Pateras de muerte

Canarias parece haber tomado el relevo del estrecho de Gibraltar y de las playas del sur peninsular como punto de llegada de los flujos de inmigraci¨®n irregular que proceden del Magreb y del ?frica subsahariana. Hasta ahora, la ruta canaria ten¨ªa un car¨¢cter alternativo a la m¨¢s tradicional y accesible del Estrecho. Pero el mayor control por Marruecos de sus costas del norte, algo que el Gobierno espa?ol viene demandando desde hace tiempo, ha convertido a Canarias en el principal foco de presi¨®n de la inmigraci¨®n irregular africana hacia Espa?a.

La reciente oleada de pateras arribadas a diversas playas de Fuerteventura y Lanzarote -cinco en una sola noche- demuestra, por si hiciera falta, que el aumento de riesgos no disuade de correrlos a quienes huyen de un presente desesperanzado y de miseria en sus pa¨ªses de origen. En la traves¨ªa dura y peligrosa -entre 80 y 100 kil¨®metros- que separa las costas del sur marroqu¨ª de las Canarias m¨¢s cercanas dejaron su vida hace dos d¨ªas 12 inmigrantes al estrellarse su embarcaci¨®n contra una playa rocosa de Lanzarote. En una de estas lanchas, una inmigrante dio a luz durante la traves¨ªa. Como las aguas del Estrecho, la ruta mar¨ªtima a Canarias amenaza con convertirse en una gigantesca y an¨®nima tumba de personas sin fortuna en su af¨¢n por llegar a la tierra prometida.

M¨¢s all¨¢ del problema de fondo de la inmigraci¨®n irregular, en cuya soluci¨®n la Uni¨®n Europea quiere implicar a los pa¨ªses de origen bajo la advertencia de revisar a la baja los acuerdos de cooperaci¨®n, la masiva llegada de inmigrantes a Canarias plantea de inmediato a Espa?a un problema humanitario de primer orden. Ese problema ya existe, pero no har¨¢ sino agravarse si las autoridades de inmigraci¨®n no se muestran m¨¢s diligentes que hasta ahora en poner en marcha una red de acogida adecuada.

La utilizaci¨®n de las antiguas instalaciones del aeropuerto de Fuerteventura como centro de retenci¨®n de inmigrantes, en condiciones higi¨¦nico-sanitarias deplorables, muestra que las autoridades de inmigraci¨®n van muy por detr¨¢s del problema que tienen encima. Urge que los seis nuevos centros de retenci¨®n y acogida en construcci¨®n entren en funcionamiento cuanto antes. Y es indispensable que la pol¨ªtica de acogida disponga tambi¨¦n de los servicios de salud de la autonom¨ªa canaria, a los que se ha mantenido al margen hasta el momento.