Mas 'stones' que los Stones

Sombrerazo para la compa?¨ªa discogr¨¢fica que ha decidido rescatar esta hist¨®rica banda argentina y tra¨¦rsela para ac¨¢, donde tal vez tocar rock and roll siga siendo llorar, pero al menos se come. Casi m¨¢s stones que los mism¨ªsimos Stones, Los Ratones Paranoicos fueron recibidos en su presentaci¨®n en Madrid por una enfervorizada parroquia de paisanos que les mostraron un cari?o tan grande como merecido. Porque Juanse y los suyos tocan con una autenticidad insultante, con una actitud tan turbia y provocativa como la que exhibieron en sus mejores tiempos Jagger, Richards y compa?¨ªa; con un sonido directo y visceral, sabiendo extraer las esencias pop a un rock bru?ido en una discograf¨ªa que comprende nada menos que 15 elep¨¦s.

Adem¨¢s, Los Ratones tienen grandes canciones, como Rock del pedazo, Rock del gato, la envolvente Isabel o Para siempre; inmensos temas que funcionan casi como himnos para un p¨²blico amante de una est¨¦tica concreta y de un modo de entender el rock que, si bien no es en absoluto moderno, es, al menos, verdadero. A¨²n m¨¢s: en el directo de esta banda y en la enfervorizada reacci¨®n de sus seguidores se plasma una curiosa relaci¨®n entre dos conceptos que en ning¨²n lugar de la Tierra casan mejor que en el pa¨ªs de Gardel: el rock y el f¨²tbol. Porque ver a Los Ratones en directo produce en el espectador un subid¨®n de adrenalina equiparable al que se experimenta al ver jugar al Boca Juniors en La Bombonera.

Tal es el estallido de pasi¨®n colectiva y de cuerpos dando saltos que se producen cuando el grupo corona su actuaci¨®n con dos cl¨¢sicos del rock como Route 66, Thuck Berry y Satisfacion de sus sat¨¢nicas majestades. Los Ratones Paranoicos convencieron y vencieron en Madrid y ya les tenemos en Espa?a, lo cual enriquece sobremanera el rock nacional en castellano. Calamaro, Ariel Rot, Makaroff y Andy Chango ya tienen compa?¨ªa, y buena.