'Bel canto' petrificado

Una inmensa roca negra llena el escenario del Liceo. No es una roca cualquiera: gira sobre s¨ª misma, cambia su aspecto y define, en esencia, seis escenarios diferentes. Es una roca mutante y polivalente que el director de escena catalanofranc¨¦s Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s califica de diamante negro, en cuyo interior est¨¢n esculpidos los sentimientos de los personajes de La favorita. Si tenemos en cuenta que la ¨®pera de Donizetti, una de las m¨¢s populares del repertorio belcantista, es teatralmente un pe?azo, con un absurdo e inverosimil libreto capaz de sumir en la desesperaci¨®n a un hombre de teatro sensato, la gran roca sobre la que Garc¨ªa Vald¨¦s edifica su montaje es un s¨®lido refugio que invita a reflexionar sobre c¨®mo puede llevarse a escena un teatro imposible que s¨®lo cobra sentido desde el arrebato del canto.

?Qu¨¦ puede hacer un teatro moderno con La favorita? No demasiadas cosas, salvo reconocer, con humildad, la imposibilidad de llevarlo a escena por la v¨ªa de un realismo que conduce al museo de los horrores

As¨ª lo ha hecho Garc¨ªa Vald¨¦s. Piedras para sepultar las convenciones y enterrar, desde el distanciamiento, los lugares hist¨®ricos en los que el rey Alfonso XI desfog¨® su pasi¨®n sexual con Leonor de Guzm¨¢n (la favorita del t¨ªtulo).

Bonynge dirigi¨® la irregular partitura con demasiada contudencia. El triunfo de la velada lo gan¨® a pulso Dolora Zajick exhibiendo sus poderosos medios vocales. Pura dinamita vocal, con graves suntuosos y agudos firmes, manejados con temperamento volc¨¢nico.