'Hay que construir edificios para que la gente disfrute'
'Soy un arquitecto puro y simple'. El estadounidense de origen irland¨¦s Kevin Roche (Dubl¨ªn, 1922), uno de los nombres formados en el movimiento moderno, que empieza su carrera en Estados Unidos en 1948 al lado de Mies van der Rohe y Eero Saarinen, se aleja del estrellato arquitect¨®nico, 'un invento de las revistas que no tienen nada que ver con la responsabilidad del arquitecto'. Roche recuerda una frase que le dijo su colega Charles Eames: 'Soy un trabajador, un t¨¦cnico; intento hacer el trabajo lo mejor posible'.
Su trabajo, por el que obtuvo en 1982 el Premio Pritzker, y en 1960, el Brunner, se desarrolla desde su estudio Kevin Roche-John Dinkeloo Asociados, en Nueva York, con 65 personas (50 de ellas arquitectos), por todo el mundo. Ha proyectado cinco museos, 38 complejos de empresas, tres laboratorios, y rascacielos en Nueva York, Chicago, Atlanta, Tokyo, Singapur y Kuala Lumpur. Ayer present¨® en Madrid su segunda obra en Espa?a, una ciudad financiera para el Santander Central Hispano, tras inaugurar en 1996 cuatro edificios de oficinas de Metrovacesa, en la zona de Reina Victoria, Ciudad Universitaria de Madrid.
'La mayor¨ªa de las grandes obras de arquitectura son un acto de vanidad'
'No hay ninguna raz¨®n l¨®gica para proyectar m¨¢s de cincuenta plantas'
'El papel del arquitecto es ser el sirviente de la sociedad', afirma Kevin Roche. 'Debe dedicar todo su esfuerzo a la creaci¨®n de edificios que sirvan a las personas, sobre todo para cobijar sus actividades, como el trabajo, el ocio o el culto. Desde esta perspectiva se piensa tambi¨¦n en las influencias de la cultura local, su forma de vivir y el entorno. No venimos de Nueva York para imponer aqu¨ª una serie de normas, sino que estamos para entender, escuchar y poner nuestras capacidades al servicio de unos edificios que vayan a servir para el prop¨®sito de su construcci¨®n. El premio de nuestra profesi¨®n es crear algo para que la gente disfrute, y si es as¨ª, es nuestra ¨²nica recompensa. Nuestro ¨²ltimo objetivo es crear edificios c¨®modos para la gente, y ¨¦sa es nuestra satisfacci¨®n. La satisfacci¨®n de la publicidad es pasajera y muy negativa para el alma'.
Roche present¨® ayer en Boadilla del Monte, a 17 kil¨®metros de Madrid, el proyecto de la ciudad financiera Santander Central Hispano, en una superficie de 160 hect¨¢reas y con un coste estimado de 270 millones de euros. El arquitecto fue elegido en un concurso restringido entre cuatro estudios (uno espa?ol y tres extranjeros), por su experiencia en este tipo de complejos en un entorno natural, seg¨²n fuentes del banco. El nuevo complejo tendr¨¢ edificios de oficinas para 5.000 empleados y 3.600 plazas de garaje; un centro de formaci¨®n, con hotel, biblioteca y auditorio, y un centro de proceso de datos. Adem¨¢s, guarder¨ªa para 400 ni?os, zona comercial (restaurantes, tiendas), instalaciones deportivas y un campo de golf de 18 hoyos, dise?ado por Rees Jones. La operaci¨®n inmobiliaria significa liberar 156.836 metros cuadrados de oficinas en un total de 25 edificios, en propiedad o en alquiler, en el centro de Madrid.
Roche inaugur¨® en 1996 el parque empresarial Jos¨¦ Mar¨ªa Churruca, en la Ciudad Universitaria de Madrid, su primera obra en Espa?a. 'En este caso no quer¨ªamos hacer cuatro edificios diferentes o separados, sino proyectar un muro a lo largo de la calle y crear dentro un patio, un espacio central, muy vinculado a la arquitectura espa?ola, para vincular a los diferentes edificios'.
Los patios y la plaza son otros elementos tradicionales que ha incorporado al proyecto de la ciudad financiera. 'Tenemos que proporcionar un entorno que por su naturaleza fomente la creatividad y que sea estimulante. Lo hacemos en el contexto de la tradici¨®n del dise?o urbano y rural espa?ol, una de las caracter¨ªsticas de la arquitectura espa?ola debido al clima maravilloso de un sol fuerte e inviernos duros'.
Los patios, seg¨²n Roche, aparecen como contenedores de protecci¨®n para las personas (flores, ¨¢rboles), como una extensi¨®n del campo abierto, junto con el agua y su sonido. El dise?o de los edificios (tres plantas sobre rasante y dos subterr¨¢neas para aparcamiento) parte de un sistema modular en su estructura y una orientaci¨®n que utiliza el sol como iluminaci¨®n y protecci¨®n natural. El edificio m¨¢s representativo, tambi¨¦n de piedra, acero y vidrio, tiene en su interior una plaza para el encuentro y el movimiento de la cultura laboral.
Roche prefiere este tipo de edificios donde la entrada en ellos sea 'una experiencia agradable, sin frustraciones ni enfados'. Tiene otras construcciones en altura, con varios rascacielos en Nueva York (Fundaci¨®n Ford, sedes de JP Morgan y Deutsche Bank, adem¨¢s de ampliaciones del Metropolitan y oficinas en Naciones Unidas). 'Los rascacielos existen por el valor del suelo y no tienen justificaci¨®n a una escala humana. La actual comunicaci¨®n electr¨®nica no necesita esta congesti¨®n y densidad. De hecho, no hay ninguna raz¨®n l¨®gica para construir un edificio de m¨¢s de cuarenta o cincuenta plantas. Es un acto de vanidad, y no lo digo de forma peyorativa. La mayor¨ªa de las grandes obras de arquitectura son un acto de vanidad, por el cliente, como Luis XIV, o por el arquitecto. Las Torres Gemelas permanecieron vac¨ªas las plantas superiores porque la gente no quer¨ªa estar tan alto. El acto en s¨ª de la construcci¨®n de estas Torres fue un error y no creo que Estados Unidos vuelva a hacer este tipo de edificios. Las mayores torres actuales se est¨¢n construyendo en Asia y China; pero su imagen tiene que ver con la identidad nacional, en pa¨ªses que quieren demostrar que est¨¢n en la vanguardia de la civilizaci¨®n moderna. La arquitectura moderna tiene un siglo y est¨¢ empezando su creaci¨®n, como ocurri¨® con las grandes ¨¦pocas'.
Babelia
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