Historia y amistad

Pasqual Maragall se lamentaba en 1984 que la historia del Frente de Liberaci¨®n Popular (FLP) formara parte de unas historias privadas, pero no de la espa?ola. Manuel Gar¨ª, diez a?os m¨¢s tarde, titul¨® su trabajo sobre la izquierda radical: El Felipe: una historia por escribir. Lo que parec¨ªa imposible para sus antiguos militantes (reunir las piezas dispersas de un complejo puzle clandestino) lo acaba de lograr este libro de Julio Antonio Garc¨ªa Alcal¨¢ tras una larga investigaci¨®n, casi cien entrevistas y la consulta detallada de una docena de archivos p¨²blicos y privados.

El FLP fue una organizaci¨®n antifranquista de vida breve (1958-1969), pero de gran actividad puntera en la universidad y en el mundo obrero. Su originalidad resid¨ªa en la extrema juventud de sus miembros, su autonom¨ªa respecto a la izquierda hist¨®rica, la incorporaci¨®n de cat¨®licos al combate socialista revolucionario, la renovaci¨®n ideol¨®gica y estrat¨¦gica del marxismo y el inter¨¦s solidario por las primeras revoluciones del llamado Tercer Mundo. Situado a la izquierda del PCE y empe?ado en ser frente amplio y no partido, su destino, sin embargo, le llev¨® en tres etapas -los Felipes I, II y III, seg¨²n la divertida nomenclatura de Julio Cer¨®n, fundador del primero- de ser el Pepito Grillo de los comunistas a ser su mejor cantera e incluso su 'doble' y, al final, en la l¨ªnea trotskista, su sustituto revolucionario m¨¢s puro.

En el pr¨®logo de Jos¨¦ Ram¨®n Recalde, otro fundador y dirigente del frente vasco (ESBA), se define al FLP como una fratr¨ªa, un proyecto pol¨ªtico que empieza por un grupo de amigos cuya amistad se convierte en emblema y estilo propios, pese a sucesivas rupturas y abandonos. El Felipe no alcanz¨® su ideal de una Espa?a socialista, pero aport¨® a la lucha por la democracia y a su consolidaci¨®n futura un plantel impresionante de pol¨ªticos, intelectuales y escritores. Otras aportaciones precoces fueron el federalismo organizativo (FLP-FOC-ESBA), el eclecticismo ideol¨®gico sin dogmas, el humanismo personalista y un sentido del humor, heredado de la inteligente bondad de Julio Cer¨®n.

El concienzudo estudio de

Garc¨ªa Alcal¨¢ es toda una aportaci¨®n a la politolog¨ªa por cuanto ahonda en el debate doctrinal interno de unas organizaciones intentando aprender de la realidad y no alterarla con prejuicios dogm¨¢ticos. Se entiende bien, por tanto, la flexibilidad de un Frente que, si al principio parece utopista, pronto analiza la tentaci¨®n guerrillera y, tras vencerla, se adapta al desarrollismo de una nueva sociedad en los a?os sesenta dentro de las nuevas corrientes de la izquierda francesa e italiana (PSU y PSIUP) y ciertos postulados cr¨ªticos del comunista hereje Fernando Claud¨ªn. De esta flexibilidad morir¨¢ un proyecto abierto que ser¨¢ acusado por sus dogm¨¢ticos internos de poco revolucionario por ser poco ideol¨®gico. Cuando los 'flexibles' intenten prescindir de los 'r¨ªgidos' si¨¦ndolo con ellos, el frente se autodisuelve y queda como un precedente para el corpusculismo inmediato, copia del Mayo franc¨¦s de 1968.

La reconstrucci¨®n hist¨®rica es un portento de informaci¨®n. La historia narrada por los viejos felipes acaba siendo unitaria y veraz; meta dif¨ªcil que permitir¨¢ conocer a sus protagonistas la totalidad de una fiesta, que la clandestinidad y su ancha geograf¨ªa imped¨ªan su visi¨®n a unos topos llenos de fe que abrieron galer¨ªas en el alc¨¢zar franquista. Este libro ser¨¢ un regalo para todos ellos.