hab¨ªa que cumplir diversas etapas en Europa para ir con garant¨ªas a pegarte con Shaquille, Duncan o Karl Malone? ?Qu¨¦ es eso de las rotaciones que tanto se oye por aqu¨ª? ?Qui¨¦n convence ahora a los Navarro, Ra¨²l L¨®pez, Felipe Reyes o los ¨²ltimos de Manheim la supuesta necesidad de tener paciencia?
Gasol ha roto muchos t¨®picos existentes y de paso ha humanizado la NBA. Antes era un sue?o inalcanzable para cualquiera, ahora sigue siendo un sue?o pero nuestras j¨®venes promesas lo catalogan como factible. Vale, cierto que Gasol es ¨²nico en su especie. Por sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas, por su capacidad competitiva y sobre todo por la inteligencia que ha demostrado en todos los pasos que ha tenido que dar para llegar hasta donde est¨¢. Pero ?qu¨¦ decir de Turkoglu, Stojakovic, Kirilenko y algunos m¨¢s que andan dignamente por ah¨ª? La aventura de Fernando Mart¨ªn nos hizo creer que ni siquiera siendo gran estrella en Europa se te aseguraba el porvenir en la NBA. La de Pau Gasol ha demostrado que entran en juego otras muchas cosas tan importantes como estar en la plenitud f¨ªsica y t¨¦cnica. El equipo, tu maleabilidad para adecuarte a un juego muy diferente y, sobre todo, la desaparici¨®n de cualquier complejo de inferioridad. Pau se ha presentado all¨ª cara a cara, sin ning¨²n prejuicio, convencido de tener un sitio. Y lo ha conseguido, abriendo de paso una puerta por donde podr¨¢ desfilar todo aquel que est¨¦ seguro de que la NBA es un para¨ªso, pero que se puede llegar cogiendo la carretera adecuada.
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