Atenci¨®n municipal

Decid¨ª reformar el ba?o de mi domicilio y me dirig¨ª a solicitar la correspondiente licencia de obra, cumpliendo as¨ª la legalidad vigente y pagando religiosamente despu¨¦s. Tras la odisea de superar la red de detectores de metales, consegu¨ª acceder al ?rea de Urbanismo del Ayuntamiento de Bilbao, donde me informaron de la documentaci¨®n necesaria y de que, debido a la zona en la que se encuentra el inmueble en que resido, deb¨ªa solicitar el permiso de obras a Surbisa (Calle Ronda n? 6). Una vez all¨ª, y tras explicar en recepci¨®n lo que deseaba, recib¨ª como respuesta que la persona encargada de tramitar las licencias de obras se encontraba fuera. Tras la sorpresa inicial pregunto cu¨¢nto habr¨¢ que esperar, siendo la respuesta: cinco minutos o media hora, o lo que tuviera a bien tardar.

Ante la situaci¨®n, vuelvo a dirigirme a recepci¨®n para expresar mi deseo de formular una queja formal. Fue may¨²scula mi sorpresa cuando me dicen que no hay ning¨²n lugar, que no se ponen quejas. Me recogen la documentaci¨®n con el compromiso de llamarme por tel¨¦fono para solventar la cuesti¨®n (lo cual posteriormente hicieron). Por tercera vez, esa ma?ana me dirig¨ª de nuevo al Ayuntamiento por si pod¨ªa dejar constancia de mi descontento y present¨¦ finalmente una queja en el Registro.

Es inconcebible que en un organismo dependiente del Ayuntamiento no haya nadie que cubra la ausencia del funcionario encargado de tramitar y conceder licencias de obra y de su concesi¨®n. Habr¨¢ que imaginar qu¨¦ pasar¨¢ si un d¨ªa coge una baja. Como conclusi¨®n, dos ma?anas perdidas para un tr¨¢mite que se realiza en el momento, y sensaci¨®n de desidia total por parte del funcionariado para atende al ciudadano. Y luego hablan de calidad.