El sepulturero de la izquierda plural
Chev¨¨nement, que se present¨® como f¨®rmula de renovaci¨®n, ha quedado como enterrador
Jean-Pierre Chev¨¨nement, el Che, no refundar¨¢ la V Rep¨²blica Francesa, no ser¨¢ el presidente de una VI Rep¨²blica ni tampoco lograr¨¢ que le nombren heredero de De Gaulle. Hoy su imagen y su destino quedan muy lejos del de su modelo. Su resultado electoral, un modesto 5,34% no le permite seguir pensando en que su idea de suplantar a Chirac o Jospin era razonable y su delirio de ser h¨¦roe transversal, ni de derechas ni de izquierdas sino nacional, deber¨¢ vivirlo vicariamente, viendo el resultado que obtiene en la segunda vuelta presidencial el ultraderechista Jean Marie Le Pen, que dice de s¨ª mismo, ser 'socialmente de izquierda, econ¨®micamente de derecha y nacionalmente franc¨¦s'. Chev¨¨nement s¨®lo ha logrado que Lionel Jospin, el candidato socialista, quedase eliminado. Jospin le hab¨ªa rescatado del olvido en 1997, al llamarle para que fuese ministro de Interior y encarnaci¨®n de un republicanismo de izquierda anti-Maastrich. Chev¨¨nement se lo agradeci¨® provocando una crisis gubernamental en junio de 2000, al no aceptar los proyectos descentralizadores de Jospin destinados a dar satisfacci¨®n a las reivindicaciones corsas. El Che ve ah¨ª, en el proyecto de estatuto para C¨®rcega, su oportunidad so?ada para hacerse o¨ªr: dimite, defiende a un prefecto (gobernador) indefendible, y hace proclamas a favor de la restauraci¨®n del jacobinismo, de la prioridad de la pol¨ªtica frente la econom¨ªa o la justicia.
La campa?a electoral de las presidenciales hace que Chev¨¨nement enloquezca y durante algunas semanas esos sondeos que ¨¦l denuncia regularmente como la 'dictadura de la opini¨®n p¨²blica', le permiten verse ah¨ª, como supremo magistrado, desplazando a Chirac o Jospin, dos rivales que define como 'hermanos siameses', que trata de hombres del 'sistema', olvidando que ¨¦l ha sido ministro de cuatro carteras distintas, y eterno diputado (de 1973 a 1997) y contumaz dimisionario. El 14% de votos que le auguran los sondeos le hacen querer abarcarlo todo, intenta pescar en las aguas de Charles Pasqua a la vez que las de la extrema izquierda. Cuando Le Pen y los troskistas se ponen en marcha, su espejismo se desvanece.
Hoy Chev¨¨nement, con su rid¨ªculo 5,34% que nunca lograr¨¢ hacer fructificar, es el enterrador del Gobierno de la izquierda plural, un Gobierno en el que particip¨® entre 1997 y 2000 y al que sostuvo desde el exterior hasta ayer mismo. Sus votos, que en 1995 fueron para Jospin, hubieran permitido esta vez que ¨¦ste alcanzase el 21,5% y fuese el candidato mejor clasificado, eliminando as¨ª a Le Pen.
El mismo reproche se le pod¨ªa hacer a otros candidatos, pero el caso de Chev¨¨nement, que todo el mundo sab¨ªa luego condenado a entenderse con Jospin y con una mayor capacidad de erosi¨®n electoral entre la izquierda, es el m¨¢s absurdo: queriendo aportar m¨¢s 'pluralidad' a la izquierda, la ha derribado en pleno vuelo sin tener en cuenta adem¨¢s que ¨¦l tambi¨¦n volaba en el aparato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.