Le Pen anuncia que har¨¢ salir a Francia de la UE si resulta elegido presidente
El l¨ªder ultraderechista pide el voto de los abstencionistas 'asqueados de la corrupci¨®n'
'Si soy elegido presidente, una de mis primeras decisiones consistir¨¢ en hacer salir a Francia de la Uni¨®n Europea, de esa Europa federalizante que intenta llevarnos hacia una estructura informe de la que no conocemos los l¨ªmites', dijo ayer Jean-Marie Le Pen, l¨ªder del ultraderechista Frente Nacional y candidato a la segunda vuelta de la elecci¨®n presidencial frente al saliente, Jacques Chirac, pintado por Le Pen como jefe y contable de una banda conspirativa. El l¨ªder ultraderechista franc¨¦s destac¨® que el resultado obtenido por Chirac es el peor de un presidente en ejercicio en la V Rep¨²blica.
La alusi¨®n de Le Pen a Chirac como 'jefe y contable de la banda de los cuatro' intentaba hacer referencia a un grupo conspirativo que luch¨® por el poder durante la sucesi¨®n de Mao en China, y estar¨ªa formada, seg¨²n la imaginaci¨®n de Le Pen, por los partidos 'del sistema', es decir, el gaullista RPR, el liberal-centrista UDF y los cl¨¢sicos de la izquierda, el Partido Socialista y el Partido Comunista.
En su sede de Boulogne, un barrio elegante de los alrededores de Par¨ªs, Le Pen ofreci¨® una rueda de prensa euf¨®rica y amenazadora, ri¨¦ndose al hablar del resultado de Jacques Chirac, 'un terremoto', afirm¨®, al referirse a los votos obtenidos por su rival, el peor resultado de un presidente en el poder durante toda la V Rep¨²blica. Le Pen insisti¨® en su condici¨®n de marginal, v¨ªctima u outsider, al agradecer 'a los alcaldes dem¨®cratas que le hubiesen dado las 500 firmas necesarias para que el pueblo franc¨¦s pudiera expresarse'.
Le Pen, en plena euforia, escenific¨® su combate electoral del pr¨®ximo 5 de mayo con Jacques Chirac como 'el de David contra Goliat', y asegur¨® que, en caso de triunfo, Francia saldr¨¢ de 'la Europa de Maastricht'. El dirigente ultraderechista prometi¨® tambi¨¦n 'una mano firme en un guante de terciopelo' contra la inseguridad. Le Pen trat¨® de provocar a Chirac y le acus¨® de ser 'un dios del olimpo' que no se atreve a debatir con ¨¦l, 'un simple mortal', en televisi¨®n.
Inmediatamente lanz¨® un llamamiento dirigido a los abstencionistas -el 27% del cuerpo electoral, un porcentaje que nunca antes se hab¨ªa alcanzado en una primera vuelta de las elecciones presidenciales-, recordando que 'si estaban asqueados de la pol¨ªtica al descubrir la corrupci¨®n reinante pod¨ªan votar por m¨ª, que me presento con la cabeza alta y las manos limpias', y dijo confiar en atraer una parte de los electores del candidato de los pescadores, Jean Saint-Josse, s¨ªmbolo de una ruralidad conservadora, que 'ahora votar¨¢ a quien quiere y eso es bueno para m¨ª', y en ganarse tambi¨¦n la confianza de la muy conservadora Christine Boutin (1,20%), que 'no en vano ha copiado su programa del m¨ªo', as¨ª como algunos sufragios 'de los electores de ese partido comunista, gracias a Dios desaparecido'.
Sobre el papel, esa simpat¨ªa por Le Pen de parte de un electorado popular y de izquierda puede sorprender, pero eso equivale a desconocer la naturaleza del voto del Frente Nacional, que es en un 21% la papeleta de quienes no tienen estudios y s¨®lo en un 9% de personas que han efectuado dos cursos universitarios. El 30% de sus votantes es gente que est¨¢ en el paro, un 24% son obreros, y un 20%, personas inactivas. Ellos mismos se reconocen como de extrema derecha en un 37%, y en un 17%, de derecha. Si eligen a Le Pen es por cuestiones de seguridad en un 68%, y por su inquietud ante la inmigraci¨®n, en un 57%.
Nueve de las 22 regiones de la Francia metropolitana han visto c¨®mo Le Pen se situaba esta vez el candidato mejor clasificado. Se trata del sur y el este de Francia, a la que ahora se ha sumado tambi¨¦n el norte, antiguos bastiones comunistas y socialistas, como Pas de Calais, Dunquerque, Roubaix o Lille. S¨®lo una parte del centro y de la fachada atl¨¢ntica, zonas de tradici¨®n cat¨®lica, no ceden al discurso lepenista.
Le Pen es muy consciente de lo que representa su presencia en una segunda vuelta presidencial y lo aprovecha a fondo. 'Francia conoce una fractura nacional entre el pa¨ªs legal, representado por una seudo¨¦lite desacreditada y que ahora encarna Chirac, y el pa¨ªs real'. Y Le Pen no duda en presentarse como 'el hombre que defiende a los de abajo contra los de arriba', un viejo discurso aprendido del populista Robert Poujade, del que fuera el diputado m¨¢s joven en 1956 y del que hoy ha adaptado los temas al denunciar a los 'eur¨®cratas, las ¨¦lites o la tecnoestructura', sin que eso le impida referirse 'al lobby degenerado de los homosexuales' o, seg¨²n los momentos, criticar al sionismo o al islam.
Si Le Pen es un personaje inquietante, significa tambi¨¦n una excepci¨®n francesa. En Italia, en Austria o en Dinamarca esos populistas de derechas, que tanto recuerdan a los viejos fascismos, est¨¢n en el poder, forman parte de coaliciones conservadoras. En Francia existe un cord¨®n sanitario, un cord¨®n republicano, que mantiene al Frente Nacional al margen del poder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.